“Hay que revisar comportamientos”

El 17 de marzo, a través de noticias periodísticas fue informado el comportamiento de algunos estudiantes de Veterinaria de La Pampa con respecto a tres compañeros que rindieron su última materia el 18 de diciembre próximo pasado. Concretamente el “rito” terminó con el abuso sexual a uno de ellos. Quedé consternada y decidí compartir mi preocupación respecto de los “festejos” que habitualmente organizan los estudiantes para con sus compañeros que se reciben. Si bien se trata de un caso aparentemente excepcional, una mirada posible es analizarlo como parte de una escalada de prácticas violentas. Quiero decir que tal vez hemos naturalizado los cortes de pelo, el pasear al estudiante desnudo en las calles, el pintarlo con aerosoles… y nos reímos y decimos “qué lindo que se recibió”. Sugiero que este aberrante caso sirva para que autoridades de las universidades y los centros de estudiantes (particularmente estos últimos) debatan los rituales, los observen con pensamiento crítico y elaboren su conclusión. Lo importante, me parece, es revisar estos comportamientos y decidir colectivamente las posibilidades y los límites que estos implican. Recibirse de alguna profesión en una universidad o en algún centro de estudios terciarios es un logro importante que merece un registro, un reconocimiento y un festejo en el marco de conductas sanas en vez de patológicas. Susana Ravalle DNI 13.539.338 Neuquén

Susana Ravalle DNI 13.539.338 Neuquén


El 17 de marzo, a través de noticias periodísticas fue informado el comportamiento de algunos estudiantes de Veterinaria de La Pampa con respecto a tres compañeros que rindieron su última materia el 18 de diciembre próximo pasado. Concretamente el “rito” terminó con el abuso sexual a uno de ellos. Quedé consternada y decidí compartir mi preocupación respecto de los “festejos” que habitualmente organizan los estudiantes para con sus compañeros que se reciben. Si bien se trata de un caso aparentemente excepcional, una mirada posible es analizarlo como parte de una escalada de prácticas violentas. Quiero decir que tal vez hemos naturalizado los cortes de pelo, el pasear al estudiante desnudo en las calles, el pintarlo con aerosoles... y nos reímos y decimos “qué lindo que se recibió”. Sugiero que este aberrante caso sirva para que autoridades de las universidades y los centros de estudiantes (particularmente estos últimos) debatan los rituales, los observen con pensamiento crítico y elaboren su conclusión. Lo importante, me parece, es revisar estos comportamientos y decidir colectivamente las posibilidades y los límites que estos implican. Recibirse de alguna profesión en una universidad o en algún centro de estudios terciarios es un logro importante que merece un registro, un reconocimiento y un festejo en el marco de conductas sanas en vez de patológicas. Susana Ravalle DNI 13.539.338 Neuquén

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