Fuerte “apagón informativo” contra la censura de Berlusconi

Periodistas y medios realizaron una huelga contra polémica ley

AP

ROMA (AFP) – Italia cumplió ayer una “Jornada de silencio” sin periódicos, radio ni televisión debido a una huelga de periodistas contra un proyecto de ley del gobierno de Silvio Berlusconi, la llamada “ley mordaza”, que limita las escuchas telefónicas y su publicación. Para la Federación Nacional de la Prensa (FNSI, sindicato nacional de periodistas), que lanzó la iniciativa, se trata de un “gesto simbólico para mostrar los silencios que impondrá esa ley”. La casi totalidad de los diarios estuvieron ausentes de los kioscos, salvo Il Giornale, que pertenece a la familia Berlusconi. Desde la medianoche de ayer y por 24 horas, los servicios de agencias de información dejaron de lanzar noticias y los sitios internet no fueron actualizados. Pese al mundial de fútbol en Sudáfrica, los diarios deportivos también cumplieron con el paro así como las agencias nacionales de noticias y los noticieros de televisión tanto públicos como privados, entre ellos los del grupo Mediaset, también de Berlusconi. El canal de información continua “Sky Tg24” se limitó a leer boletines informativos cada hora y decidió programar documentales, entre ellos uno sobre los efectos sociales del tráfico de la cocaína en Colombia y México. Además de la huelga de la prensa, hubo paro de transporte público en varias ciudades, entre ellas Roma . La huelga de los periodistas tiene el apoyo de los editores y de buena parte de la opinión pública, que teme que se trate de un ataque a la libertad de prensa y sobre todo de impedir la divulgación de informaciones incómodas para Berlusconi, conocido por su agitada vida sentimental. El proyecto de ley fue adoptado en el Senado el 10 de junio y aún debe ser aprobado por la Cámara de Diputados. La norma prevé hasta dos meses de prisión y una multa que puede llegar a 464.700 euros (588.000 dólares) para los editores de diarios y medios audiovisuales que difundan escuchas telefónicas o grabaciones durante una investigación judicial, mientras los periodistas serían sancionados con hasta 60 días de cárcel. Berlusconi defiende el texto en nombre del respeto a la vida privada y de los derechos de la defensa, pero la oposición de izquierda y gran parte de los medios ven en él una forma de acallar a la prensa. La ley limita entre otros el uso de las escuchas telefónicas a un máximo de 75 días, prorrogables de tres en tres. La norma fue duramente criticada por la magistratura, que considera que afecta gravemente la lucha contra la mafia, basada en sofisticados sistemas de escuchas.


AP

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