Muerte del soldado en Zapala: la fuerte respuesta de la madre a un general del Ejército

Sigue enrarecido el ambiente en torno a la investigación de la muerte de Pablo Córdoba, hallado con dos disparos en la cabeza mientras cumplía guardia en el Grupo de Artillería 16. El padre habló de actos intimidatorios y la madre cruzó fuerte a un alto mando del Ejército.

El jueves 13 de julio, el máximo jefe del Ejército en Neuquén, general de brigada Hugo Tabbia, junto con un coronel que vino de San Luis, Gustavo Francisco Chimeno, y un teniente coronel local, Enrique Rafael Lamas, se reunieron con los padres de Pablo Córdoba, el soldado voluntario hallado muerto de dos disparos en la cabeza mientras cumplía guardia en el Grupo de Artillería 16 de Zapala. Los tres altos mandos vestían uniforme de combate, y todo el tiempo se dirigieron al papá Juan José Córdoba, suboficial principal, pese a que al lado estaba sentada Natalia Uribe, la mamá. Al encuentro no fue invitado el abogado de la familia, Maximiliano Orpianessi. Tabbia le aclaró a Juan José que le hablaba «como superior suyo, como papá, como camarada», en ese orden.

Pese a que el tono de la reunión pretendió ser amable y solidario, el general Tabbia le remarcó varias veces a Juan José Córdoba que «como comandante suyo no puedo prohibirle nada. Usted está en libertad de hablar con los medios, de decir lo que quiera, eso lo entiendo desde el dolor».

Unos días antes, Juan José le había dicho a una periodista enviada por diario RÍO NEGRO a Zapala que Pablo «vio algún ilícito». Y agregó: «Algo grave, no estamos hablando de no sé, de que alguien se llevaba una bolsa de cemento, sino algo grave».

Sin cambiar el tono en apariencia amable, Tabbia le advirtió a Juan José: «como comandante de la Sexta Brigada, mi preocupación es velar por la integridad y el bienestar de todos».

Muerte del soldado en Zapala: «Esto no es el caso Carrasco»


General Hugo Tabbia, jefe de la Sexta Brigada de Neuquén.

Señaló el general que «se quiere vincular maliciosamente» la muerte de Pablo «con el caso Carrasco», el asesinato del soldado ocurrido en el mismo cuartel en 1994. «Son distintos: en uno se ocultó, acá está todo a la vista».

Indicó que esa misma «preocupación» se la transmitió «al juez» de la causa, Hugo Greca.

Como diario RÍO NEGRO viene publicando, hay serias contradicciones en las declaraciones de los soldados y suboficiales testigos de la muerte de Pablo, ocurrida el 1 de junio pasado. Tabbia las atribuyó «al nerviosismo con el que habrán actuado desde el jefe de grupo hasta los soldados».

Muerte del soldado en Zapala: Contactos con el juez


El jefe del Ejército les reveló a los padres que mantiene contactos frecuentes con el juez Greca. «Me dijo que estaban peritando el arma, me dijo que iban a venir a hacer una inspección (se realizó el viernes 7), que tenía líneas, hipótesis que estaba investigando, que estaba disponible para la justicia nuestra. Me dijo ‘lo que necesiten'».

Pese a la oposición del querellante Orpianessi, el juez Greca le entregó copias del expediente a una auditora militar, la capitana María Belén Salinas. El Ejército tiene prohibido, por ley, investigar una muerte ocurrida en sus cuarteles. En cambio, no hizo lugar al pedido del abogado de la familia para que le exija al Ejército una copia del sumario que está armando con el supuesto fin de determinar responsabilidades militares y administrativas.

Muerte del soldado en Zapala: «Me pareció intimidante»


La reunión entre los tres altos mandos y la familia del soldado terminó mal. El coronel Chimeno mencionó, como muestra de la voluntad del Ejército por colaborar, que les habían puesto a disposición un vehículo para movilizarse.

Ese vehículo es la ambulancia en la que trasladaron a Pablo, agonizando, desde el Grupo de Artillería al hospital donde falleció a las 8:55.

Juan José declaró en el expediente que «me pareció intimidante, no me pareció un error».

Natalia Uribe reaccionó cuando Chimeno mencionó el tema: «Es muy bajo que nos ofrezcan un vehículo y nos manden la ambulancia donde llevaron a mi hijo. Nosotros los recibimos, los escuchamos, pero hay cosas que son golpes muy bajos», dijo.

El general Tabbia trató de ser conciliador: «Tomémoslo como un error», intervino.

Muerte del soldado en Zapala: «¿Cuántos errores más vamos a tener que tolerar?»


Pero la mamá de Pablo no fue indulgente.

«Todo lo que pasó es un error. Es un error que se haya informado que un soldado se disparó, es un error que vengan a mi casa a verme después de casi un mes que falleció mi hijo, es un error que me manden una ambulancia. ¿Cuántos errores más vamos a tener que tolerar?«, preguntó.

«Tenemos que enterarnos que los auditores pidieron acceso al expediente de mi hijo, ¿Para qué quieren acceso?«, remarcó.


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