iPod Nano
FRANCO GUTIERREZ
Cuando me enteré del lanzamiento del iPod Nano, mi pregunta fue: ¿cuál es la razón por la que una empresa como Apple decida, de un día para el otro, desplazar del mercado al reproductor de música más vendido del mercado, el iPod Mini, por un producto de menor capacidad y más caro? Con el correr de los días me fui dando cuenta del motivo: en Apple no se han disparado en el pie, han confiado ciegamente en que este nuevo reproductor agrandará aún más su cuota de mercado, y una vez más, le han dado una cachetada de innovación al mercado de los reproductores portátiles. Veamos por qué el iPod Nano es un éxito y, hoy, nuestro producto recomendado.
Sin dudas, una de las cosas que diferencian a Apple de otras empresas es su extremo cuidado en los detalles de sus productos y hasta de sus cajas. Abrir un iPod Nano (o cualquier producto Apple) es toda una experiencia; uno siente que tiene una joya en sus manos. El reproductor viene incrustado en una de las dos cajas, y su tamaño es realmente impresionante. En la otra caja encontrarán el cable USB, el adaptador para base Dock, los auriculares y el software (iTunes y iPod Updater), todos en bolsitas separadas y cuidadas hasta el máximo detalle.
El iPod Nano es el primer modelo de la línea iPod que viene en dos colores, blanco y negro. La pantalla es alucinante, tiene un brillo similar al de los iBooks, que nos permite ver perfectamente desde cualquier ángulo, a tal punto que es un placer mirar fotos en el mismo reproductor.
Los controles, como en los modelos anteriores, siguen reducidos al mínimo posible, y la conocida zona sensible al tacto que permite controlar el menú y las opciones de cada canción hacen que escuchar música y ver fotografías con un iPod Nano sea un juego adictivo.
Además de su tamaño, el iPod Nano incluye funciones extra que no tenían los anteriores modelos: Reloj mundial (con zonas configurables), un cronómetro, posibilidad de sincronización con Outlook y una utilidad para bloquear la pantalla, todas envueltas en una interfaz gráfica realmente admirable y que diferencia a este reproductor de otros en el mercado.
El único problema del iPod Nano (y de todos los iPods en general) es que el software incluido es iTunes. No está mal para los usuarios de Mac, pero los que tenemos PC estamos acostumbrados a usar otras variantes tal vez más atractivas y menos «vendedoras», como Winamp o Foobar2000. Existen programas que permiten desbloquear el Nano para poder usarlo como disco extraíble, y así poder arrastrar y soltar canciones en el Explorador de Windows (Podmaxx es uno de ellos), pero por lo que hemos probado, no se llevan bien con este iPod.
Memoria Flash, batería de hasta 14 horas de duración, extremadamente durable (a mí se me cayó varias veces, y siguió funcionando sin problemas), calidad de audio subjetivamente buena y un tamaño diminuto hacen del iPod Nano un producto recomendable. Si no les molesta pagar unos dólares más, éste es su reproductor de música.
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