Hoy es el aniversario de la muerte de Ceferino y el de la fundación de Chimpay

Se cumplen 116 años de la muerte del joven mapuche que terminó convertido en un beato católico.

Chimpay, en lengua mapuche, significa curva, por la que hace el río en este lugar, pero en realidad la localidad terminó marcada por el nacimiento de Ceferino Namuncurá. Así que es la muerte del beato fue la fecha elegida para conmemorar la fundación del pueblo: 11 de mayo de 1905, hace 116 años.

Ceferino fue el hijo del cacique Namuncurá y nació el 26 de agosto de 1886, cuando se realizan las tradicionales procesiones, interrumpidas por la pandemia. El joven terminó convertido en un salesiano, aspirante a sacerdote, pero a los 18 años, mientras estaba en Roma, enfermó por segunda vez de tuberculosis y murió.

En 1924 sus restos fueron repatriados y, seis años después, En 1930 el sacerdote Luis J. Pedemonte comenzó a propagar las virtudes y la devoción a Ceferino. Para los ’60, la estampita con su cara ya era común. El 22 de junio de 1972, el papa Pablo VI lo declaró venerable, transformándose en el primer argentino que llegó a esa altura de santidad.

El 7 de julio de 2007, el papa Benedicto XVI firmó el decreto que declaraba a Ceferino Namuncurá como beato. El antecedente que se tuvo en cuenta fue que una junta médica del Vaticano consideró la curación de Valeria Herrera,​ una joven madre de la Córdoba, Argentina, de 24 años en el año 2000 y afectada por cáncer de útero, que llegó a poder concebir con posterioridad.

El 12 de agosto de 2009, sus familiares trasladaron sus cenizas a la Comunidad de San Ignacio, a 60 km de Junín de los Andes, bajo el rito de la religión mapuche.


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