Sostiene Daulte: “Los superhéroes son un invento del teatro”

El reconocido dramaturgo estuvo en Roca como parte del sexto Festival Nacional de Teatro. “Río Negro” mantuvo un diálogo sobre el teatro como hecho social y más.

Nos encanta la tecnología, la virtualidad, el 3D y la monster screen, pero nos siguen conmoviendo esos personajes actuando ahí, delante nuestro, de cuerpo presente, ellos y nosotros. Por alguna razón, seguimos yendo al teatro y el teatro nos sigue (con)moviendo. ¿Por qué?

Javier Daulte, uno de los dramaturgos más influyentes del teatro argentino actual, estuvo en Roca, hace unos días, participando del sexto Festival Nacional de Teatro, organizado por Fundación Cultural Patagonia, con su obra “Clarividentes” y con una serie de charlas. Nadie mejor que él para responder a esa pregunta y otras en un encuentro con “Río Negro”.

P- Qué es el teatro?

R- Es un espacio de encuentro. Cuando hago teatro, es una manera de entender el mundo. Crea lazo social. El teatro es de las artes más evolucionadas que tenemos los seres humanos, más que la literatura y, ni hablar, que el cine, que escasamente tiene algo más de cien años. Y en todos estos años de evolución del teatro, que se cuentan de a miles, ha variado y modificado su modo de hacerse, pero lo que no ha variado es su soporte. La música cambió un montón de veces de soporte, el cine y la literatura también. El teatro, no. El soporte del teatro es el encuentro vivo del público y el artista. Sin ese encuentro no hay teatro.

Es también un arte complejo, con reglas que se han desarrollados mucho artísticamente hablando. El teatro no es sólo una con actores que cuentan una historia. Teatro también es una performance, una intervención y al mismo tiempo es un arte sumamente sólido. Hoy es más probable que desaparezca el cine y sigamos haciendo teatro.

P- En tiempos de tanta tecnología, ¿qué encontramos en el teatro que aún nos sigue conmoviendo?

R- Yo creo que sigue funcionando la ilusión: hay actores vivos, una historia y nosotros sentados allí. La tecnología también le aporta cierta espectacularidad al teatro, pero eso tiende a transformar al teatro en un parque temático, en Disney (risas). Yo creo que el teatro sigue siendo ese espacio donde se produce una ilusión con nada (de tecnología): un actor vivo, allí, en ese momento, con su emoción, atravesado por un texto que tiende a ser eterno, porque está escrito y dentro de cien o mil años lo puedo volver a leer. Lo decía el gran dramaturgo Ricardo Monti: ‘el teatro es ese cruce entre lo eterno y lo efímero’.

Un momento de “Clarividentes”, la obra de Javier Daulte, durante su puesta en escena el miércoles pasado en FCP.
Andrés Maripe

P- También hay cosas que el teatro nos sigue planteando como sociedad y que logra movilizarnos como no lo hacen otras manifestaciones del arte, no?

R- El tema de indagar el comportamiento humano como no lo logran otros artes es, en parte, porque el teatro tiene una poética de los cuerpos en vivo sobre un escenario. Cuando el teatro te conmueve, te toca, no se compara con nada. Y cuando el teatro te aburre te querés matar (risas)

P- ¿Por qué cuando logra eso no se compara con nada?

R- Porque tiene más que ver con una experiencia religiosa y está ocurriendo entre nosotros, estos artistas y nosotros, el público. En el teatro, como público, me siento parte. Es una experiencia intransferible la.

P- ¿Qué nos llega hoy de aquel milenario teatro griego del cual aún seguimos leyendo sus obras?

R- No sé si los griegos eran tan geniales o es que la humanidad ha evolucionado poco (risas), pero sigue estando todo allí. Eso es lo asombroso de los clásicos: seguimos iguales. En el teatro griego está contenido, de algún modo, todo. La ficción tiene una curiosa particularidad que va de los grandes acontecimientos al detalle y del detalle a lo enorme. Y la fantasía, no? Te cuenta la guerra de Troya, pero también están allí los dioses diciendo lo suyo. Se le da entidad y cuerpo a elementos fantásticos. A mediados del siglo XX, el cine ayudó a introducir el realismo en el teatro y el teatro se olvidó de todos sus aspectos mágicos, los dioses, los duendes, los fantasmas. Todos creen que los superhéroes son un invento del cine y no, son un invento del teatro, que los abandonó durante el tiempo en que se dedicó al realismo. Yo me encargo de recuperar esos elementos fantásticos del teatro. Mucha gente me pregunta ‘¿vos tomás elementos del cine?’ No, le devuelvo al teatro lo que siempre fue suyo.

La intervención de alumnos de teatro durante la inauguración del festival.
Emiliana Cantera

P- ¿Le hizo bien al teatro esa competencia con el cine o lo corrió de su eje?

R- Creo que en algunos casos le ha hecho mucho daño esa competencia, en otros casos no y en otros casos se habrá beneficiado. Hay un lugar donde se espera del teatro un nivel de relato similar al del cine, cuando el teatro puede crear un nivel de relato mucho más ambicioso. Hoy, sobre todo en el teatro comercial, se trata de hacer películas o comedias dramáticas adaptadas al teatro, cuando el teatro puede ir mucho más lejos. El teatro puede revisitarse, hoy seguimos haciendo clásicos griegos. El cine, en cambio, no puede revisitar su viejos textos. Las remakes no forman parte de sus principios como disciplinas.

P- ¿Qué te gusta del teatro?

R- La ceremonia, que es algo que los ingleses tienen muy claro. ¿Por qué son la meca del teatro? Porque ellos entienden la ceremonia. Entienden que el teatro es un hecho que abarca un antes, durante y después de una puesta en escena. Lo primero que hacen los ingleses cuando van al teatro es ir al bar y pedir lo que van a tomar en el entreacto. Cuando vuelven en el entreacto, el barman les tiene preparado el trago. De hecho, las segundas partes de los musicales y de las obras están hechas tomando en cuenta que muchos en el público van a estar un poco borrachos. A los ingleses no se les ocurriría hacer una obra sin entreacto! Este es el lazo social, la ceremonia, el encuentro que genera el teatro y de lo que empezamos hablando.

P- Podríamos decir que el bar es la continuidad de la experiencia teatral.

R- Yo creo que sí.

P- Si salís del teatro y está todo cerrado, sentís que la obra quedó inconclusa.

R- Absolutamente!

Javier Daulte.

¿Quién es?

Javier Daulte (Buenos Aires, 1963), dramaturgo, guionista y director teatral, fue fundador e integrante del ya disuelto grupo Carajo-ji.

Ha recibido más de un centenar de distinciones tanto en el ámbito nacional como fuera del país. Sus obras, todas ellas catalogados de comedias dramáticas, han contribuido a la renovación del teatro en Buenos Aires y Barcelona, introduciendo en sus argumentos elementos fantásticos y de género dentro de una construcción hiperrealista que se manifiesta a través de sus diálogos ágiles y creíbles. Dentro de sus creaciones cabe destacar: Criminal, La escuela humana, Bésame mucho, 4D Óptico, ¿Estás ahí?, Cajeros automáticos, Cómo es posible que te quiera tanto, Caperucita Trucha. Varias de sus obras han sido llevadas al cine. En 2011 recibió el Premio Konex de Platino al mejor director de teatro de la década 2001-2010, y en 2004 el Konex – Diploma al Mérito en la disciplina “Teatro: Quinquenio 1999 – 2003”. En 2012 recibió el ACE de Oro.

El reconocido dramaturgo estuvo en Roca como parte del sexto Festival Nacional de Teatro. “Río Negro” mantuvo un diálogo sobre el teatro como hecho social y más.

Sostiene Daulte: “Los superhéroes son un invento del teatro”

Todos creen que los superhéroes son un invento del cine y no, son un invento del teatro, que los abandonó durante el tiempo en que se dedicó al realismo. Yo me encargo de recuperar esos elementos fantásticos del teatro. Le devuelvo al teatro lo que siempre fue suyo”.

Javier Daulte, dramaturgo, guionista y director teatral.


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