Crimen del «Ruso» Auer en Neuquén: «No solo se llevaron su vida, también la mía y la de toda su familia»

Se realizó la audiencia de determinación de la pena contra los cuatro acusados de intervenir en el homicidio del dueño de agencias de quiniela. El veredicto se conocerá el viernes.

El fiscal jefe de Homicidios, Juan Agustín García, pidió que se condene a prisión perpetua a Franco Miguel Livello, Jorge Marcelo Sosa y Jorge Falconi, y a 18 años de prisión a Gabriel Castro, los cuatro responsables del homicidio de Miguel «Ruso» Auer, ocurrido en Neuquén el 24 de octubre del año pasado.

Las defensas, en cambio, solicitaron penas sustancialmente inferiores: 7 años pidió Elio García para Castro; 14 para Sosa y 10 para Livelo pidió Melina Pozzer, y 10 años para Falconi solicitó Carlos Tejeda.

El juez Cristian Piana dará a conocer su veredicto el viernes. Los abogados de los imputados presentarán una impugnación contra la decisión del jurado popular, que será tratada en el futuro por otro tribunal.

Contrapunto por el daño causado


Como sucedió a lo largo del juicio por jurados que se realizó en octubre último, en la audiencia de determinación de la pena o de cesura se produjo un fuerte contrapunto entre la fiscalía y las defensas.

El fiscal jefe García dijo, por ejemplo, que la extensión del daño causado por el asesinato de Auer «no lo puedo expresar» en cantidad de años de condena. «Es inconmensurable, solamente sus familiares lo saben».

En cambio las defensas, si bien dejaron a salvo que el hecho fue grave, hicieron hincapié en que las actividades comerciales de Auer continúan; sus familiares no tienen apremios económicos y «no dejó huérfanos» porque no tuvo hijos con su última pareja.

Lo contrapusieron con la situación de los imputados: la mayoría atraviesa problemas económicos y sufre problemas de salud en la cárcel.

El «Ruso» era padre por un matrimonio anterior. En el público estaban una hija con su madre; también un hermano y otros familiares y allegados que no faltaron a ninguna audiencia.

El fiscal García se preguntó: «Si la actividad económica continúa, ¿disminuye el daño causado?. Que no se haya casado ni tenido hijos con su última pareja, ¿disminuye el daño? Aun si no hubiera tenido proyectos de vida, el daño que ocasionaron es inconmensurable».

La fiscalía presentó una sola testigo en esta instancia, la última pareja de Auer, con quien convivió dos años. En un conmovedor relato, recordó que el domingo anterior al crimen -ocurrido un lunes- la víctima hizo un asado y empezó con los trabajos para construir una pileta, «que es lo que quiere tener todo guardavidas» (una de las actividades del «Ruso»).

«Él hizo un asado e hizo el pozo para la pileta, mientras ellos ya estaban armando ese plan siniestro para engañarlo y para matarlo», declaró entre lágrimas.

«Éramos muy felices. No sólo se llevaron su vida, también la mía y la de toda su familia», agregó.

Los testigos de las defensas


A continuación declaró uno de los hijos de Castro, quien viene sosteniendo la inocencia de su padre desde el primer día. También fue conmovedor porque habló desde su sufrimiento como hijo.

Castro quedó involucrado en el caso porque desde su teléfono mantuvo contactos con Auer para una supuesta compra de dólares; esa fue la excusa que encontró la banda para acceder al búnker del comerciante en el edificio de diagonal 9 de Julio 43, tercer piso. Además, quedó registrado en las cámaras de vigilancia y en la geolocalización de los teléfonos de sus cómplices.

Otro testimonio desgarrador fue el de la esposa de Sosa, señalado como autor material de los balazos contra la víctima, quien murió en el hospital el 4 de noviembre del 2022. La mujer habló de los problemas de salud de la hija de ambos, de 9 años. Requiere consultas anuales con un especialista en Mendoza, y no pudo asistir a la última por problemas económicos. También reveló que sufre bullying en la escuela y está bajo tratamiento psicológico.

Un comerciante amigo de Livello hizo lagrimear al imputado cuando declaró que no lo creía capaz del hecho que le atribuyen. Para la fiscalía, fue el ideólogo de todo el ataque. Era amigo de Auer desde hacía muchísmos años y cliente de sus agencias, donde tenía una cuenta corriente.

Otro contrapunto


Distinto fue el interrogatorio a la esposa de Falconi. Después de contestar preguntas de la defensa y sostener la inocencia de su marido, tuvo un cruce con el fiscal García.

-¿Usted presenció  el juicio? -le preguntó el fiscal jefe.

-Sí.

-¿Escuchó que se reprodujeron audios de intervenciones telefónicas?

-Sí.

-¿En algunas de ellas usted hablaba?

-Sí.

-¿En una de esas intervenciones usted dijo que este caso era porque la viuda ponía plata?

-No está comprobado que sea yo la que habla por teléfono.

-Pero es su número de teléfono, ¿verdad?

-¿Quién dice que es mi número de teléfono? -repreguntó la mujer.

-Está bien, no tenemos más preguntas -cerró Agustín García.

La mujer se levantó de la silla de los testigos agitando su celular, y dijo:

Cuando comprueben que era mi teléfono, acá lo tiene.


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