Gigantes bajo mil lupas

Un laboratorio especial, equipado y monitoreado por expertos de Río Negro, encaró una tarea titánica: observar, estudiar y comprender. ¿Qué cosa? Volcanes. Nada más y nada menos. Algunos argentinos, y otros que emergen, majestuosos, sobre el suelo chileno.

Los pondrán bajo mil lupas para tratar de descifrar qué es todo aquello que ocurre en su interior. Todo aquello que manifiesta en silencio, todo aquello que quiere contar un volcán. Por eso, la enorme tarea emprendida: observar, analizar y ‘traducir’ qué es lo que ocurre y qué podría llegar a ocurrir (o no) cuando uno de estos colosos amenace, apenas, con desperezarse.

La Universidad Nacional de Río Negro echó a rodar, con un valioso puñado de investigadores y expertos geólogos, de las ramas más variadas, el primer Laboratorio de Estudio y Seguimiento de Volcanes Activos (Lesva).

Es un espacio nuevo y ambicioso con el que se pretende realizar un seguimiento de algunos volcanes con el único fin científico de concretar investigaciones, para poder “ir interpretando qué tipo de actividad se espera”.

El geólogo, investigador y docente de la UNRN, Alberto Caselli, explicó que “la idea es, a partir de equipamiento específico que se ha adquirido, poder hacer un seguimiento de los volcanes Copahue, Laguna del Maule y también nos interesa el Lanín, desde una visión de investigación, aplicado al monitoreo porque de alguna manera por ley, nosotros no podemos monitorear un volcán. Esa tarea corresponde al servicio geológico minero nacional Segemar”, anticipó a “Río Negro”.

El Lesva ya encaró algunos estudios y otros están en carpeta, por eso el horizonte que se abre es poder brindar un apoyo que servirá para el futuro Observatorio Vulcanológico que se cree en Argentina. “Hoy hay un proyecto del Segemar de crear, primero eran tres observatorios, después creo que serían menos a lo largo del país para el estudio de los volcanes. Nosotros, si esto prospera, colaboraríamos con el servicio geológico, el apoyo científico al Observatorio”, añadió Caselli.

P: ¿Por qué no existe un observatorio de volcanes en el país?

R: Creo que no se ha tomado la decisión. Muchos volcanes están del lado chileno. Pocos del argentino, pero también se ha visto estos años que se necesita un interlocutor entre Chile y Argentina, un grupo que tenga en cuenta qué volcanes se están activando para hacer las prevenciones.

P: ¿Cuáles son los volcanes que hoy están en la mira?

R: En este momento, cuatro volcanes están en alerta amarilla. El Planchón Peteroa, el Copahue, el Nevados de Chillán, a la altura de Varvarco, y el Villarrica. En estos casos, en mi opinión, se debería trabajar en localidades cercanas en tareas de preparación, prevención: estar atentos, qué pasa si cae cenizas. Me parece que falta esa conexión.

En Argentina hay unos 30 volcanes activos, principalmente en el límite con Chile.

Activos son los que han tenido erupción en los últimos 10.000 años.

Horacio Licera | hlicera@rionegro.com.ar

Sede en Roca

El laboratorio tiene sede en Roca y se integra con un grupo de becarios del Conicet. “En este momento tengo 8 profesionales en Roca. Tres personas trabajando en sismología, de los cuales uno va a hacer una tomografía del volcán Copahue, cómo es en profundidad, dónde está la cámara magmática. No se ha hecho algo así aquí. Se haría con las estaciones sismológicas a partir de la compra, se van registrando terremotos y con eso se va infiriendo, a partir de cómo van llegando las ondas cómo son las capas en profundidad”, señaló Caselli.

Se pondrán en marcha además proyectos de geoquímica y geotermia.

“Tenemos proyectos de geotermia en el Domuyo que se terminan este año, y después hay un par de personas en la parte petrológica, uno con el Domuyo y el otro vamos a comenzar en la Isla Decepción, en La Antártida, es un volcán activo. Este año vamos a empezar de nuevo desde Río Negro. Y hay un becario que va a trabajar en el estudio de las rocas de la isla, para ver cómo fue la evolución de la isla”, apuntó el docente.

Horacio Licera | hlicera@rionegro.com.ar

Estudios del Lesva

• Geoquímica de gases fumarólicos: se realiza un muestreo directo de gases y aguas en el cráter y manifestaciones termales de los alrededores del volcán Copahue y manifestaciones termales de Neuquén. Estos datos permiten conocer la composición del magma y sus variaciones en el tiempo.

• Sismología volcánica: junto a la Universidad de Florencia y la ayuda del Municipio y la Optic (Neuquén), se restablecieron las dos estaciones sísmicas instaladas en marzo de 2014. Los registros llegan a la UNRN donde son guardados en un servidor. La visualización de las estaciones sísmicas e infrasonido, sumado a información termométrica satelital, está en la web y dicha información puede ser seguida en tiempo real por Defensa Civil de Caviahue-Copahue.

•Estudios de infrasonido a partir de un array instalado en la zona de Caviahue para detectar explosiones volcánicas en Copahue. Los registros llegan a la Universidad.

En el centro de la escena

El Copahue y Laguna del Maule están actualmente en el centro de la escena para los expertos vulcanólogos argentinos.

“Planteamos esta preocupación para el proyecto del Ministerio de Ciencia y Tecnología y la adquisición de equipos, para el Copahue porque está en actividad y todavía no para. Entonces para nosotros es importante estudiarlo. Y el otro es el laguna del Maule, sobre territorio chileno. No es un edificio volcánico simple sino muchos edificios volcánicos. Allí se está viendo que el terreno se está deformando bastante y a gran velocidad, alrededor de 30 cm por año, hay sismicidad y eso da la pauta de que podría llegar a haber, o no, una erupción de una magnitud importante”.

Las cenizas podrían tener efectos en suelo argentino. “Es un volcán que está a la latitud de la Bahía de San Borombón –finalizó Caselli– con lo cual con una ceniza que vaya hacia el este va a hacer como un abanico y con vientos podría estar llegando –con vientos que vengan del noroeste– a afectar incluso al Alto Valle”.