Increíble 70-68
Se batieron todos los récords y será muy difícil que se repita algo así.
Al final fue derrota para Mahut, que igual quedará en la historia.
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Además de ganar el partido más largo de la historia del tenis, John Isner celebró que su figura lucía más estilizada, aunque por poco tiempo: tras estar más de 11 horas en la cancha con Nicolas Mahut, aseguró que las hamburguesas serán su principal reconstituyente. “Trabajo duro para quitarme ese exceso que tengo en el estómago”, dijo Isner sonriendo tras el encuentro en el que se impuso a Mahut por 6-4, 3-6, 6-7 (7), 7-6 (3) y 70-68 y mientras se señalaba la camiseta. “Algo bajé, pero me comería 12 hamburguesas ahora”, dijo feliz después de 11 horas y cinco minutos de partido repartidos en tres días. Durante las siete horas del miércoles consumió tres bananas, 12 barras energéticas y más de 40 botellas de agua. Estoy un poco cansado”, dijo el ganador segundos después del triunfo válido por la primera ronda, reflexión que generó la risa de las casi 1.000 personas repartidas en las gradas y balcones de la modesta cancha 18 del All England. Mahut no estaba para bromas. Cuando terminó el partido hundió su cabeza en una toalla y se permitió una leve sonrisa cuando habló en la cancha. Pese al cansancio, Isner dijo que no está a favor del tie-break en el quinto set, como sí ocurre en el US Open. “Hay que seguir jugando. Aunque en un momento me pregunté si no sería apropiado hacer un desempate en 20-20”. “Jugamos después de ellos. ¿A qué hora deberíamos calentar?”, habían bromeado los hermanos doblistas estadounidenses Bob y Mike Bryan vía Twitter. Finalmente, Isner, al resto, conectó un par de devoluciones que complicaron al francés y un passing-shot de revés paralelo terminó definiendo el maratón después de una hora y seis minutos de juego ayer. Isner, una torre de 2,08 metros se desplomó en el raleado césped, recibió un abrazó de un serio Mahut y los aplausos de John McEnroe, Tracy Austin y Jimmy Connors, presentes en el estadio. Ambos jugadores, más el árbitro sueco de origen marroquí Mohamad Lahyani, recibieron unos presentes en la cancha, y después posaron junto al tablero electrónico. “Yo viajo en clase Turista. Para mí sentarme siete horas en la cancha es nada”, dijo Lahyani. Es increíble ver algo así, jamás se repetirá en la historia. El nivel del tenis no fue el mejor, pero seguramente era algo que no te permitía levantarte de la silla”, dijo Connors, comentarista de Tennis Channel. “Cuando entré al vestuario y recibí las felicitaciones de mis colegas me di cuenta de la dimensión mundial que había alcanzado este partido”, dijo Isner. En los balcones, la gente se asomaba peligrosamente. De hecho, durante el choque entre la polaca Agniezka Radwanska y la italiana Alberta Brianti, el primero de la jornada, ya había personas reservando su lugar. “Espero que mi carrera no sea recordada sólo por esto, creo que tengo lo que se necesita para ganar un Grand Slam”, afirmó el estadounidense. Se rompieron todos los récords, además de la duración, fueron 183 games, 138 en un set (el quinto), 112 los aces que logró Isner (Mahut metió 103) y 246 los tiros ganadores del estadounidense. Isner regresará hoy para la segunda ronda, frente al holandés Thiemo de Bakker. Su partido de dobles, en compañía de Sam Querrey, fue postergado también para hoy.
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