«Los jueces no sólo deben tener muchos títulos, deben ser buenas personas»

La consejera Belén de los Santos (FdT) se opuso a declarar fracasado un concurso sin entrevistar a las postulantes. "Estamos desnaturalizando la esencia de la función de designación", advirtió.

La polémica se veía venir desde hace tiempo; solo faltaba que alguien la planteara en blanco sobre negro. El criterio de selección del Consejo de la Magistratura de Neuquén, materia de debate desde su creación, tocó uno de los puntos más altos al declarar fracasado el concurso para fiscal jefe de Cutral Co. La encargada de exponer la contradicción que anida en la matriz del organismo fue la consejera Belén de los Santos, con un voto en disidencia que no tuvo, por ahora, respuesta de sus pares.

Río Negro informó la semana pasada que el Consejo de la Magistratura había decidido declarar fracasado (le llama así, en vez de «desierto») al concurso para elegir un fiscal jefe de Cutral Co. Y aclaró que «los fundamentos de la decisión todavía no se hicieron públicos. Lo que trascendió es que se están consensuando entre las y los consejeros los términos de la acordada en la cual explicarán las razones».

Recién este martes se publicaron esos fundamentos, y de las seis páginas, la mitad la ocupan el voto en disidencia de De los Santos (FdT).


Una línea


El argumento de la mayoría (Soledad Gennari, Sergio Gallia, Marcelo Inaudi, Encarnación Lozano, Isabel López Osornio y Monserrat Morillo) se sintetiza en una línea: «las personas concursantes no han podido satisfacer los estándares esperables a criterio de los integrantes del Consejo».

Por eso declara fracasado el concurso después de la etapa técnica y antes de las entrevistas personales.

Es cierto: los exámenes fueron malos (el mejor obtuvo 23 puntos sobre 40). Pero resulta ser que los concursantes son fiscales en funciones que buscaban un ascenso. ¿Además resultan poco idóneos para el cargo que ocupan?


«Gravedad institucional»


Consejera Belén de los Santos (FdT). (Archivo)

Por ahí irrumpe el argumento de De los Santos, quien se opone a que se declare fracasado el concurso sin cumplir con la entrevista personal: «Me parece que una etapa técnica no refleja el funcionamiento de la justicia penal y mucho menos de la gente que la moviliza todos los días. En realidad, pone al Poder Judicial en una situación de gravedad institucional. Si estas personas son inidóneas, todos los juicios en los que intervinieron serían pasibles de revisión. El Tribunal Superior sería directamente responsable por no advertir que tres funcionarios con capacidades técnicas limitadas ejercían la acción penal pública».

La consejera agrega: «si hubo yerros en la etapa técnica, más que más se debieran agotar las tres etapas. Precisamente en la última (la entrevista personal) es donde podemos afirmar o negar si los postulantes reúnen o no los estándares esperables y es la etapa en donde el criterio de cada consejero o consejera, a falta de un perfil más uniforme, cobra real significación».


«Comprometidos y empáticos»


«Los jueces y funcionarios de los ministerios no sólo deben ser buenos dogmáticos, tener mucho conocimiento jurídico, muchos títulos; deben fundamentalmente ser buenas personas, comprometidas, empáticas, con conocimiento de la realidad, y estas cosas no las da la Universidad o el estudio», afirma De los Santos.

«Si renunciamos (a la entrevista personal) y la subordinamos al resultado técnico, estamos desnaturalizando la esencia de la función de designación que es elegir personas probas, porque el conocimiento se puede adquirir, el don de gente no, o muy difícilmente».


Tres etapas


El proceso de selección del Consejo consta de tres etapas: antecedentes (califican las y los consejeros); examen escrito y oral (con un jurado externo) y la dichosa entrevista personal, que termina definiendo al ganador o ganadora.

A lo largo de su historia y con diferentes integraciones, el Consejo, formando mayorías casi siempre previsibles, ha elegido ganadores y ganadoras con puntajes altos pero también bajísimos; o entre competidores parejos inclinó la balanza hacia un lado por razones no siempre fáciles de comprender.

La disidencia de De Los Santos pone en discusión, quizá como nunca antes, todo el procedimiento.

Un dato para sumar al debate: los últimos sumarios internos y pedidos de Jurado de Enjuiciamiento contra magistrados y funcionarios, no fueron por desconocimiento del derecho.


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