Escala la polémica por la «vigilancia» policial al fiscal de Villa La Angostura

Ratificaron a Adrián De Lillo al frente de la investigación por la muerte de Robinson Gatica, con un fuerte mensaje hacia el abogado defensor que lo denunció.

El fiscal jefe Fernando Fuentes ratificó al fiscal del caso Adrián De Lillo al frente de la investigación por la muerte de Robinson Gatica, el hombre de 32 años que falleció en dudosas circunstancias durante un violento operativo policial en su vivienda.

De Lillo fue recusado por el defensor de uno de los policías imputado, Cristian Hugo Pettorosso, por su amistad manifiesta con Lorena Miani, que es una de las abogadas querellantes. Fuentes destacó que el planteo del abogado «se caracteriza por una falta de argumentos serios y objetivos».

Por el contrario, el accionar de De Lillo es tan objetivo que beneficia más a la defensa que a la querella. Lo destaca Fuentes: ante pericias científicas que abonan la teoría de la acusación (sobre la causa de muerte de Robinson) «requirió la intervención de los peritos médicos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, procurando que un organismo de otro fuero con profesionales de otra provincia opinen técnicamente sobre el caso, asumiendo la posibilidad de que esta pericia beneficie a los imputados, tal es su deber».

La «vigilancia» policial


Pero lo singular de este caso es que Pettorosso se enteró de la amistad entre el fiscal y la abogada porque se lo contó una mujer policía que los vio haciendo compras en un supermercado de Villa La Angostura («juntos a la par como suena la canción de Pappo», según la expresión utilizada por el abogado).

La policía de Neuquén está apartada de la investigación del caso Robinson. Se ignora por qué motivos a la mujer policía, María José Ontiveros, le pareció relevante lo que vio y decidió difundirlo de tal manera que llegó a oídos de Pettorosso, quien la interrogó para pedirle más detalles.

De Lillo calificó esa conducta de «vigilancia de mi vida privada» y diferenció: «es muy distinto que alguien sea ‘monitoreado’ en su actividad ‘sensible’ que no es contraria a la ley -por ejemplo el seguimiento a mi persona dentro de un supermercado-; a que una persona esté siendo observada cuando despliega actividad delictiva».

«Patente de corso»


El fiscal jefe Fernando Fuentes retomó ese punto. Reconoció que la defensa tiene facultades para investigar, pero «en ningún modo pueden servir como ‘patente de corso’ para investigar la vida privada de funcionarios públicos o de colegas de la matrícula ni de nadie ajeno a las responsabilidades penales bajo investigación. Menos aún utilizar como ‘testigos’ o ‘informantes’ a efectivos policiales en un caso en el que se encuentran apartados de la investigación».

Por eso, además de rechazar la recusación y ratificar a De Lillo en el cargo, Fuentes resolvió «remitir copias pertinentes al fiscal general (José Gerez) a los fines que estime corresponder».

Robinson, empleado municipal de la localidad, murió el 20 de julio del 2022 en el contexto de un operativo policial en su vivienda del barrio Las Piedritas, de Villa La Angostura. Había sufrido una recaída en el consumo de sustancias, y estaba rompiendo objetos. Su familia se asustó y llamó a la comisaría.

Los policías no utilizaron armas letales. De todos modos, el resultado fue la muerte.


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