Fallo de Casación acelera el juicio contra Macri

Macri participó ayer de una reunión por el transporte con Randazzo y Scioli.

Escuchas ilegales

BUENOS AIRES (ABA) – El máximo tribunal en materia penal, desestimó ayer el recurso planteado por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri y dejó firme su procesamiento en la causa de las escuchas ilegales . De tal modo, la causa quedó en condiciones para que el juez federal, Norberto Oyarbide, pida la elevación al juicio oral. La Sala III de Casación – integrada por los magistrados Eduardo Riggi, Raúl Madueño y Ana María Figueroa- se limitó a señalar que el auto de procesamiento (dictado por Oyarbide) no constituye sentencia definitiva, máxime no habiéndose acreditado la existencia de cuestión federal, ni que se presente alguno de los supuestos de excepción admitidos por la Corte Suprema. Tampoco se demostró la gravedad institucional”. Esos son los requisitos para que la cuestión sea tratada por la instancia de Casación. El titular de la bancada del PRO en la Cámara de Diputados, Federico Pinedo, subrayó que se trata de una decisión “procesal, no de fondo”. “La Cámara de Casación -agregó Pinedo- sostuvo en el fallo que podría actuar en un momento posterior; pero esto va a hacer que se pueda demostrar antes la vergüenza que es este caso, que se trata de una persecución armada por razones políticas”. El diputado Pablo Tonelli señaló que da la impresión que “el gobierno nacional está llevando a que estas cosas pasen. Es como que está yendo demasiado lejos”. “Habrá que pelearla en el juicio oral y que termine esta historia”, disparó Tonelli, aunque difícilmente transcurra antes de finales de este año. En su momento, la decisión de Oyarbide fue confirmada por la Cámara Federal mediante su sala más cuestionada por estar integrada por dos jueces (Eduardo Freiler y Eduardo Farah) considerados muy afines a la Casa Rosada. Restaba entonces el pronunciamiento del tribunal de Casación, que en realidad acaba de dar un paso al costado para que se resuelva la sustancia del asunto. Cerca del jefe de Gobierno de la Ciudad, sostienen que se trata de una maniobra motorizada para poner a Macri con un pie en tribunales cuando se aproximen los tiempos electorales. No descartan que las elecciones de 2013 se adelanten algunos meses.