Inhumaron los restos del subcomisario Alonso

VIEDMA (AV)- Muestras de dolor y congoja se vivieron ayer en el velatorio y la inhumación de los restos del policía Aníbal Alonso, asesinado en Pilcaniyeu el martes cuando pretendió requisar el vehículo de un joven que trasladaba un ciervo en el baúl y que le disparó a quemarropa. Los restos de Alonso fueron inhumados con honores en el cementerio de Viedma, se formó una guardia de honor y se le hizo entrega a su familia de una bandera Argentina, una de la provincia de Río Negro, así como la gorra de su uniforme de gala. Participaron de la ceremonia sus hijos, uno de ellos policía que recién comienza su carrera, esposa, otros familiares y amigos, además de una importante cantidad de uniformados, funcionarios y vecinos que se acercaron ala necrópolis local a despedir al subcomisario. En la oportunidad, el gobernador Weretilneck, presente en el acto sostuvo que “es un momento muy triste, en el que compartimos el dolor de la viuda de Alonso, sus hijos, toda su familia, así como toda la institución policial. Estos son los riesgos de una actividad que tiene una gran vocación de servicios pero también sus peligros”. Dijo que “así como siempre exigimos que la Policía se comporte respetando los derechos humanos y el marco de la Constitución y las leyes, también requerimos a la Justicia el máximo rigor y penas para aquellos que atacan, lastiman y asesinan a los policías”. En relación al hecho en sí, dijo que “hay personas que no tienen respeto por la vida y ni siquiera la valoran. Lo vemos permanente no sólo en Río Negro sino en todo el país. En este caso particular, una persona que había cometido una contravención como la caza ilegal de un ciervo, para evitar ser atrapado termina con la vida de un ser humano”, remarcó el mandatario provincial.


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