Bariloche: conceden el arresto domiciliario a un hombre imputado por intento de femicidio
El juez de garantías rechazó prorrogar por dos meses la prisión preventiva del sospechoso, como planteaba la fiscalía que advirtió que la víctima tenía "mucho miedo" si su expareja recuperaba la libertad. El magistrado admitió la propuesta de la defensa.
El juez de garantías de Bariloche Víctor Gangarrosa desestimó el pedido de la fiscal Silvia Paolini de prorrogar por dos meses la prisión preventiva para un imputado de intento de femicidio. En cambio, el magistrado admitió el pedido de los defensores particulares del sospechoso y le otorgó la prisión domiciliaria hasta el 14 de noviembre próximo.
Gangarrosa ordenó que ese arresto domiciliario lo cumpla con monitoreo electrónico y que el personal de la comisaría más cercana al domicilio haga rondas permanentes para verificar el cumplimiento de la medida. Y le prohibió al imputado cualquier tipo de contacto con la víctima.
Gangarrosa aceptó el planteo de los defensores particulares Luciano Magaldi y Ezequiel Palavecino, que había solicitado la excarcelación o, en forma subsidiaria, la prisión domiciliaria.
El hecho que le atribuyen al imputado
Según la acusación fiscal, el sospechoso se presentó la tarde del 13 de julio pasado, en el domicilio donde la mujer vive, en un sector de la zona este de Bariloche. En la vivienda hubo una fuerte discusión. La víctima pretendía que el hombre (cuya identidad se mantiene en reserva para proteger a la mujer) se vaya del domicilio donde habían convivido durante 11 años. De hecho, tuvieron dos hijos durante la relación de pareja.
El varón enfureció. Salió de la vivienda y retornó con un bidón con combustible (falta determinar qué tipo de combustible ) y la roció. Después, el imputado intentó sacarle la ropa rociada con el líquido. Paolini recordó que la mujer pudo liberarse y fue hasta la subcomisaría 80 a pedir ayuda.
Señaló que había denuncias por violencia familiar (ley 3040) contra el imputo, que incumplió una prohibición de acercamiento a la víctima, que le habían impuesto una jueza de Familia. Aunque no ofreció una evidencia de la vigencia de esa prohibición.
Al sospechoso lo imputaron el 15 de julio pasado por el hecho que la fiscalía calificó de manera provisoria como intento de femicidio doblemente agravado por haber sido perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género. Gangarrosa dirigió esa audiencia. Admitió los cargos formulados por la fiscalía y le impuso la prisión preventiva por dos meses. La fiscalía había pedido cuatro meses de preventiva.
La discusión por la prisión preventiva
En la audiencia del jueves, que se desarrolló en los Tribunales de la calle John O´Connor al 20 de Bariloche, Paolini pidió la extensión de la prisión preventiva por dos meses para el imputado.
Sostuvo que la mujer se encontraba en una situación de “ vulnerabilidad y violencia crónica”. Dijo que la víctima estaba “muy asustada” ante el riesgo de que su expareja recuperara la libertad. Y, por eso, pedía que el sospechoso continuara en preventiva en una comisaría, donde estuvo alojado estos dos meses últimos.
La fiscal presentó capturas de estados de WhatsApp del imputado con mensajes dirigidos a la mujer. “Hola por favor te pido que no me dejes acá, recordá todo el tiempo que vivimos y nuestros hijos que formamos. Te lo ruego de verdad”, fue uno de los mensajes que el imputado publicó en un estado de WhatsApp que la fiscal leyó en la audiencia. “Ayúdame. No me castigues así. Ayúdame por favor. Hacélo por ellos”, fue otro mensaje que la víctima presentó como evidencia.
Paolini dijo que había un entorpecimiento de la investigación por parte del imputado y alegó que era necesario mantener la preventiva sobre el sospechoso, para que la víctima pueda declarar en el juicio en forma libre.
La pericia que falta
Explicó al juez que solo falta el resultado de la pericia que pidieron a la Policía Federal, en Buenos Aires, para que determine qué tipo de combustible fue el que el sospechoso arrojó sobre la víctima el día del hecho.
Magaldi sostuvo que la pericia faltante se puede producir con el imputado en arresto domiciliario. Planteó que los mensajes presentados por la fiscal “no son violentos o amedrentantes. Pueden haber sido molestos para la señora”.
“No debería haber sucedido”, admitió el defensor, pero advirtió que valorar negativamente esa situación sería exacerbado para justificar la extensión de la prisión preventiva.
Para la defensa no hay intento de femicidio
El defensor aseguró que la situación de su asistido está comprendida por el artículo 43 del Código Penal. “El autor de tentativa no estará sujeto a pena cuando desistiere voluntariamente del delito”, dice ese artículo.
Y mencionó que el imputado la roció con un combustible, pero después intentó sacarle la ropa rociada para que no lo denuncie. Enfatizó que el sospechoso “no tenía encendedor”. Observó que el hecho ocurrió en una vivienda pequeña.
“Estaban a un metro y medio de la cocina”, describió e insistió que el imputado “no buscó ningún fósforo ni encendedor”. Por eso, el defensor afirmó que el hombre “nunca quiso concretar esta conducta que hoy le endilgan”.
Magaldi comentó que “donde más injusticias se cometen dentro del sistema penal es con las prisiones preventivas más cuando la denunciante es una mujer y las instrucciones del Ministerio Público Fiscal no tienen otra opción”.
Para el defensor, “este caso jamás podrá prosperar en un control de acusación con esta calificación: tentativa de femicidio doblemente agravado por haber sido perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género”.
Recordó que su asistido no tiene antecedentes penales. Dijo que el imputado fue hasta la comisaría cuando lo llamaron, tras la denuncia de la pareja, para ponerse a derecho. “Se exacerba una conducta para justificar la medida más gravosa”, manifestó. Por eso, se opuso a la extensión de la prisión preventiva.
“Esta violencia crónica, que dice la fiscalía, no existe. Él había denunciado en dos oportunidades a la denunciante”, afirmó el defensor. “No estamos en presencia de un hombre violento. No tiene ningún antecedente”, reiteró.
Palavecino argumentó que la mujer es la que buscó al imputado porque revisó los estados de WhatsApp de su expareja. Señaló que ella no lo bloqueó.
Y planteó que la demora en las pericias por parte de la fiscalía no se le puede reprochar al sospechoso y en virtud de ese retraso extenderle la prisión preventiva.
La decisión del juez
Gangarrosa resolvió rechazar la prórroga de la prisión preventiva por dos meses como había pedido la fiscalía y concedió la domiciliaria al sospechoso.
Tuvo en cuenta que los defensores presentaron en la audiencia dos informes de la unidad (Uadme) de control de los dispositivos electrónicos, que se le colocan a las personas que deben cumplir medidas cautelares, que avaló los domicilios ofrecidos para que el imputado cumpla el arresto domiciliario.
Y recalcó que como a la ficalía le falta el resultado de una pericia que hará la Policía Federal, el imputado no puede entorpecer esa peritación.
El juez de garantías de Bariloche Víctor Gangarrosa desestimó el pedido de la fiscal Silvia Paolini de prorrogar por dos meses la prisión preventiva para un imputado de intento de femicidio. En cambio, el magistrado admitió el pedido de los defensores particulares del sospechoso y le otorgó la prisión domiciliaria hasta el 14 de noviembre próximo.
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