Ideó una noria para regar sin uso de energía eléctrica
Un chacarero cipoleño la diseñó y construyó, con material reciclado.
CIPOLLETTI (AC).- Para las buenas ideas no hay edad. Para convertirlas en realidad tampoco. Juan Antonino es un productor de fruta cipoleño, emprendedor como la mayoría de los de su generación, que –en épocas donde sostener la actividad es cada vez más difícil– pensó, diseñó y creó un sistema ecológico para tomar agua del río y utilizarla en el riego de su chacra, ubicada en Las Perlas. Se trata de un mecanismo similar al de una noria, mediante el cual se utiliza la misma fuerza del río para impulsar una rueda de grandes dimensiones, que en toda su circunferencia tiene colocados tachos de pintura de 20 litros, que recogen el agua hasta casi seis metros de altura, y la vuelcan en un recipiente desde el que cae por una especie de cañería hasta la acequia. Desde allí a las plantas. “Nosotros estamos en Las Perlas desde el año 72 y siempre tuvimos la idea de obtener agua del Limay, pero naturalmente. Durante mucho tiempo lo hicimos con una bomba de 50 HP, pero los costos de la electricidad fueron creciendo y hoy es imposible, se necesitan entre 150 y 200 pesos por hectárea para regar. De ahí la necesidad de crear una especie de canal natural”, contó “Lana”, como lo conoce la mayoría a este productor local. El diseño de la noria fue exclusividad de Antonino, que contó con el aporte de varios conocidos para reunir los materiales (tambores de 200 litros, tachos de pintura, rulemanes, hierros y chapas) y de Fabián, un amigo que ayudó a construirlo. La enorme estructura tiene 9,5 metros de largo, 4,5 de ancho y 5,75 de alto, está apoyada sobre una especie de balsa construida con 18 tambores, que permite que la noria siempre esté a nivel del río para que la extracción sea continua y no dependa de los altibajos de la corriente. Los tambores de la rueda fueron cortados al medio y se ubican en posición contraria a la corriente. Actúan como paletas y generan la tracción que necesita la rueda para girar. Según explicó “Lana”, la noria permite sacar entre 35 y 40.000 litros por hora, con los que riega 20 hectáreas en las que hay plantaciones de pera y ciruela. La idea es hacerle unas modificaciones para duplicar la capacidad de extracción. Para ello tiene pensado colocar una segunda línea de tachos de pintura y así llegar con el riego a la totalidad de la chacra, que está a unos siete kilómetros del puente, camino a la bocatoma. Mientras tanto Juan disfruta junto a su familia de un sueño hecho realidad y que además sirve para continuar desarrollando la actividad frutícola.
Miguel Gambera
CIPOLLETTI (AC).- Para las buenas ideas no hay edad. Para convertirlas en realidad tampoco. Juan Antonino es un productor de fruta cipoleño, emprendedor como la mayoría de los de su generación, que –en épocas donde sostener la actividad es cada vez más difícil– pensó, diseñó y creó un sistema ecológico para tomar agua del río y utilizarla en el riego de su chacra, ubicada en Las Perlas. Se trata de un mecanismo similar al de una noria, mediante el cual se utiliza la misma fuerza del río para impulsar una rueda de grandes dimensiones, que en toda su circunferencia tiene colocados tachos de pintura de 20 litros, que recogen el agua hasta casi seis metros de altura, y la vuelcan en un recipiente desde el que cae por una especie de cañería hasta la acequia. Desde allí a las plantas. “Nosotros estamos en Las Perlas desde el año 72 y siempre tuvimos la idea de obtener agua del Limay, pero naturalmente. Durante mucho tiempo lo hicimos con una bomba de 50 HP, pero los costos de la electricidad fueron creciendo y hoy es imposible, se necesitan entre 150 y 200 pesos por hectárea para regar. De ahí la necesidad de crear una especie de canal natural”, contó “Lana”, como lo conoce la mayoría a este productor local. El diseño de la noria fue exclusividad de Antonino, que contó con el aporte de varios conocidos para reunir los materiales (tambores de 200 litros, tachos de pintura, rulemanes, hierros y chapas) y de Fabián, un amigo que ayudó a construirlo. La enorme estructura tiene 9,5 metros de largo, 4,5 de ancho y 5,75 de alto, está apoyada sobre una especie de balsa construida con 18 tambores, que permite que la noria siempre esté a nivel del río para que la extracción sea continua y no dependa de los altibajos de la corriente. Los tambores de la rueda fueron cortados al medio y se ubican en posición contraria a la corriente. Actúan como paletas y generan la tracción que necesita la rueda para girar. Según explicó “Lana”, la noria permite sacar entre 35 y 40.000 litros por hora, con los que riega 20 hectáreas en las que hay plantaciones de pera y ciruela. La idea es hacerle unas modificaciones para duplicar la capacidad de extracción. Para ello tiene pensado colocar una segunda línea de tachos de pintura y así llegar con el riego a la totalidad de la chacra, que está a unos siete kilómetros del puente, camino a la bocatoma. Mientras tanto Juan disfruta junto a su familia de un sueño hecho realidad y que además sirve para continuar desarrollando la actividad frutícola.
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