Día del Agricultor: el reconocimiento a quienes trabajan la tierra para producir alimentos

Un 8 de septiembre de 1856 se fundó la primera colonia agrícola en la provincia de Santa Fe, en colonia La Esperanza. En 1944, el gobierno nacional consideró que su fundación marcaría una fecha decisiva en el desarrollo de la agricultura.


Por Victoria Rodríguez Rey (@victoriarodriguezrey)

Se puede prescindir de una cantidad de cosas que hoy nos rodean, pero hay algo que no podemos dejar de hacer: alimentarnos. ¿Quiénes producen nuestros alimentos? Larga vida para las familias agricultoras.

El 8 de septiembre de 1856 se fundó la primera colonia agrícola en Argentina. Fue en la provincia de Santa Fe, en la colonia La Esperanza. Casi cien años más tarde, en 1944, el gobierno nacional consideró que la fundación de esa primera colonia agrícola organizada, marcaría una fecha decisiva en el desarrollo de la agricultura. Es por ello que todos los 8 de septiembre se celebra el Día del Agricultor.

En diálogo con Nahuel Levaggi, coordinador de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), referente de la Mesa Agroalimentaria Argentina y actual director del Mercado Central, repasamos cuáles fueron y están siendo las políticas de desarrollo para el sector de producción primaria en el país.

Hace 78 años se declaraba el Día del Agricultor en Argentina, en este recorrido trazado, la colonia La Esperanza, la primera colonia agrícola organizada comenzaba a crecer con el trabajo en la actividad rural. Paradójicamente, este año El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca oficializó la Resolución 31/2022 por la que declaró la emergencia y desastre agropecuario en buena parte de la provincia de Santa Fe.


Para llegar a esta realidad productiva, claramente hubo algunos desaciertos en las políticas de desarrollo de la actividad. “En realidad el desarrollo de la actividad, no es sólo de la actividad sino de un modelo y el rol de la Argentina en el modelo productivo mundial. Los desaciertos tienen que ver básicamente con que se profundizó un modelo de agronegocio, de concentración, de monocultivo, de implementación de un paquete tecnológico, del corrimiento de la frontera agropecuaria, del desalojo de familias campesinas. Es decir, el modelo integralmente fue negativo. En relación a los aciertos, hay algunos avances tecnológicos puntuales, pero en el marco de un modelo de concentración en función al modelo agroexportador y no al mercado interno, me refiero no un modelo de producir alimentos sino commodities y mercancías, para concentrar el bolsillo de unos pocos, la verdad que hay pocos aciertos”, dice Lavaggi.

Según los datos de la FAO, la agricultura familiar produce casi el 80% de los alimentos. Este sector productivo es responsable de una gran parte de nuestra dieta diaria. Sin embargo, cuando se habla de el campo no se lo vincula con la agricultura familiar. “Básicamente esto tiene que ver con que una de las mayores victorias de los sectores concentrados es identificar al campo como ese modelo productivista pampa húmeda, de grandes cosechadoras sacando millones de toneladas de granos, un lugar donde está totalmente ausente el sujeto, es decir el trabajador y la trabajadora de la tierra. Hoy el campo parece un ente empresarial que sólo genera divisas”, explica Lavaggi.


La Mesa Agroalimentaria Argentina está integrada por trabajadores, asociaciones y pequeños empresarios y grupos de familias campesinas, de la UTT ( Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra), de la FE.CO.FE (Federación de Cooperativas Federadas) y del MNCI-ST (Movimiento Nacional Campesino Indígena Somos Tierra). Esta semana se presentarán cinco propuestas legislativas para mejorar la vida de las familias agricultoras, y garantizar alimentos sanos a precios justos para toda la población. “Lo que sucede es que en realidad no se produce alimentos para el mercado interno, sino que se entiende al alimento como una mercancía, por lo tanto el desarrollo de la producción está en función de generar ganancias y no de abastecer el mercado interno. La producción agropecuaria hoy no está en función de alimentar sino en función de generar renta para aquellos que la producen, sobre todo en el marco del modelo concentrado”, comenta el director del Mercado Central.

Las 5 propuestas a presentarse son las siguientes: Ley de acceso a la tierra, para que las familias puedan acceder a una porción de tierra para producir; Ley de arrendamientos rurales, para que se controle la actividad teniendo en cuenta las características de cada producción; Ley de protección y fortalecimiento de los territorios campesinos, para que se cuide integralmente la zona de producción campesina; Ley de segmentación de las políticas impositivas agrarias, es decir que no se la misma política impositiva para un productor de soja de 50 hectáreas que para el de 5000, y Ley de financiamiento y fomento al cooperativismo y a la transición agroecológica, para que haya un programa particular que financie a las cooperativas agrarias y sobre todo la transición hacia la agroecología.


“Frente a la problemática del acceso a la comida y ante la falta de políticas públicas para el sector que produce alimentos, es que se propone un conjunto de iniciativas legislativas para garantizar una vida digna en el campo y alimentos sanos a precios justos al pueblo”, afirma el también integrante de la Mesa Agroalimentaria Argentina.


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