Imputados por el crimen del cipoleño en Allen pidieron el cese de la prisión preventiva

Se trata de tres de los cuatro acusados de participar en el asesinato de un cipoleño que fue acribillado en su auto en junio de este año.

Mañana el juez Daniel Tobares resolverá el pedido de los abogados.

Tres de los cuatro imputados por el crimen de un cipoleño en Allen, solicitaron a través de sus abogados el cese de la prisión preventiva.

El hecho ocurrió a fines de junio, en el barrio San Juan, sobre calle Formosa, a metros del corralón municipal. Allí fue acribillado en su auto César Manríquez Figueroa, de 71 años.

El defensor penal público de uno de ellos, Oscar Mutchinick, sostuvo que “no hay prueba material que conecte a mi asistido con el hecho, cuestión que sí ocurre con el primer imputado. Lo que pasó con mi defendido es que a través de cruces de medios de comunicación y dos meses después de la primer formulación, la fiscalía resolvió detenerlo y el sujeto estaba en su casa”.

El sujeto está acusado de ser “coautor del delito de portación de arma de fuego de guerra, robo con armas en poblado y en banda, todo en concurso real con homicidio crimiminis causa”.

El letrado manifestó que su asistido «asume el compromiso de no salir del país, más allá de que se resuelva la prohibición para hacerlo, y presentarse diariamente en la comisaría más cercana a su domicilio”.

Por su parte el fiscal del caso, Luciano Garrido, junto con el abogado de la familia, sostuvieron que en el momento de solicitar la medida cautelar de este imputado, se “analizaron los riegos de manera unipersonal, y se consideró la posibilidad económica, la cuestión concreta de que inmediatamente después del hecho, este hombre salió del país más de 20 días, tal como indica el informe de Migraciones. En este caso se ponderó el riesgo procesal de fuga, y que estando cumpliendo una condena, este hombre se dio a la fuga”.

Mañana a las 8 se conocerá el dictamen del juez Daniel Tobares.

Un sobrino de la víctima señaló que el motivo del crimen fue un robo. Según contó, a Manríquez le tendieron una trampa, ya que tenía una reunión con dos mujeres en Allen. «Aprovechándose de la relación que mantenían con Manriquez Figueroa, lo citaron telefónicamente y mantuvieron constante comunicación para asegurarse de que acuda a la cita”, agregó el fiscal.

Garrido señaló luego que dos sujetos llegaron al auto y tras romper el vidrio, le efectuaron dos disparos que le provocaron la muerte.


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