Denuncian por violencia de género al jugador de Lanús Lautaro Acosta
Ludmila Isabella, madre del único hijo del deportista, reveló detalles de las agresiones sufridas y mostró su cuerpo lesionado. Conocé más detalles.
El jugador de Lanús Lautaro Acosta fue denunciado por violencia de género por parte de su exmujer y madre de su único hijo, Ludmila Isabella.
A través de fotos recientes de su cuerpo lesionado, la mujer pidió justicia tras sufrir «violencia física, psicológica y económica».
Por su parte, el referente del Granate realizaría un descargo sobre lo acontecido en las próximas horas. Al mismo tiempo, la joven aseguró tener “fotos y audios” para demostrar el ataque.
Las denuncias serían dos, y una de las agresiones de Acosta habrían sido por celos. En ese sentido, el deportista la agredió verbalmente, amagó a golpearla y la amenazó de muerte si iba con la policía.
El desgarrador relato de la joven
Ludmila agregó otros ataques de Lautaro Acosta: “Siempre voy a recordar esas madrugadas que me golpeaba sin parar, me arrastraba por el piso y hasta llegó a darme una patada en la nuca ya tirada en el piso hecha bolita».
Ludmila publicó un fuerte mensaje y fotos de una presunta agresión, mientras que aseguró que sufre “violencia psicológica, física y económica” y que lo denunció en la Justicia el 8 de junio pasado.
«Una vez llegó a amenazarme con una cuchilla blanca de carnicero que teníamos en casa y me la ponía en la panza, me rompía la ropa, me la escupía y pateaba. Yo iba a la pieza de Beni y me tapaba con la frazada al lado de él para que tenga un poco de compasión, (…) pero no pasaba, me venía a buscar y me sacaba de los pelos hasta nuestra habitación de nuevo arrastrando», recordó.
“Me decía que todo lo que yo hacía estaba mal, que no servía para nada, que era poca cosa y que él me salvó la vida, que me sacó del barro. Me decía que, si yo hacía o decía algo, me iba a matar, a mí y a mi familia», prosiguió.
Por otra parte, la mujer admitió que «tengo miedo por mi vida y la vida de mi hijo. Nos a dejado en la calle. Siempre creí que iba a cambiar y me equivoqué. Él está impune, viaja, sigue jugando al fútbol y la gente lo sigue queriendo pese al monstruo de persona que es. Es violento hasta en la cancha, lo demuestra en cada partido».
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