Jeffrey Archer cumple 70 años de una vida con potencial hollywoodense

Sería una historia increíble para una película de Hollywood, aunque quizá parecería algo inverosímil. La vida de Jeffrey Archer tiene todos los componentes de un thriller: se trata de poder, sexo y crimen y de recrear el mito de sí mismo una y otra vez.

Alguna vez, jugó en las primeras ligas de los conservadores británicos, pero debido a varios escándalos cayó cada vez más bajo. Como autor de bestsellers ganó millones con sus novelas y finalmente terminó preso. El 15 de abril cumple 70 años.

No se sabe si alguien ya se aseguró los derechos de la historia de su vida o Archer los hará dinero en algún momento. Siempre supo que quiso llegar a lo grande. “Cuando tenía tres quería tener cinco. Y a los cuatro quería ser primer ministro”, dijo alguna vez.

Hoy en día está especialmente orgulloso de su carrera como autor de thrillers y novelas ligeras. En todo el mundo ya vendió, según dice, 250 millones de libros. Las ideas para sus libros suelen provenir de sus propias experiencias. En la biografía que figura en su página de Internet no silencia que estuvo en la cárcel, pero tampoco profundiza en los costados menos luminosos de su vida.

Todo comenzó como en un cuento de hadas: el joven Archer -hijo de una periodista y de un soldado profesional- era extremadamente talentoso y recibió una beca para una renombrada escuela en su lugar de nacimiento, el condado inglés de Somerset. Más tarde estudió en Oxford y comenzó allí, junto a su carrera académica, una segunda como atleta. De hecho, era tan bueno que fue aceptado en la selección británica y participó de los Juegos Olímpicos en 1964.

Ya en sus tiempos de estudiante quedó demostrado el talento de Archer como relacionista público. Es así como logró juntar al entonces primer ministro conservador Harold Macmillan y a los Beatles en una misma mesa con un buen fin. En 1969 se convirtió en el representante conservador más joven en la Cámara Baja británica. Pocos años después sufrió la primera caída: tras una inversión fallida en una empresa fraudulenta canadiense, se vio involucrado en un proceso por calumnias. Finalmente renunció a su mandato parlamentario.

Sin embargo, su renacimiento no se haría esperar. En 1975 publicó “Not a Penny More, not a Penny Less” y comenzó una carrera espectacular como autor de bestsellers fáciles de leer. Sus libros, como “Caín y Abel”, suelen estar ambientados en el mundo político o financiero e incluyen las propias experiencias de Archer.

A partir de principios de los 80 Archer trabajó incansablemente en su regreso político y finalmente en 1985 se convirtió en secretario general suplente de los conservadores. Sin embargo, el próximo escándalo no se hizo esperar mucho: los diarios informaron que Archer había dado a una prostituta un sobre con dinero. Archer reconoció la acción pero negó exitosamente la versión de los diarios según la cual se trataba de la remuneración por sus servicios amorosos. Dado que le dieron la razón, su carrera política no sufrió el impacto. En 1992 fue ascendido a la nobleza por sus servicios al Partido Conservador, mientras que en 1999 fue candidato a la alcaldía de Londres.

Fue entonces que llegó el gran escándalo: saltó que en el proceso relacionado con la prostituta, Archer instigó a un amigo a realizar declaraciones falsas. Fue condenado a cuatro años de prisión por perjurio. Cumplió dos años de la sentencia y luego fue liberado. También entonces supo qué hacer de su vida: escribió un libro sobre sus tiempos en prisión. Hace poco sacó un libro sobre la Biblia y Judas. Y anunció que cubrirá a sus oponentes de demandas. De seguir así, lo más probable es que nunca se agote el material para sus novelas.

dpa