“Inoperancia de AIC y el gobierno neuquino”

“La tormenta perfecta”, anuncian estos dos entes a través del diario “Río Negro” (12 de julio, página 6). Mencionan, basados en un megaestudio de AIC, la posibilidad temida en su momento de rotura de El Chocón y una posibilidad peor, la denominan “la tormenta perfecta”. Y como para que no queden dudas de que sería un desastre, subtitulan: “La crecida no podría sostenerse”, “Diez ciudades bajo el agua”, “Medio país sin gas”. Detalla AIC: máxima crecida probable de 25.070 m³ por segundo. No dice una palabra sobre si en la historia hídrica del río Neuquén se dio alguna vez semejante crecida. Y con respecto a la “probabilidad” de ocurrencia, para nada la dimensionan. Nada dicen de cuáles serían los factores meteorológicos que deberían coincidir, ni sus dimensionamientos, para que esta “tormenta” ocurra. Eso sí, describen minuciosamente las catastróficas consecuencias: usinas, pueblos, instalaciones, etc., quedarían bajo el agua. Y agregan “hasta Villa Regina”, como diciendo “no se salva nadie”. Bien descripto el apocalipsis, pero sin ninguna explicación de por qué podría producirse. ¿Cuál es el fin de anunciar por el medio de mayor difusión regional semejante tema de esta forma? Lo que lograrán sin duda es alarmar (más por la forma que por el contenido). Dejan la sensación, al no extenderse en otros comentarios (medidas de prevención, alarmas tempranas, desvíos de cursos de agua hacia planicies, etc.), de que, de ocurrir, estaremos perdidos. ¡Linda forma de informar la de nuestros gobernantes! Y planteo otro cuestionamiento: ¿merece credibilidad un estudio, información o documentación emanada de un ente como AIC? Yo dudo. No fueron capaces de evitar el grave grado de contaminación que afecta la cuenca hídrica Limay-Neuquén-río Negro, que desde hace años viene siendo denunciada por la población, medios periodísticos y legisladores, lo que provocó la iniciación de un juicio penal en el Juzgado Federal de General Roca (patrocinado por varios legisladores y la Defensoría del Pueblo de Río Negro) que pretende demostrar la inoperancia y responsabilidad de AIC –o sea, del gobierno neuquino– en este tema. Y como colofón a la publicación comentada, el señor Elías Zapag, autoridad máxima, declara textualmente: “Sólo Chihuido puede contener esa crecida”. Si no se pudiera hacer Chihuido, ¿qué pasa? ¿No habría otras soluciones? ¿Nos suicidaríamos? Creo que a nadie se le escapa hoy la importancia que para el futuro de Neuquén y Río Negro tiene la obra Chihuido. También se puede intuir la conveniencia de que se destaque su necesidad cuando se está gestionando su financiación, pero creo que no debe hacerse en términos catastróficos. Felicitando a todos aquellos que contribuyan pensando en el futuro, en la concreción de la represa, también digo que es necesario que piensen en el hoy inmediato. La falta de plantas de tratamiento de efluentes y la proliferación de basurales están degradando el medioambiente de la Patagonia, prístina región que el mundo admira (y envidia) por su belleza, su reserva acuífera y sus riquezas; y aún es una de las regiones menos contaminadas del mundo. Téngase en cuenta que su población aumenta velozmente y que sólo la acción de los gobiernos provinciales puede solucionar este problema, porque además son los responsables directos por ser operadores de los tratamientos de residuos y efluentes comunitarios, e indirectos por omisión, teniendo el poder y la obligación de controlarlos si no sancionan a los contaminantes privados. Carlos López, DNI 4.820.317 Roca

Carlos López, DNI 4.820.317 Roca


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