¿Estará escribiendo doña Nelly?
Años después de la muerte de Eva, Perón entabló relaciones con una menor: Nelly Rivas.
En 1957, Nelly Rivas contó la historia de ese vínculo a «The New York Herald» y «Clarín» adquirió los derechos de publicación y comenzó a difundirla.
Pero un juez de menores -Ernesto González Bonorino- dispuso la suspensión de las publicaciones «porque ello crea un clima de malsana curiosidad pública en oposición a la plena recuperación moral de la menor, por la que el juez debe velar».
En su «Historia del peronismo», «Primera Plana» publicó esas notas. «Ella se había convertido en amante de Perón. No lo niega, lo dice con otras palabras, pero no lo niega», dice Hugo Gambini.
«Nadie puede afirmar si hubo o no relaciones sexuales entre nosotros dos porque esas cosas no admiten testigos. Salvo que alguien se haya escondido para vernos. La verdad la sabrán cuando yo publique mis memorias», dice Rivas en uno de los tramos de las entrevistas en cuestión.
Inmediatamente formula una «sugestiva revelación», dice «Primera Plana» en su edición del 18 de junio del «68.
«Cuando yo me quedé a vivir en la residencia (Olivos), nuestros cuartos eran separados y no tenían comunicación alguna. Aunque por supuesto, no se necesita de eso para encontrarse…», precisa Nelly Rivas.
Perón incluso se mostró públicamente junto a Nelly Rivas. Una noche la llevó al Luna Park. «Recuerdo que peleaba Rafael Merentino», cuenta ella.
Ya en el «55 deja la casa de sus padres y se va a vivir a Olivos y ahí «me quedé con el general hasta que él me abandonó para refugiarse en una cañonera paraguaya».
En abril del «58 Nelly Rivas se casó con un ex funcionario de la embajada de Estados Unidos. Tuvieron dos hijos. Por supuesto que el esposo no ignora aquella relación: «Para mí es como si me hubiera casado con una divorciada», ha dicho. Viven en algún punto de Argentina.
Y quizá en ese lugar, ella esté escribiendo sus memorias. (C. T.)
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