Lleva varios meses preso por atropellar y matar en Bariloche y ahora le negaron la domiciliaria
El hecho ocurrió en mayo pasado. El conductor escapó del lugar, lo detuvieron una semana después y desde entonces está preso. La defensa fracasó en el intento de sacarlo del Penal III.
La defensa del joven que embistió y mató a un hombre durante una madrugada lluviosa en mayo pasado y desde entonces permanece detenido en el Penal III pidió una “morigeración” de la prisión preventiva y su continuidad en modalidad “domiciliaria”, con tobillera electrónica.
Pero el juez de garantías Víctor Gangarrosa le negó ese beneficio y dispuso que continúe otros dos meses en la cárcel, como reclamaron los fiscales Álvaro Viterbori y Gerardo Miranda, quienes señalaron que persiste el “riesgo procesal” de fuga y de entorpecimiento de la investigación.
De este modo, Pablo González seguirá privado de libertad, alojado en el Penal de Bariloche, al menos hasta el 20 de febrero. Debido a la gravedad de los hechos, se expone también a recibir una condena de prisión efectiva, según adelantaron los fiscales.
González circulaba en su vehículo VW Golf por una calle vecinal del barrio El Frutillar el último 17 de mayo pasado, cuando embistió a Sergio Massaro, quien sufrió graves heridas y murió tres días después.
El conductor escapó del lugar sin prestar auxilio a la víctima y recién fue ubicado y detenido una semana después. El auto apareció abandonado en un espacio público, parcialmente pintado de otro color y con varias alteraciones.
El hecho de no haberse presentado en forma voluntaria y el intento de camuflar el auto fueron determinantes para que le nieguen la excarcelación ya en junio pasado. En un principio el juez original del caso (hoy de licencia), César Lanfranchi, le otorgó la prisión domiciliaria, pero hubo una apelación y el juez de revisión Sergio Pichetto revocó esa medida y ordenó trasladar a González al penal III.
En la audiencia de ayer, el fiscal Viterbori pidió dos meses más para completar la investigación, porque está pendiente aún la pericia accidentológica y resta ubicar a dos testigos, uno de ellos con residencia en Chile. También esperan incorporar un examen de los teléfonos del imputado y de su pareja para determinar los movimientos que realizaron en los días posteriores al hecho.
La defensa del imputado brindó otra versión
Familiares de Massaro siguieron con atención los dichos del abogado defensor Pablo Guerrero, quien propuso una medida de atenuación de la prisión preventiva. Y se retiraron satisfechos al comprobar que el intento no prosperó.
Guerrero sostuvo que su representado manejaba un auto recién comprado, con varios problemas, incluido el mal estado del limpiaparabrisas, cuando “sintió un golpe” pero no se dio cuenta de que había atropellado a una persona.
Citó el testimonio de una mujer que lo acompañaba, quien relató que se fueron del lugar porque cuando iban a descender del auto escucharon “gritos y piedrazos” y pensaron que los iban a asaltar.
Aseguró que a esta altura del proceso no hay peligro de fuga de su cliente y habló de las condiciones de “hacinamiento” que se viven en la cárcel de Bariloche. También esgrimió una excusa para las modificaciones en el auto. Dijo que antes y después del incidente el vehículo estaba en un taller del barrio Ñireco, con un plan de reparaciones, y que en ese contexto el mecánico lo pintó, sin saber que había quedado involucrado en un delito.
Dijo que lo de González no fue una fuga en sentido clásico, ya que todos los días que mediaron entre el crimen y la detención se presentó a trabajar en la escuela donde se desempeña como portero.
Para el abogado defensor “más allá de los agravantes se trata de un homicidio culposo” y la privación de la libertad para González es demasiado severa. “Es un hecho triste y lamentable, pero no salió a matar. Fue un accidente”, afirmó.
Los fiscales se opusieron a cualquier cambio en las condiciones de detención e insistieron en los “peligros procesales”. Miranda dijo quede parte de González hubo “claramente un desprecio por la vida”. Señaló que por debido a fuga “no se pudo hacer la alcoholemia” y si las pericias resultaron “más complejas” y hoy siguen pendientes es por las maniobras con el auto que efectuó el mismo imputado.
El juez Gangarrosa aceptó la prórroga de dos meses para la investigación y rechazó la prisión domiciliaria de González porque “los riesgos procesales se encuentran vigentes”. Resolvió que continúe en el Penal III y recordó que el acusado “no se puso a derecho voluntariamente”.
El magistrado dijo que “la fiscalía tiene la clara intención de llegar a juicio con González privado de la libertad” y lo entendió “razonable”. Dijo que una medida menos gravosa que la prisión preventiva en la cárcel “podría afectar el normal desenvolvimiento de la investigación”.
La defensa del joven que embistió y mató a un hombre durante una madrugada lluviosa en mayo pasado y desde entonces permanece detenido en el Penal III pidió una “morigeración” de la prisión preventiva y su continuidad en modalidad “domiciliaria”, con tobillera electrónica.
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