Grave acusación en un juicio en Cipolletti: el acusado llamó desde la cárcel para influir al jurado
Se trata del debate por el crimen de Cristian Valdebenito. Un jurado, que fue excluido del tribunal, aseguró que David Fernández llamó a su hermano para intentar presionar sobre el veredicto.
David Fernández, el acusado de la causa está con prisión preventiva desde ese momento. (Matías Subat)
“El jurado 20 dice que David Fernández llamó a su hermano desde la cárcel para pedirle que le hiciera el favor de votar como no culpable y que convenciera e intercediera con el resto de las personas para que el voto sea en ese sentido”, con esa frase empezó la segunda la jornada del juicio por jurados que este miércoles decidirá sobre la responsabilidad en el homicidio de Cristian Valdebenito.
Diario RÍO NEGRO pudo confirmar que las palabras salieron de la boca del propio jurado que reveló cómo había recibido el mensaje de un hermano mientras desayunaban.
La historia es más o menos así: el imputado David Fernández, actualmente detenido, llamó a su peluquero, que es hermano del ahora exjurado 20. Pero el estilista le dejó el mensaje a un segundo hermano, que tenía previsto tomar unos mates con el joven seleccionado para decidir, entre otras once personas, el destino del preso.
La jueza técnica Alejandra Berenguer, que ha demostrado una solidez para conducir el debate, convocó a una reunión privada entre las partes. Y sobre la base del artículo 203 del código de procedimientos liberó al jurado 20. Justamente por esas razones en la audiencia de selección se convocó a un número de personas superior a la docena.
En el resto de los tres juicios que se hicieron en la Cuarta Circunscripción hubo que prescindir de algunos jurados puntuales: o porque conocían a los testigos, en un caso el propio jurado era el tío de la fiscal y en el otro por temas laborales. Todos fueron excluidos. Nunca antes había sucedido un caso de presión, muy parecido a lo que ocurrió en Neuquén con una amenaza puntual que se exhibió en un baño.
Después de que la jueza desocupara al jurado 20, el defensor solicitó no seguir con el juicio por no encontrarse en “condiciones anímicas”, esgrimió. El fiscal Santiago Márquez Gauna pidió la nulidad del juicio, pero Berenguer entendió que alcanzaba con liberar al joven identificado con el número 20.
El resto de los integrantes del jurado popular afirmó que no sentía ningún condicionamiento para decidir. La situación se produjo justo el día en que Fernández se vio más comprometido con la acusación.
La declaración del médico forense que hizo la autopsia fue concluyente y complicó los intentos de la defensa para justificar el homicidio. A Valdebenito lo atacaron entre varias personas y le dieron golpes y puñaladas en un intento, quizás, de hacer justicia por mano propia debido a sus antecedentes (todos cumplidos, por cierto).
El fiscal jefe pidió investigar de oficio
El fiscal jefe, además, ordenó una investigación de oficio, con el argumento de que las instrucciones iniciales habían sido lo suficientemente claras no sólo para Fernández sino también para su entorno familiar. Ellos conocían que cualquier tipo de contacto o intento de presión sobre el jurado los haría incurrir en un delito penal.
Esas instrucciones a las que hizo alusión el fiscal fueron de las más claras de todos los juicios por jurados realizados hasta ahora (van 14 en la provincia). Si bien es el primer debate de Berenguer, la magistrada, de vasta experiencia en el fuero penal, tardó apenas veinte minutos en explicar al jurado los alcances de su intervención. No sólo fue empática, práctica, sino que se dirigió a las personas con un lenguaje llano y de muchísima claridad.
El perito oficial comprometió al imputado
La descripción de la autopsia del cuerpo de Cristian Valdebenito abonó la teoría de la venganza y la emboscada que los fiscales presentaron en los alegatos de apertura del juicio por el crimen del joven de Cipolletti el 28 de diciembre 2021. El médico forense del Poder Judicial, Marcelo Uzal, relató las cuantiosas y profundas heridas que sufrió antes de morir Valdebenito en una obra en construcción en las inmediaciones de calles Perú y Pastor Bowdler.
Su testimonio desilachó la teoría de la defensa personal que alegó el abogado de David Fernández, imputado por homicidio agravado. Uzal aclaró en varias oportunidades que todas las heridas que Valdebenito tenía en sus brazos eran defensivas. Las utilizó para intentar cubrirse de los ataques que sufrió y que finalmente le dieron muerte.
“Todas las lesiones son compatibles con maniobras de defensa. Hay ausencia de signos de lucha en sus manos”, dijo ante la jueza técnica del debate Alejandra Berenguer y los miembros del jurado popular que deben definir la responsabilidad penal de Fernández.
Describió las múltiples heridas de arma blanca que sufrió, pero también números golpes y ataques con otros elementos. “Un de las heridas lesionó hígado, diafragma y corazón, provocando una hemorragia, lo que pudo provocar la muerte. Esa herida tuvo unos 10 centímetros de profundidad”, relató Uzal.
Detalló que además del uso de cuchillos también lo atacaron con elementos contundentes como una pala o barra de metal y también de superficie lisa como puños o piedras. “No se puede descartar otro elemento punzo cortante”, agregó.
La declaración de médico del Poder Judicial fue una de las más destacadas en la segunda jornada del juicio que se realiza en Cipolletti y fortaleció la teoría de los fiscales que intervienen en el debate:
Santiago Márquez Gauna (jefe), Martín Pezzetta (titular) y Juan Pablo Escalada (adjunto).
También prestaron declaraciones miembros de la fuerza policial para detallar los procedimientos de investigación y una médica del hospital de Cipolletti que revisó al imputado cuando fue detenido, un día después del hecho.
Mañana se escucharán los últimos testimonios y posteriormente será el turno de los alegatos de cierre. Luego el jurado popular comenzará la deliberación para definir la responsabilidad penal de Fernández.
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