Juicio por linchamiento: la fiscalía acusó al detenido de «matar a Rigoberto y jactarse de ello»

Pidió al Tribunal que lo declaren responsable de homicidio simple, que tiene una pena mínima de 8 años. La defensa solicitó la absolución, o una figura menor: homicidio en agresión.

«Es en un juicio donde debe juzgarse a las personas, no con una convocatoria masiva para ir de noche a matarlo. Rigoberto Godoy no tenía antecedentes condenatorios. Pero Marcelo Contreras decidió condenarlo a la pena de muerte por una denuncia que recién se había radicado en una comisaría».

Así lo expresó la fiscal de Homicidios, Eugenia Titanti, en su alegato de clausura. Pidió que declaren a Contreras responsable de homicidio simple en calidad de coautor, ya que fue ayudado por otras personas a las que no se logró identificar.

El defensor Marcelo Muñoz, por su parte, pidió la absolución «por falta de pruebas» o «por el beneficio de la duda». Para el caso de que el Tribunal lo considere responsable de la muerte de Rigoberto, solicitó que le apliquen la figura de homicidio en agresión, que tiene una pena más baja.

El tribunal integrado por Carina Álvarez, Federico Sommer y Leandro Nieves dará a conocer el veredicto el jueves próximo después del mediodía.


La noticia falsa


Rigoberto Godoy (62) fue rociado con combustible y prendido fuego la noche del 2 de noviembre del 2020 en Villa Obrera, un pequeño barrio de Centenario. Medio centenar de personas se convocó por las redes sociales porque circuló la noticia de que había abusado de una de sus hijas. Luego se comprobó que esa información era falsa, que la niña no había sufrido abuso, y que señalaba al padrastro de una de las que agitó la revuelta vecinal. Hechos que merecieron una investigación que ya no podrá hacerse.

Los vecinos impidieron que los bomberos apagaran el incendio y que la ambulancia asistiera a Rigoberto. Para eso atravesaron un poste de cemento en la única calle de acceso. También le fracturaron dos costillas a una mujer policía a la que arrojaron un piedrazo; amenazaron de muerte a los hermanos y a la hermana de Godoy, y expresaron intenciones de quemar la vivienda de la expareja de la víctima fatal.

La fiscal Titanti expresó en su alegato que «Marcelo Aurelio Contreras concurrió al lugar, previo haber premeditado esta conducta, se preparó para ir a dar muerte a Rigoberto, y lo hizo con otras personas que no se logró identificar» y «después se jactaba de ello».

Mencionó la reticencia de los vecinos a declarar durante la investigación y también en el juicio, pero «varias personas saben lo que pasó» según surge del intenso intercambio de mensajes por las redes sociales.

Por ejemplo Contreras envió un audio: «hay que ir a matarlo, si alguien se prende vamos» y subió la foto de un bidón aparentemente con combustible. Yanet Córdoba, cuñada del imputado, relató en el grupo de whatsapp de sus hermanas Las Locasas: «Marcelo estuvo ahí, le patearon la puerta, le tiraron nafta y lo prendieron fuego».

Otra cuñada declaró ante la policía que «Marcelo les contó llorando que había estado con los bidones».


«No fueron a matar»


El alegato del defensor Muñoz, en tanto, bordeó la justificación del linchamiento. «Los escraches se motivaron porque Rigoberto había tenido varias denuncias» por presuntos abusos y los vecinos lo sabían. Y sobre los mensajes de Whatsapp, afirmó que en casos así «todo el mundo dice esas cosas en forma privada, que hay que matarlo, que es un hijo de puta, pero no está destinado a hacerlo público».

El defensor pasó por alto que muchos de esos mensajes se reprodujeron en perfiles abiertos de Facebook, a la vista de quien quisiera verlos.

Para fundamentar el pedido de absolución dijo que Contreras «estuvo en las cercanías pero no en el lugar del hecho; no llevó el bidón, que por otra parte no fue secuestrado; y no participó en la muerte de Rigoberto». Pero «si ustedes (por los jueces) entienden que participó, se dan los supuestos del homicidio en agresión. No fueron a matar, fue un escrache».


La secuencia, hora por hora


En base a los mensajes recuperados de los teléfonos secuestrados durante la investigación, la fiscalía reconstruyó la secuencia del linchamiento.

Así, Titanti detalló:

22hs: Contreras postea que «hay que ir a matarlo» y sube la foto del bidón.

23hs: Apaga el teléfono

23.30hs: hora de la convocatoria, llega medio centenar de personas al lugar y se produce el hecho. Los familiares de Rigoberto ven una llamarada en su casa.

23:45: Empiezan a llegar policías al barrio. En una camioneta trasladan a la víctima al hospital.

1.30/2.00hs La situación en el barrio se calma, después de que la policía dispersa a los vecinos a escopetazos.

2.14hs: Contreras vuelve a encender el teléfono. Lo llama su esposa y hablan 18 minutos.

2.32hs: El imputado envía un mensaje al grupo de Whatsapp Los Marines, dice que Rigoberto «se les había escapado» pero «le habían dado bastante guacha».

4.00hs: Un grupo de 4 o 5 hombres vuelven a la vivienda de Rigoberto y la prenden fuego por completo. Marcela Godoy se aproxima al lugar y vuelve a observar a Contreras. Un desconocido la amenaza con un arma de fuego, otro le arroja una piedra.

Minutos después de las 4.00hs: Contreras envía otro audio: «ahora sí ardió, esta era la mejor hora». Y relata que ingresaron a la vivienda por la parte de atrás, por el río Neuquén, «como sapos por el agua».

14.14hs: En un nuevo audio, admite que «yo fui las dos veces» a la casa de Rigoberto, en alusión al ataque a las 23:30 y al de las 4 de la mañana.

El 3 de diciembre el teléfono se apaga. Nunca fue encontrado.


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