Fito Páez, antes, después y durante el amor
El nuevo disco del rosarino, “Yo te amo”, incluye once canciones sobre el mismo sentimiento.
Decidido a ser una máquina de publicar álbumes que este año ya había dado a luz “Dreaming Rosario” y “El sacrificio”, Fito Páez ofrece un repertorio absolutamente amoroso surcado por 11 canciones monotemáticas y marcadamente autorreferenciales. El trabajo dedicado “para todas las personas que viven con y en el amor”, según escribe el propio artista al pie de la última página del libro de letras y fotos que acompaña el álbum, propone un recorrido alegre y vertiginoso por ese sentimiento que, claro está, puede adquirir otro formas más complejas, oscuras y hondas. Pero Fito lo asume desde un concepto pop que ideó junto a Mariano López y Diego Olivero (este último también encargado de los teclados) y que ejecuta junto a Mariano Otero en bajo, Gabriel Carámbula en guitarra eléctrica, Gastón Baremberg en batería y Juan Absatz y Carlos Vandera en coros. En la mirada a su propio mundo y el saludo a su nueva pareja Julia Mengolini (en la optimista “Ojalá que sea”), el rosarino ofrenda dos piezas a sus hijos como la bella obrita beatle “Margarita” y la más rabiosa “Sos más” para Martín. Pero, además, la placa ofrece dos momentos que, aún enfocados en el explícito sentimiento que la titula, rompe con el molde destinado a las historias de pareja. En “Por donde pasa el amor”, se quiebra su estructura romántica para rapear desde una óptica general e histórica (“en nombre del amor asesinaron a los indios/y el continente fue un templo para el sacrificio”) y, sobre todo, en la magnífica a piano y voz “La canción del soldado y Rosita Pazos”, acerca de un excombatiente de Malvinas. Como cierre y en “La velocidad del tiempo”, el cineasta y escritor homenajea a Gustavo Cerati (“sos la luz en el desierto”) para clausurar un recorrido que llega para constituirse en el 21º disco de uno de los músicos más influyentes y populares de la canción argentina de los últimos 30 años.
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