Sobreseen a un acusado en la causa Otoño y mandan a la querellante al Tribunal de Ética

La jueza Agustina Bagniole le recriminó a la abogada Gabriela Prokopiew el contenido de un audio que promovía una manifestación para asustarla. De la audiencia participó el padre de Otoño, Roberto Uriarte.

Por el plazo del tiempo, la jueza de garantías Agustina Bagniole dictó la prescripción de la acción contra uno de los involucrados en la causa por el femicidio de Otoño Uriarte. Se trata de Juan Calfiqueo, sobre el que pesaba la acusación de encubrimiento, la más leve de las calificaciones. No sin polémica, la magistrada envió al Tribunal de Ética la conducta de la querellante quien hizo circular una audio para “ejercer presión sobre la decisión”, cuestión que roza la comisión de un delito penal.


La querellante Gabriela Prokopiew no logró torcerle el brazo a la jueza Agustina Bagniole,
en su segunda audiencia al frente del caso. La profesional hizo circular un audio de Whatsapp en la previa de la reunión con algunas explicaciones técnicas. Pero al final dice “estaría buenisimo juntar mucha gente porque la presión social les jode a los jueces, los asusta, la audiencia va a ser por Zoom pero la jueza va a estar en el Poder Judicial”.


La jueza Bagniole primero trató el pedido de prescripción del defensor público Juan Pablo Piombo. El funcionario planteó que como su cliente Juan Calfiqueo había sido acusado por encubrimiento que tiene una pena máxima de seis años de prisión la acción ya estaba prescripta. En el Código Penal se cuentan los máximos de las penas para ponerle una fecha de vencimiento a los casos.

Como el máximo es de seis años y pasaron ampliamente más de seis años desde 2009 en que Calfiqueo fue acusado la acción prescribió. No ocurre lo mismo para los demás imputados, a quienes le atribuyen la privación ilegítima de la libertad seguida de muerte de la joven de Fernández Oro. Al tener penas más altas (prisión perpetua) el plazo es mayor.


Aunque la querellante tiene la posibilidad ahora de formular cargos a Calfiqueo por un delito más grave, la jueza le dictó la prescripción con el sobreseimiento por el delito de encubrimiento. Por fuera de los tecnicismos, Calfiqueo, por ahora, quedó con un pie afuera de la causa pero con otro adentro. El tema se va a revisión.

De la audiencia participó el padre de Otoño



El papá de Otoño, Roberto Uriarte, se expresó en la audiencia y contó que entendía la cuestión de los plazos, aunque no estaba de acuerdo pero son los que marca el Código Penal de la Nación. Teléfono para diputados y senadores.


“Entiendo que las personas padecen muchas cuestiones que tiene que ver con lo social, a lo que se refería el defensor con respecto a la vida de este señor (…) nosotros queremos saber la verdad del hecho”, declaró Uriarte en un tono muy pacífico y componedor. Al tiempo admitió que hubo “malos entendidos en incorporar a gente dentro del expediente”.

No lo dijo abiertamente pero hizo referencia a la mención del excomisario Ives Vallejos, del expolicía Daniel Molina y de una mujer apodada la Turca. Por esos casos, la querellante Gabriela Prokopiew ya tiene denuncias al Tribunal de Ética del Colegio de Abogados y una querella por calumnias e injurias. Sería bueno, que el Colegio de Abogados transparente esos procesos para conocer qué ocurre con la conducta de sus matriculados.

Una vez que la jueza resolvió la prescripción, y luego de darle las explicaciones a Roberto Uriarte, la magistrada hizo mención al audio que le había llegado en la previa de la audiencia y a la manifestación en los tribunales.

Militancia sí, intimidación no


“Nadie puede decir que este tipo de manifestaciones no se deben realizar, muy por el contrario, deben realizarse y tenemos que asumir que se van a llevar adelante en casos de esta trascendencia”, dijo la jueza Bagniole con la templanza que la caracteriza.


“Pero al escuchar el audio entiendo que fue más allá de la convocatoria de una manifestación, esto es ejercer presión sobre quién tiene que tomar una decisión. No voy a decir que fue una intimidación pero se pretendió el ejercicio de esta presión para la toma de una decisión en beneficio de la parte. Esto no debemos permitir, una cosa es que la gente se manifieste pretendiendo una decisión en una dirección y otra cosa es quienes somos operadores judiciales y tenemos el compromiso y la responsabilidad de actuar con buena fe, de manera prudente, lo hagamos en sentido contrario. No se puede permitir que se pretenda ejercer algún tipo de condicionamiento a la hora de tomar una decisión”, insistió.


Además consideró que era grave que una profesional que interviene en una causa tenga este tipo de comportamientos. La jueza destacó la militancia y el compromiso de Prokopiew pero le recordó que en la audiencia no ejerce como militante, sino como querellante y “su compromiso debe ser por la realización del proceso de manera honesta” y conforme lo manda la ley.


Como consecuencia resolvió darle intervención al Tribunal de Ética del Colegio de Abogados. “Entiendo que es una inconducta y espero que no vuelva a suceder. Esto es pretender torcer la decisión judicial a través de la presión y que no se resuelva en cumplimiento de la ley, esto no se puede permitir”, cerró la magistrada más joven de la circunscripción pero de fuerte carácter.


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