Formaliza hoy el divorcio la UCR

BUENOS AIRES (ABA).- Si algo le faltaba a la UCR para seguir rompiéndose es la formalización que se hará hoy ante la justicia electoral de la Confederación de partidos que agrupa a los radicales K, alineados con Cristina Kirchner y que, en octubre, competirán con los radicales L, llamados así porque van detrás de Roberto Lavagna.

Los que irán sin los emblemas partidarios ya que la jueza María Servini de Cubría le dio la razón al comité nacional que encabeza Gerardo Morales -, son gobernadores e intendentes que funcionarán a partir de ahora como Frente Cívico para la Concertación Plural.

Entre sus mentores figuran, entre otros, los mandatarios Julio Cobos (candidato a vicepresidente) y el rionegrino Miguel Saiz. Para un poco más adelante, quedará la inscripción del nombre de la alianza hecha con el matrimonio Kirchner y, por añadidura, el Frente para la Victoria y el PJ.

Tras el acto de lanzamiento en el Luna Park, el martes pasado, los K hicieron una evaluación: consideraron positivo el encuentro, a pesar de que las barras mayoritarias cantaron la marcha peronista y despotricaron contra el ex líder Raúl Alfonsín, sostén de la fórmula Lavagna-Morales.

«El Presidente y su esposa no abrieron la boca, fueron conciliadores y dieron señales no para matar a los partidos tradicionales pero sí para avanzar en una estructura superadora», dijo satisfecho a «Río Negro» un allegado al intendente Posse, de San Isidro.

Por el lado de Cristina, cayó muy bien el discurso contenedor de Cobos. «En la práctica hay un nuevo partido nacional», señaló un ministro que seguirá en funciones desde el 10 de diciembre, si Cristina y Cobos ganan los comicios de octubre.

Los nuevos aliados coincidieron las dos fuentes consultadas quieren acotar a los sectores «retrógrados», que pretenden ganar espacios de poder «sólo con barras prepotentes» y no a través «de las ideas».

«Río Negro» pudo confirmar que Kirchner tuvo que vencer muchas «presiones» del PJ de Buenos Aires para imponer a Cobos, quien a partir de ahora se abocará a la construcción política. El proceso será árido pues se viene la confección de listas en los distritos provinciales y municipales y nadie cederá gratuitamente los cargos de acuerdo. Se harán valer los pesos específicos en cada lugar.

Habrá que ver hasta donde Cristina está dispuesta a incorporar a radicales en su gabinete.


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