Yo Como

Aluminé: por qué el pizzero Mario Benegas es uno de los más elegidos por vecinos y turistas

Este profesional gastronómico se consolida en esta región neuquina. Una trayectoria que revela compromiso con el estudio, la investigación y el trabajo duro, en equipo. Su comunidad, agradecida.

“Hay mil maneras de hacer una pizza.

Cualquier tipo de pizza.

Ninguna manera es más correcta que otra.

Casi como de vivir. Mientras no le hagas mal a nadie está todo bien”.

Mario Benegas, junto a Nancy, su compañera y socia.

Y para seguir parafraseando al referente de la panadería alternativa en Argentina, Germán Torres, “la pizza se adapta a lo que quieras”.

Por ello, la mejor pizza es la que te gusta comer.

Y queda más que claro: una riquísima pizza nos alegra la vida. Y esto lo sabe a la perfección Mario Benegas (56), quizás uno de los pocos mejores pizzeros de Aluminé.

Mario, en su cocina, en «Cirila»

Él hace una con cobertura de cordero que está tre-men-da. La hace con un escabeche de verduras salteadas más la carne y una porción acertadísima de vinagre. “Esta pizza representa bien a nuestro pueblo, como también la de trucha, que la recomiendo mucho”, apunta Mario a “Yo Como”.

Comenta que la más pedida es la pizza “Cirila”, tal como se llama su pizza-bar, que entre otros ingredientes lleva miel local mezclada con ají ahumado, pepperoni y panceta.

Vista del interior del horno que le llevó años de indagar y estudiar a Mario Benegas, pizzero de Aluminé.

Variedades decenas pero el secreto también pasa por la masa, dice el entrevistado.

“Es una masa descansada. La fermentación la hago entre una parte harina y otra de agua con un toquecito de levadura, un gramito… En 24 horas desarrolla una burbuja dentro de la masa que al momento del amasado se amalgama todo. Esto permite que la masa tome más fuerza y tenga más burbujas. Al momento de armar la base de la pizza se forma “il cornicione”, como dicen los italianos, que es ese borde que impide que el queso se salga por algún lado. Después, a la hora de servirla, podés comerte esos bordes dorados y aireados con un poquito de aceite de oliva arriba… es un manjar”, entusiasma Mario.

¿Por qué queda tan crocante la masa? Comparte que primero le da un golpe de horno a la masa ya estirada con la salsa de tomate. Después la retira y le agrega el complemento que el comensal eligió.

El horno es parte fundamental en todo esto.

Mario Benegas a principios del año pasado cuando estaba construyendo el horno a gas en «Cirila».

“Este horno a gas lo hicimos con ladrillo refractario. Tiene 500 tejuelas de refractario y 23 trompitos de cemento y acero. Todo revestido de hierro negro. Tiene un diámetro de dos metros. Levanta una temperatura de más de 600 grados”, exhibe con orgullo.

Desde el interior del restó-bar se lo puede ver al horno. Y también a Mario amasando y cocinando. “Investigamos mucho para llegar a este horno. Estamos felices con lo logrado”, reconoce. “Funciona igual que uno napolitano. Ponés la masa cruda, todo crudo y en un minuto sale todo crocante, con el queso gratinado. Teniéndolo a él podés jugar a lo que quieras”. ¿Por ejemplo? “Si quiero hacer una carne lenta la dejo a fuego lento, que se vaya haciendo, mientras tenemos el negocio cerrado a la noche hasta el otro día. El resultado: una carne súper tierna que la podés desmenuzar y hacer exquisitos sandwichs”.

También cocinan en él las papas, las hamburguesas, los lomos y las empanadas, entre otras preparaciones.

Vista de un sector del pizza-bar «Cirila» en Aluminé.

El local, en pleno centro del pueblo, en diagonal a la única estación de servicio de Aluminé, fue inaugurado este verano. Hace 15 atrás, cuando Mario llegó de Neuquén capital con su expertise de panadero a esta comunidad, abrió una pizzería, que años después mutó a boliche bailable. Después el local fue alquilado y más tarde cerrado. Hasta que en 2023 lo reacondicionó totalmente y una vez que estuvo renovado tal como él lo quería lo inauguró, casi a fin de año. “Y fue un éxito. Es un éxito y lo agradezco”, confiesa Mario.

“Más un turista o un vecino que ha viajado me ha dicho que con estas pizzas los hice viajar a Italia. Nunca viajé a ese país pero este comentario lo tomo como un elogio”, expresa.

Una parte del equipo de «Cirila».

No busca compararse ni competir con nadie. Está convencido que el mundo es amplio y que hay lugar para todos. “Nuestros clientes son nuestros vecinos y también los turistas, que esta temporada estuvo más que aceptable teniendo en cuenta el contexto nacional. Ahora se viene el tiempo fresco y después el frío. Nos estamos preparando para eso pensando en aprovechar el espacio que armamos para hacer shows, escuchar algo de música mientras comemos y tomamos alguna cerveza o vino, en familia y con amigos”, declara el creador de “Cirila” quien reivindica el rol de su compañera de vida, Nancy, en este emprendimiento. “Tenemos amigos que bailan folklore y ya nos propusieron hacer algunas noches de peña. Nos parece una muy buena idea”, enfatiza.

Nancy conoce y sabe mucho de cocina “y ella le da siempre un toque o una vuelta de tuerca a lo que hacemos y ofrecemos. Yo preparo las masas y ella se enfoca en el tema de los ingredientes. Nos complementamos a la perfección. Y eso es grandioso porque el tiempo que pasamos acá es mucho, es nuestra vida”.

Mario también tiene muchísimas cocciones de cerveza en su haber y tiene toda la maquinaria de una pequeña fábrica. “Con los estilos propios de cerveza que he logrado alcanzar en los últimos años de estudio y experimentar ahora pienso retomar ese proyecto e incorporarlo a la pizzería. Verás, las garras y el entusiasmo es lo que nos identifica. Y gracias al universo ese espíritu llegó a la gente y fue comprendido. Nos sentimos más que compensados al día de hoy. Felices en Aluminé, como siempre”, concluye Mario Benegas.

@cirila.pizzabar


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