Caso del soldado muerto en Zapala: el juez dio acceso al expediente al Ejército, con oposición de la querella

Tomó la decisión porque "no hay secreto de sumario". En cambio, no respondió a un pedido para que el Ejército entregue a la justicia su propia investigación.

El Ejército Argentino, en cuya guarnición militar de Zapala murió el soldado voluntario Pablo Jesús Gabriel Córdoba de dos disparos en la cabeza, tendrá acceso a toda la investigación de la justicia federal, «en particular» a las pericias que resultarán determinantes para establecer las circunstancias de la muerte.

En teoría, el Ejército lleva adelante una «investigación administrativa» en el marco de «actuaciones disciplinarias» ordenada por la subjefatura. En ese contexto, la capitana auditora María Belén Salinas le pidió al juez federal de Roca y subrogante en Zapala, Hugo Greca, «en carácter de colaboración» una «copia certificada del expediente en trámite».

El abogado que representa a la familia del soldado Córdoba, Maximiliano Orpianessi, se opuso. Según pudo saber diario RÍO NEGRO, argumentó que entregarle copia del expediente al Ejército sería «una falta grave» porque «al menos hasta el día de hoy no es parte en el expediente».

Orpianessi y los padres de Córdoba lo han dicho cuantas veces se lo han preguntado: para ellos, la muerte de Córdoba debe ser investigada como un homicidio. El soldado murió mientras cumplía una guardia, dentro del Grupo de Artillería 16 de Zapala. Los testigos son todos militares, y han incurrido en contradicciones.

La hipótesis del suicidio


Los jefes intentaron instalar desde el principio la hipótesis del suicidio: se lo dijeron a la Policía Federal cuando la convocaron, a las 6 de la mañana del 1 de junio, y cuando lo llamaron al padre, Juan José Córdoba: «tu hijo se pegó un tiro».

El querellante Orpianessi tuvo respuesta negativa: el juez consideró que no hay motivos para no entregarle el expediente al Ejército ya que «no está bajo secreto de sumario».

Resulta llamativo que el escrito de la capitán auditora solicita «en particular las pruebas producidas como pericia balística, informe de autopsia, inspección ocular y cualquier otra documentación que pueda resultar relevante».

Se trata de pruebas determinantes para investigar las circunstancias de la muerte, algo que el Ejército tiene prohibido hacer por ley.

«Nuestra investigación es administrativa y disciplinaria»


En Zapala se instaló el coronel Gustavo Francisco Chimeno, jefe de la Agrupación de Artillería de Campaña 601 de San Luis, del cual depende el cuartel de Zapala. Según consignó el diario La Nación, su presencia «es una muestra de la magnitud del caso».

En declaraciones a Radio Municipal Zapala, formuladas el 8 de julio pasado, Chimeno dijo que «nosotros realizamos nuestra investigación interna que es de carácter administrativo y disciplinario».

«El Ejército continúa desarrollando sus investigaciones, averiguando los procedimientos militares que se desarrollaron, investigando y profundizando las responsabilidades que eventualmente pueden caber en los procedimientos militares, en los procedimientos administrativos y en la esfera disciplinaria que puedan tener aquí cabida. Es una investigación objetiva, a eso responde mi presencia en este cuartel de Zapala», agregó.

También aclaró que no participó de la inspección ocular que se realizó el 7 de julio (a 36 días de la muerte de Pablo), pero reveló que mantuvo una conversación con el juez de la causa.

La intervención de Inteligencia


Chimeno dijo que «este es el Ejército del siglo XXI». En marzo de 1994, en ese mismo cuartel, asesinaron a golpes al soldado Omar Carrasco. En esa ocasión el Ejército también realizó una investigación administrativa interna, a cargo de Inteligencia, supuestamente para verificar la seguridad del perímetro del cuartel.

Sin embargo, los militares de Inteligencia interrogaron a todo el personal sobre lo que habían visto vinculado con la muerte del conscripto de Cutral Co, y terminaron señalando a las tres personas que fueron condenadas por el homicidio.

El famoso sumario militar se incorporó luego al expediente del juez federal de entonces, Rubén Caro, y se detectó que estaba plagado de irregularidades.

¿En el actual sucede algo parecido? A Juan José Córdoba ya le reveló, alguien que fue citado a declarar, las presiones que recibió para cambiar su versión, porque no encajaba con la de otros testigos.

Orpianessi pidió que el Ejército entregue copias del sumario. El juez aún no contestó.


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