FictionCity, la red social de los artistas

La inversión inicial fue de un millón de dólares y en su primera ronda de inversión la empresa logró cotizarse en 18 millones de dólares.

“FictionCity” –www.fictioncity.net-, la primera red social global que conecta a artistas y creativos de empresas de todo el mundo, hizo su lanzamiento internacional en Barcelona, de la mano de su creador, el argentino Silvio Pestrin. “Hay millones de personas en el mundo que tienen necesidad de trascender y en el 99 por ciento de los casos no son artistas consagrados”, aseguró Pestrin, al explicar el nacimiento de esta plataforma para profesionales del arte en toda sus vertientes. Creada bajo el lema “be You, go Global”, FictionCity se propone atender esta necesidad de trascender de los artistas y ayudar a que “todos tengan las mismas posibilidades”, remarcó este ingeniero en informática, quien fue una de las piezas claves del banco virtual Patagon.com a finales de los 90. “Se trata de una herramienta para conectar artistas, diseñadores y creadores de todo el mundo, a la vez que abre oportunidades para que éstos sean apoyados o contratados por empresas”, subrayó Pestrin. La nueva red social ofrece bajo el formato “be You” la posibilidad de crear un currículum multimedia, integrando imagen, texto, audio y video, para que los artistas puedan exponer sus obras en el formato más adecuado, y que las empresas que buscan talentos accedan fácilmente a sus muestras y porfolios. Asimismo, la plataforma permite al artista compartir su obra con la “comunidad virtual” y que sea ésta la que, sin intermediarios, evalúe con sus comentarios y apreciaciones la jerarquía del trabajo y decida así quién es el que trasciende. Del lado de la empresa, FictionCity desarrolla aplicaciones para que los profesionales del arte puedan realizar muestras virtuales, recitales, castings, películas, fotos, la elección de un equipo de producción, de un diseñador, etc. Bajo el esquema “go Global”, el artista se conecta con empresas, organizaciones, instituciones, cualquiera que no sea una persona física, que puedan estar interesados eventualmente en su trabajo. “Hoy las empresas, ya sea un canal de televisión, una productora, una marca de bebida, no eligen no estar en una red social, están obligados a entrar para que el espacio no lo ocupe otro”, explicó Pestrin. La ventaja de FictionCity es que como es una red social es gratis, y permite a la empresa realizar campañas de responsabilidad social corporativa y estrategias de marketing específicas, lo que es “muy atractivo”. “Un gerente de marketing hoy está pensando qué puede hacer en Facebook o en Twitter pero nada más, y FictionCity abre todo un nuevo abanico de oportunidades”, apuntó Pestrin. A modo de ejemplo, su creador señala que un bar puede buscar un cantante o un centro cultural a un fotógrafo para una exposición, o al revés, ellos se pueden ofrecer, sus trabajos si el bar tiene abierta una cuenta. También se puede dar de alta un museo, y el artista presentar allí su trabajo. En cuanto a las campañas de publicidad, se puede convocar a artistas para participar en ellas. El nombre “FictionCity” responde precisamente a esta “Ciudad Ficción” en la que el artista puede tener todo lo que le permita trascender, apunta Pestrin, quien eligió la imagen de un “perro” como símbolo de la red, sólo porque ama a estos animales. ¿Cómo nació la idea? “La mayor cantidad de blogs del mundo son de artistas, al igual que la mayor cantidad de contenidos en videos, en imagen, en escritos en todo el planeta”, dice el emprendedor argentino. Sin embargo, “si alguien en Barcelona quiere buscar a un violinista que no es conocido, las posibilidades del artista de ser encontrado hoy son muy pocas”, añade el fundador de esta plataforma que aspira a convertirse en la mayor red social de artistas del mundo. “Para que sea un negocio el proyecto tiene que ser global, de ahí que el lanzamiento se haya hecho en 12 idiomas”, apunta. Uno de los puntos que lo diferencian de otras redes sociales es el esquema “Café, Casa, Taller”, que permite en el primer caso ubicar de forma geoespacial puntos de encuentro con el usuario; en el segundo, saber donde vive el usuario; y finalmente, saber en dónde y en qué trabaja. FictionCity ya tiene unos 150.000 artistas registrados en 31 países del mundo, el 30% de ellos en Argentina, porque es donde nació la empresa. “La meta es llegar a los 10 millones de usuarios en dos años”, indicó Pestrin, cuyo principal temor es justamente no juntar “la masa crítica de usuarios en poco tiempo”. El medio para difundirse es la invitación a través de e-mails, igual que Facebook o Linkedln. El modelo de FictionCity es idéntico al de Google, ya que es una multiplataforma, lo que hace que sea más difícil de “herir” a nivel empresarial. Sus creadores dicen que no tienen prisa y que cuentan con un plan para funcionar dos años sin recibir dinero de publicidad. La inversión inicial fue de 1 millón de dólares y en su primera ronda de inversión la empresa logró cotizarse en 18 millones de dólares. “Buscamos empresarios tradicionales a los que nunca les habían planteado un negocio en internet”, contó Pestrin. La empresa está centralizada en Buenos Aires, y no pretende moverse de allí. Sus creadores dicen que no tienen prisa y que cuentan con un plan para funcionar dos años sin recibir dinero de publicidad. (Télam)