Historia de un hit: «Zapatos de gamuza azul», el clásico de Carl Perkins que consagró a Elvis

El 17 de diciembre de 1955, Carl Perkins grabó “Zapatos de Gamuza Azul”, inspirada en una anécdota de su amigo Johnny Cash. El tema sería un éxito, pero de Elvis Presley.

Dos veces Carl Perkins se topó con un par de zapatos. La primera vez no le resultó para nada interesante, pero la segunda, acaso porque otra vez estaban allí como un capricho de cierto destino, se decidió a componer una canción sobre ellos.


La primera vez fue a través de un relato de su compañero de rutas Johnny Cash. Era 1955 y ambos estaban detrás del escenario durante un show de Elvis Presley durante una gira de Sun Records, el sello que había fichado a Perkins, Cash, Presley y Jerry Lee Lewis, el célebre “Million Dollar Quartet”. Perkins acababa de dar su show y había sido impresionante, pero lucía algo desanimado. Y Johnny, para levantarle el ánimo a su amigo, le contó una anécdota risueña de sus días en la Fuerza Aérea en Alemania
Allí, un sargento, que era piloto de avión y al que le gustaba engalanarse cuando estaba de permiso, una noche se cruzó con Cash y le dijo “¿qué tal estoy?”. “¡Estupendo!”, le respondió Cash. A lo que el sargento le dijo… “Pues procura no pisarme los zapatos de gamuza azul”. Sorprendido, Cash le advirtió que llevaba puestas las botas del ejército, a lo que el sargento le contestó, seguro de sí mismo: “Esta noche, cuando vaya a la ciudad, van a ser de gamuza azul”.
La anécdota logró sacarle una sonrisa a Perkins, pero no lo entusiasmó en lo más mínimo para hacer de eso una canción que lo elevará tal como quería Cash. “Pero si no se nada acerca de esos los zapatos… ¿Cómo puedo escribir una canción sobre ellos?”, le respondió Perkins con cierta lógica.


Poco tiempo después, Carl Perkins volvió a toparse con un par de zapatos. Durante un show puso su atención en una pareja en la que el muchacho, que llevaba unos zapatos de ante, le decía a su novia mientras bailaba: «No pises mis zapatos de gamuza”. Desconcertado por la importancia que les daba a sus zapatos, recordó inmediatamente aquella anécdota de Johnny Cash y concluyó que ya era evidente que debía escribir una canción al respecto.
Carl Perkins, nacido en Tennessee en 1932 y fallecido allí mismo, pero en 1998, era hijo de una humilde familia recolectora de algodón y creció influenciado por el góspel y el blues del delta del Mississippi. Comenzó su carrera musical a comienzos de los 50 cuando formó The Perkins Brothers junto a sus hermanos Jay B y Clayton. En 1955 firmó contrato con la filial de Memphis de Sun Records. “Movie Magg” fue su primera grabación, que le permitió telonear a figuras como Elvis y Cash, de quien luego sería amigo.


El 17 de diciembre de 1955, Carl Perkins ingresó a los estudios de Sun Records de Memphis para grabar “Zapatos de Gamuza Azul”, la canción inspirada en aquella vieja anécdota de Cash que fue un éxito inmediato. Editado en enero de 1956, “Zapato de Gamuza Azul” es considerada una de las primeras grabaciones de rock & roll, pero, como sucedió con la breve pero intensa historia del rock & roll, una tragedia esperaba por sus estrellas. En el caso de Perkins: un accidente automovilístico del que se salvó de milagro.

El 21 de marzo de 1956, mientras volvía de promocionar “Zapatos de Gamuza Azul” en el show televisivo de Perry Como, en Nueva York, junto a sus hermanos Jay B y Clayton, se accidentó gravemente. Tan gravemente que uno de sus hermanos fallecería tiempo después a causa de las heridas. Postrado en un hospital durante meses a causa de la rotura de varias vértebras, Carl Perkins vio cómo el éxito que era suyo ahora le pertenecía a otro. “Estaba a 85 millas de ser el primer rockabilly en la televisión nacional», reflexionaría varios años después.


Y ese otro era un tal Elvis Presley, cuyo talento y carisma aún no había dado con el hit que lo elevara… hasta que apareció “Zapato de Gamuza Azul”. Presionado por RCA, Elvis grabó su versión del tema de Perkins y su vida, la de Elvis, pero también la del hit y de cierta forma la de Perkins, cambió para siempre.
Carl Perkins nunca logró recuperarse del todo de aquel accidente. Ni física ni emocionalmente. Tampoco logró retomar su carrera artística allí donde se había interrumpido trágicamente. Siguió componiendo hits, pero, como sucedió con “Zapatos de Gamuza Azul, el éxito fue de otros. Uno de sus mejores intérpretes fueron The Beatles, quienes grabaron “Matchbox”, “Everybody’s Trying To Be My Baby” y “Honey Don’t”, que Perkins había elegido como lado B de “Zapatos de Gamuza Azul”.


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