Industria del chocolate, entre la crisis y la competencia

La multitud que asiste a la Fiesta del Chocolate augura mejores ventas, pero quienes lo producen se enfrentan a variables de las más diversas. Intentan superar la estacionalidad del producto.

La Fiesta Nacional del Chocolate encuentra a las empresas del sector en un momento de transición, afectadas por la crisis económica general y con una agresiva competencia de precios, en el intento de mantener mercados y niveles de venta.

Las fábricas más chicas de chocolate artesanal tienen dificultades para hacer pie y admiten que en la actual semana de Pascuas el mercado está más restringido que otros años. Los clientes consultan mucho antes de comprar, y cuando se deciden gastan menos de lo esperado.

Un factor cada vez más decisivo son las ventas externas, a través de sucursales o franquicias. Las grandes chocolaterías como Rapa Nui, Del Turista, Mamuschka y Abuela Goye tienen locales en Buenos Aires que representan en algunos casos más de la mitad de su facturación y les permiten sortear la estacionalidad.

Leticia Fenoglio, de Rapa Nui, dijo que esta Pascua “no es de las mejores ni de las peores” para esa empresa. Aseguró que “hay mucho movimiento de gente” y estimó que las ventas estarán igual o por arriba del año pasado.

La gran mayoría de las chocolaterías están ubicadas sobre la calle Mitre y una recorrida por las primeras cuadras permite comprobar que existe una gran variedad de precios. El kilo de chocolate en barra cuesta entre 300 a 800 pesos –según la vidriera– y los huevos de pascua bastante más: entre 500 y 1.500 pesos el kilo. En estos últimos influye la decoración y la mayor mano de obra.

Fenoglio dijo que Rapa Nui y otras fábricas producen el chocolate “desde cero, a partir de la materia prima básica”, algo que no pueden garantizar los que venden a menor precio.

Los niveles de venta no repuntan y –según un conocedor del mercado– “eso se puede comprobar cuando aparecen los descuentos y las promociones de ‘4 por 3’”, que ya abundan en las vidrieras,

Luis Brogger, propietario de Tante Frida, afirmó ayer que “la actividad está en una meseta” porque el chocolate “es un producto suntuario y la gente tiene menos dinero”.

El dato

Datos

300
pesos es el punto de partida para el precio del kilo de chocolate, que varía siempre según la calidad.

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