El Comité contra la Tortura denuncia que continúa el deterioro de la cárcel de mujeres de Neuquén

Afirmó que las condiciones relevadas en 2024 se mantienen. Destacó la situación crítica del sector donde se alojan embarazadas.

«Sin modificaciones sustantivas». Esa es la conclusión a la que llegó el Comité contra la Tortura de Neuquén luego de realizar este año una nueva inspección en la cárcel de mujeres de la provincia: la Unidad 16 (U16). Dijo que las malas condiciones que había descripto en 2024, persistían, incluso, agravadas. En particular un sector de madres en el que vivía una detenida embarazada sin ventilación ni acceso a agua caliente, sanitarios funcionales y mobiliario básico.

El comité monitorea las condiciones de detención en cárceles y comisarías. Los informes son enviados a la Legislatura, al Tribunal Superior de Justicia, a la fiscalía y a la defensa pública, a la jueza de Ejecución Penal, al ministerio de Seguridad y a la jefatura de Gabinete.

El 28 de abril de 2025 se realizó una inspección de control en la U16. A diferencia de la visita de 2024, que incluyó un exhaustivo recorrido, esta vez se tomó una muestra y se hicieron entrevistas grupales a las personas alojadas en el pabellón 6, en el departamento de madres y en la casa externa, además de las autoridades. También se visitaron todas las instalaciones.

En la cárcel de mujeres había en ese momento 21 personas adultas y dos niños: uno de cuatro años y otro de cuatro meses. El año pasado eran 19. La interna embarazada recientemente tuvo a su bebé.

El objetivo principal del comité fue verificar si en el contexto de la emergencia carcelaria de Neuquén se habían modificado las condiciones denunciandas el año pasado.

En el anterior informe se planteó que en materia de salud, era necesario garantizar la asistencia periódica de médicos, médicas y profesionales de salud mental desde la Unidad 11 hasta la cárcel de mujeres; solicitar la intervención del ministerio de Salud a los fines de promover los controles ginecológicos; implementar planes de trabajo remunerado y con relación a la alimentación revisar en su totalidad el sistema de provisión de comidas, entre otros aspectos.

La fotos que tomaron en la inspección del pabellón 6 muestran la humedad en las paredes y la falta de intimidad en la ducha. Foto gentileza.

Nada cambió


En este último documento el comité subrayó que las condiciones de inhabitabilidad del sector madres, en los departamentos 1 y 2, son «especialmente graves si se considera que allí se alojan mujeres embarazadas». Por caso, solo uno de ellos cuenta con puerta; el otro tiene una frazada colgada a modo de cortina, se constató la existencia de colchones en el suelo, sin ningún tipo de aislante y las instalaciones eléctricas no son seguras.

En el pabellón 6 hay un baño en funcionamiento y la única ducha disponible carece de resguardo de intimidad.

«En ninguno de los sectores inspeccionados se verificaron dispositivos contra incendios ni señalización de emergencia», asegura el informe. Además los colchones no han sido renovados ni presentan condiciones adecuadas de higiene.

Según el comité, el sistema de provisión de alimentos continúa siendo deficiente: las viandas tienen mal olor o están directamente en pésimo estado. La mayoría de las mujeres consumen comida que les envía su familia. No hay un menú diferenciado para las infancias.

Las personas con prescripción psiquiátrica no cuentan con seguimiento regular y la atención ginecológica es limitada. Tampoco se ha implementado ningún plan de trabajo remunerado, ni no remunerado.

Uno de los temas que surgió fue el de la conflictividad con una de las internas, que había tenido como consencuencia la modificación de los turnos de salida al patio y la suspensión de las actividades educativas presenciales.