Matar al volante: por qué la condena a Ramiro Gutiérrez es la más alta aplicada en la región

Le aplicaron 12 años de cárcel porque se comprobó que tuvo intención de matar, contó con los medios para hacerlo y lo llevó a cabo. Además intentó hacerlo con otras cinco personas. La familia de la víctima igualmente no quedó conforme.

Hace pocos días concluyó en Cipolletti el juicio por la muerte Facundo Castillo, por el que Ramiro Gutiérrez fue condenado a 12 años de cárcel como responsable de haberlo atropellado y quitarle la vida a la salida de una fiesta de fin de año. El monto de la pena enseguida fue eje de reclamo de los familiares de la víctima, quienes pretendían que sea considerablemente mayor.


Nada aliviará el desgarrador dolor de la pérdida de Facundo, por su juventud, por lo inesperado del hecho y por el desprecio a la vida que mostró el “Gitano”. Y si bien el monto de la pena impuesto por el juez técnico Guillermo Merlo no puede ser recurrido por los acusadores debido a que supera la mitad de lo solicitado por la querella, se trata de la condena más alta que se haya aplicado en la región por una muerte al volante, y de las más altas que se registren en el país.


La explicación es que en este caso se logró comprobar lo que en la mayorías de los hechos de muertes en “accidentes” de tránsito no: el dolo, que el acusado tuvo intención de matar, contó con los medios para realizarlo y lo hizo. Y además intentó hacerlo con otras cinco personas.


El jurado popular lo encontró culpable y el rango de pena que le cabía por el delito de homicidio simple iba de 8 a 25 años. Le aplicaron 12 años, teniendo en cuenta algunos atenuantes.


La familia pretendía el máximo posible de la pena y enseguida mostró su disconformidad, pero hay que tener en cuenta que son los menos los que reciben condenas efectivas, y en el mejor de los casos van poco tiempo a la cárcel.


La mayoría de los condenados por causar muertes en “accidentes” de tránsito no van prisión, ya que se comprueba que no tenían intenciones de matar: lo hicieron por negligencia (homicidio culposo, ver aparte). Las penas terminan siendo inferiores a los tres años y por lo tanto cumplen la condena fuera de prisión.


En los últimos años esa tendencia se está revirtiendo, en parte a partir de la reforma del código penal para este tipo de delitos que agrava la escala punitiva.


Pero así y todo las penas no terminan siendo lo contundentes que recaman las familias de las víctimas, ni siquiera con agravantes como el consumo de alcohol o drogas.


En el país y en la región hubo casos gravísimos, pero la mayoría terminaron con condenas leves, y casi todos los asesinos al volante están en libertad, porque las condenas con bajas o porque las sentencias no están firmes.


Entonces cabe preguntarse si aquella reforma fue suficiente o es necesario volver a revisar las normas para los jueces tengas más herramientas a la hora de evaluar la condena para alguien que causa la muerte con un vehículo como arma.


Hasta el momento la condena más alta en Río Negro fue la que en 2019 le aplicó la jueza de Cipolletti Florencia Caruso a David Bastías: 10 años de cárcel por homicidio con dolo eventual por la muerte de Ricardo Francisco Di Clérico, el primer fallo en la provincia que aplicó esta figura legal a un siniestro vial, que implica una calificación más grave que la del homicidio culposo. Paradójicamente cumple la pena en su casa.


Bastías había robado un auto en Cipolletti y luego huyó por la Ruta 151. Circuló por la banquina a alta velocidad, sobrepasó vehículos, chocó un Renault Sandero e invadió el carril contrario. Terminó impactando contra el Ford Fiesta que conducía Di Clérico y le causó la muerte.


Desde el momento de la condena cumple la pena su vivienda porque le dieron el beneficio de la prisión domiciliaria (había quedado con heridas graves que le provocaron una discapacidad).


Solo estuvo unos días tras las rejas en 2021 cuando fue detenido por violar la prisión domiciliaria y por tenencia de armas, pero enseguida lo mandaron a la casa porque le aplicaron una pena de prisión en suspenso por esos hechos y porque además la condena anterior no está firme.

El vehículo con el que Codegoni atropelló a Pedro Leiva. Foto: Gentileza


En Neuquén el año pasado también hubo una condena contra un hombre por homicidio con dolo eventual. Se trata de Sandro Gustavo Codegoni (sentenciado a 8 años y seis meses de cárcel), quien en estado de ebriedad y con cocaína en sangre, atropelló y mató luego de una persecución a Pedro Ariel Leiva (46), en Intendente Carro y Pampa. Minutos antes habían tenido un choque menor, la víctima se retiró del lugar, pero lo persiguió y lo atropelló, aplastándolo contra la pared.


La condena a 12 años que recibió Ramiro Gutiérrez (quien permanece con prisión preventiva desde hace un año y medio) no es la que esperaba la familia, pero a juzgar por los precedentes, se trata de la pena más alta que se registre en la región por casos similares. Aunque eso tampoco es consuelo para semejante pérdida.

Otros casos polémicos de muertes al volante en la región

En la lista de casos polémicos hay infinidad de disconformidades por las penas.


En Bariloche el último hecho resonante fue el que terminó con la condena a Matías Vázquez a cinco años de cárcel como autor del delito de homicidio culposo agravado por haberse fugado y por tener un nivel de alcoholemia superior a 1 gramo por litro de sangre cuando atropelló y causó la muerte de Lucas Caro. También le atribuyeron como agravante la culpa temeraria.


Según la sentencia, Vázquez manejaba alcoholizado su vehículo Subaru la noche del 27 de febrero de 2021. Volvía de un cumpleaños en la avenida Bustillo, y regresaba a su domicilio cuando atropelló al chico de 17 años que murió en el acto. Vázquez huyó en su auto y recién a la mañana siguiente fue detenido cuando la Policía lo encontró en su casa.


En Roca, en 2018 el comerciante Fernando Genoud también zafó de la cárcel a pesar que se comprobó que manejaba alcoholizado cuando, no solo atropelló y mató a un hombre que iba en bicicleta por la ruta 22, sino que lo llevó varios metros colgando en la caja de su Toyota negra y lo dejó tirado. Luego de reconocer los hechos y su responsabilidad, se benefició con el juicio abreviado y fue condenado por homicidio culposo a dos años de prisión en suspenso más la inhabilitación por cinco años para conducir. El hecho había ocurrido casi dos años antes.


También en Roca pero en enero de 2017 Oscar De Piano, con 3,2 grados de alcohol en sangre , atropelló y mató a Claudia Segura a metros del Bicentenario, cuando la mujer iba en su moto a trabajar. Lo condenaron a 5 años y medio de prisión por homicidio culposo agravado y cumplió la pena en la cárcel. Ya está en libertad.


A mediados del año pasado un Tribunal de Impugnación confirmó la condena a 5 años de prisión y 10 de inhabilitación impuesta a Aldo De Toffol por atropellar y matar a la cabo de la policía rionegrina Evelyn Alarcón en abril de 2021 en Villa Regina, para luego huir del lugar sin auxiliar a la víctima.

Antecedentes a nivel nacional

A nivel nacional una de las condenas más altas es la que recibió el periodista Eugenio Veppo: 9 de cárcel por haber atropellado con su auto y matado a una inspectora de tránsito y por herir a otro en Buenos Aires en 2019. La Justicia consideró a Veppo como autor de los delitos de “homicidio simple y lesiones graves con dolo eventual” por la muerte Cinthia Choque (28) y las heridas sufridas por su compañero Santiago Siciliano (32).


De ahí para atrás no casi no hay casos de condenas muy elevadas. El repaso de las “injusticias” lleva rápidamente al caso de Jorge “La Hiena” Barrios. En 2010 el boxeador, también alcoholizado, atropelló y mató en a una mujer embarazada en Mar del Plata. Además se fugó del lugar. Recibió una condena de tres años y siete meses por homicidio culposo.


Recién a mediados del año pasado la Justicia confirmó la condena a tres y medio de cárcel a Pablo García Aliverti, el hijo del periodista Eduardo Aliverti. En febrero de 2013 el joven atropelló mató y arrastró en el capot de su auto a Reinaldo Rodas, que circulaba en bicicleta por la Panamericana.


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