Lesa humanidad: la megacausa de Bahía Blanca llegó a más de 55 audiencias

Es el juicio de lesa humanidad de mayor envergadura de la Patagonia por la cantidad de acusados y de denuncias. Terminó la etapa probatoria de la fiscalía y el 1 de junio comenzó la presentación de las defensas. Sorprendieron nuevos aportes a 47 años.

La megacausa por delitos de lesa humanidad en Bahía Blanca llegó a un año y medio de testimonios de los acusadores, con avances importantes en la investigación y “mucha prueba” sobre los delitos cometidos en el V Cuerpo, dijo el fiscal Pablo Fermento, de la unidad de fiscales federales que llevan a cabo la acusación. Es el juicio con mayor cantidad de imputados en la Patagonia: son 38 procesados.

La cifra se mantuvo a pesar de que ya dos acusados fallecieron. Esta semana, se sumó a dos militares que tenían elevación a juicio por los mismos hechos que están siendo juzgados.

Son 334 denuncias. Se juzgan 79 casos de asesinato y las torturas de sobrevivientes de los lugares de detención, la apropiación de tres bebés nacidos en cautiverio y la desaparición de 23 personas.

El 1 de junio fueron indagados Emilio Etchart y Roberto Brunello. Ambos están en prisión en Campo de Mayo. La fiscalía presentó los casos en su contra y los militares informaron que no iban a hablar.

En mayo, falleció Gabriel Cañicul, un guardia de “La Escuelita” bahiense, el centro clandestino más importante del V Cuerpo.

De Junín de los Andes, estaba en prisión domiciliaria. En 1976 era del cuerpo de baqueanos de Neuquén que viajaban a Bahía y se ocupaban de la custodia de las y los desaparecidos, cada 15 días.

Los baqueanos participaron de las vejaciones, tocamientos, abusos sexuales, maltratos, golpizas y simulacros de fusilamientos en el entretiempo de los interrogatorios bajo tortura.

En la megajuicio continúan acusados José María Martínez, Raúl Domínguez, Andrés González, Arsenio Lavallén, José Casanovas y Bernardo Cabezón. Cabezón está en la cárcel federal de Senillosa y Casanovas es la primera vez que está en juicio, destacó el fiscal Fermento.

“Los guardias tienen muchísima información, que no aportaron. Ninguno en ningún juicio se sentó y contó lo que sabe, no sólo de lo cotidiano en los centros clandestinos, sino de sus responsables jerárquicos“, agregó el fiscal José Nebbia, otro integrante del equipo.

Fermento dijo que con el inicio de las testimoniales de las defensas tienen “poca expectativa” de aportes. La negativa a declarar de los dos militares el jueves confirmó a la fiscalía “la linealidad del pacto de silencio”.

“Tienen derecho a no declarar. Cuando se habla de la vigencia del interés social y del gravamen de fondo de estos juicios, no observamos aspectos de arrepentimiento, resocialización, una idea que dé cuenta de que esto no volverá a suceder: no se conoce el destino de los desaparecidos y hay niños nacidos en cautiverio (donde los guardias colaboraron en los partos). Siguen personas privadas de su identidad y aún los condenados por su responsabilidad en estos hechos, permanecen en la tesitura de no dar información. Ni el mínimo dato”, insistió.

Aporte de testigos: buscan un centro de cautiverio que no se conocía


Al término de la lista de testimonios presentados por la fiscalía en este juicio, el equipo consideró que hay prueba suficiente para lograr una condena. Aseguraron que sumaron elementos y destacaron las novedades conocidas a pesar del tiempo transcurrido y de la cantidad de juicios que precedieron al actual.

“Se conocieron muchos casos que no se habían ventilado con anterioridad, esto es sorprendente cuando es el octavo que se realiza en esta jurisdicción”, dijo el fiscal Pablo Fermento. Desde hace más de un año de proceso, se mantuvo un promedio de cuatro testigos por audiencia semanal.

Detalló que se logró llevar ante el tribunal el testimonio de sobrevivientes que no habían sido convocados antes. Entre otros aportes, dos de los detenidos que no se conocían entre sí, se ubicaron en el mismo lugar clandestino de cautiverio y señalaron un sitio del que se tenía una sola referencia hace más de 30 años. A partir de esta incorporación, se analiza la búsqueda del espacio reseñado para una inspección.

“Con expedientes judiciales de la época, recuperamos denuncias de privaciones ilegales de la libertad, supimos de casos que no habían sido relevados por la Conadep y que no estaban compilados en relatos”, destacó.

Agregó que se realizó un acompañamiento especial de estos testigos que antes no habían presentado sus casos por pérdida de confianza en la justicia. De 334 víctimas en este juicio, más de 200 se abordaron por primera vez, entre ellos, varios desaparecidos, donde se contó con el testimonio de sus familiares.

“Mejoró el cuadro probatorio y, a 47 años de los hechos, hay prueba para condenar”, sostuvo Fermento. Entre los 38 acusados en este juicio, se encuentran Oscar Lorenzo Reinhold (de Inteligencia del Comando en Neuquén) y los integrantes de la Federal de Río Negro, Héctor Abelleira y Víctor Forchetti.

Los acusados en su mayoría tienen de 75 a 85 años. Los de mayor jeraquía son nonagenrios y, los menos, tienen menos de 70.


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