“Jamón, queso de vaca y salamín”
Hay organismos que no merecen ni siquiera el mínimo respeto. Ni hablar de los que ponen para hacer cumplir las leyes y lo hacen a su gusto y piacere. Empleados deFunbapa me pararon en Santa Isabel. Venía de Mendoza con un jamoncito casero que me hicieron en San Luis (1kgr. sin hueso), un trozo de queso de vaca y un salamín; todo casero y en condiciones de salubridad, porque la ley dice que no puede entrar carne con hueso. Mostré mi condición de diabético y expliqué que cada dos horas debía comer. Hicieron caso omiso, se metieron en mi propiedad privada que es el auto, sin autorización de nadie, y en forma descortés se me dijo que ellos eran empleados. Volví a insistir sobre mi enfermedad y luego intervino un pobre policía que ni sabía para qué estaba allí. Ni siquiera tienen en cuenta los kilómetros que se hacen al volante… Nos quejamos de épocas pasadas, pero ésta es peor. Cuando yo transitaba por las rutas argentinas jamás me pararon, ni siquiera para saber si era montonero o no. Hoy estamos peor, por este gobierno que sigue con su mala praxis. Hice quemar lo que tenía con las consecuencias que pueden imaginarse, y con una tormenta de tierra y viento que demoró tres horas más mi viaje. Ellos te secuestran la mercadería y la disfrutan con sus familiares. Por ello, recomiendo a los conductores que escondan lo que tengan porque los Funbapa son la cretinidad llevada a la enésima potencia. Jorge Álvarez Funes CIPF 4.341.582- Neuquén
Jorge Álvarez Funes CIPF 4.341.582- Neuquén
Hay organismos que no merecen ni siquiera el mínimo respeto. Ni hablar de los que ponen para hacer cumplir las leyes y lo hacen a su gusto y piacere. Empleados deFunbapa me pararon en Santa Isabel. Venía de Mendoza con un jamoncito casero que me hicieron en San Luis (1kgr. sin hueso), un trozo de queso de vaca y un salamín; todo casero y en condiciones de salubridad, porque la ley dice que no puede entrar carne con hueso. Mostré mi condición de diabético y expliqué que cada dos horas debía comer. Hicieron caso omiso, se metieron en mi propiedad privada que es el auto, sin autorización de nadie, y en forma descortés se me dijo que ellos eran empleados. Volví a insistir sobre mi enfermedad y luego intervino un pobre policía que ni sabía para qué estaba allí. Ni siquiera tienen en cuenta los kilómetros que se hacen al volante... Nos quejamos de épocas pasadas, pero ésta es peor. Cuando yo transitaba por las rutas argentinas jamás me pararon, ni siquiera para saber si era montonero o no. Hoy estamos peor, por este gobierno que sigue con su mala praxis. Hice quemar lo que tenía con las consecuencias que pueden imaginarse, y con una tormenta de tierra y viento que demoró tres horas más mi viaje. Ellos te secuestran la mercadería y la disfrutan con sus familiares. Por ello, recomiendo a los conductores que escondan lo que tengan porque los Funbapa son la cretinidad llevada a la enésima potencia. Jorge Álvarez Funes CIPF 4.341.582- Neuquén
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