Euforia contenida y proyectos electorales
Pichetto, Weretilneck y Martini coincidieron que fue “un momento poco grato” revocar a un intendente de su sello en Bariloche.
Bunker del FpV
Pareció existir un acuerdo para evitar los festejos desbocados. Hubo un clima de euforia contenida, mezcla tal vez de consideración con el derrotado y de cierta autocrítica por haber defendido su candidatura y su gestión hasta hace muy poco.
En el reducto elegido por el Frente para la Victoria para esperar los resultados la espera fue corta. Pasadas las 19, el senador Miguel Pichetto enfrentó cámaras y grabadores para decir que se trataba de “un momento poco grato en términos institucionales” y agregar luego su convencimiento de que el referéndum revocatorio de Omar Goye era lo mejor que se podía hacer “por el futuro de Bariloche”.
Lo flanquearon el gobernador Alberto Weretilneck y la presidente del Concejo e intendente provisoria, María Martini, quien se mueve con evidente interés por pugnar en unos meses por el cargo vacante.
Weretilneck dijo que la decisión de desplazar a Goye persiguió el propósito de que “Bariloche vuelva a ser gobernable”.
Insistió en señalar que los saqueos de diciembre fueron el detonante de la crisis. “La política falló ese día y ahora el pueblo corrigió”, dijo el gobernador.
Martini, en tanto, felicitó a los barilochenses “por la madurez democrática” demostrada e interpretó la alta concurrencia a las urnas como una señal de “compromiso (de los vecinos) con la solución de los problemas”.
Dijo que lo ocurrido con la suspensión de Goye, la recolección de firmas para llamar a referéndum y el desenlace de ayer “no fue grato para nadie”. Aseguró también, sin profundizar, que asumía “la autocrítica que corresponde” a su fuerza política.
Luego de los hechos de diciembre Weretilneck le había pedido la renuncia a Goye. Y repitió la exhortación cuando la recolección de firmas superó el 10% del padrón y el referéndum era inexorable.
Ayer aseguró que en realidad le habían planteado con Pichetto “la inconveniencia” de que siga en el cargo “por la pérdida de apoyo popular y por su responsabilidad en los saqueos”.
El gobernador también especuló sobre el futuro del municipio. Dijo que el candidato a intendente del FpV deberá ser resuelto los referentes barilochenses de esa fuerza y desmintió así a la propia Martini, quien días atrás dijo que esa decisión se gestaría en los niveles “provincial y nacional”.
Weretilneck puso presión por la unidad entre el PJ y el FG (que no está para nada asegurada) al advertir que Bariloche “no admite un intendente con el 28 ó 30% de respaldo y esa es una lectura que tiene que dejar la elección de 2011”.
Este diario consultó sobre la reflexión que les merecía la foto de hace apenas un año y medio en la que todos festejaban con Goye el triunfo en la elección municipal. Weretilneck se justificó en “la cantidad de hechos imprevistos” y habló de “los avatares y circunstancias con las que se gobierna”. Pichetto fue más directo: “A veces hay fotos que no hay que volver a mirar”.
Río Negro
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