Fiebre vintage por objetos de YPF

En los sitios de subastas on-line proliferan las ofertas de piezas antiguas.

La marca YPF parece haber reeditado una fuerte identificación con el sentido de pertenencia nacional. Así lo demuestran las valoraciones positivas que recoge la petrolera argentina tras la expropiación accionaria que significó la salida de Repsol. También el creciente interés por recuperar viejos signos y símbolos de la empresa con mayor presencia en el territorio nacional. En los populares sitios de subastas y clasificados por internet pueden encontrarse cientos de ofertas relacionadas con la vieja YPF. Para un coleccionista o interesado no sería dificultoso conseguir desde un antiguo surtidor hasta azulejos de cerámica o cartelería de chapa, entre los variados artículos ofrecidos. La novedad para este mundo de recuerdos y anécdotas materiales es que se intensificó hace relativamente poco tiempo, en coincidencia con el creciente papel de la petrolera en la agenda política y de los medios. Desde MercadoLibre.com, el principal portal de ventas on-line de Argentina, señalaron a “Río Negro Energía” que en sus bases de datos cuentan con un listado de 800 ofertas vinculadas con YPF. Según agregaron, todos esos objetos fueron publicados en los últimos tres meses, a través de distintas categorías. La mitad de lo ofertados corresponde al área “antigüedades y coleccionables”. También se ofrecen en otras secciones como “libros y revistas” (15%), “autitos de juguete” (10%), “insumos para automóviles” (10%) y “otros” (15%). En cuanto a los precios de los artículos, no sólo se ajustan a sus características. Algunos cargan una fuerte connotación histórica que sólo puede ser apreciada por coleccionistas. Por esto es que se pueden encontrar valores por encima de los 20.000 pesos. Por ejemplo, uno de los casos más llamativos es una réplica de juguete de un camión cisterna de los años 30 por el que se piden entre 17.000 y 21.000 pesos, dependiendo de las pujas entre el que oferta y los interesados. Casi como objetos de culto, algunos de los propietarios parecen no dar lugar a las preguntas para no entendidos y en cambio ofrecen datos para detallistas. “La cuerda le falta y el piloto está intacto. Del otro lado está igual y es de tres cisternas”, aclara su vendedor ante las consultas de los interesados. Por otro “camioncito” de 24 centímetros de largo de la Fundación Eva Perón se piden unos 6.000 pesos. Por un cartel enlozado, unos 1.200 pesos y 650 por un viejo casco petrolero, similar a los utilizados por los operarios del equipo Patria en el desarrollo del Pozo 1 en Plaza Huincul. Cada vez son más los interesados en estos artículos históricos que hacen un mercado creciente en el que algún viejo artículo guardado en un olvidado depósito puede terminar convirtiéndose en una revalorizada pieza de colección.

Los precios de los objetos ofrecidos van desde unos cientos de pesos hasta más de 20.000.


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