Tentativa de femicidio en Plottier: tras una jornada bochornosa, hoy se conoce el veredicto

El jurado popular escuchará los alegatos de la fiscalía y la defensa y luego recibirá las instrucciones. Se espera una corta deliberación y un rápido veredicto.

El fiscal jefe de Homicidios, Juan Agustín García, pedirá hoy al jurado popular que declare responsable a Julián Álvarez (28) de tentativa de femicidio, abuso sexual agravado, coacción, amenazas, incendio de la vivienda de la víctima en Plottier, con la cual tuvo una relación de pareja, además de desobediencia a la autoridad.

La defensa a cargo de Elio García y Maximiliano Gómez sólo logró irritar al jurado con sus chicanas, planteos inverosímiles y presentación de testigos que serán acusados de falso testimonio. Ayer hicieron todo lo posible para que los alegatos se postergaran hasta hoy. A fuerza de cuartos intermedios, muchos de ellos con excusas inventadas, y de objeciones sin asidero para forzar largas discusiones, lo consiguieron. Abogarán en su alegato por la declaración de no culpabilidad del imputado.

La falta de perspectiva de género con la cual la defensa encaró este caso se observó desde el primer día, tal como lo viene informando Río Negro en sus crónicas. Hay muchas maneras de revictimizar: difamar a la víctima es una de ellas, y lo hicieron a través de testigos; boicotear el juicio para que no termine dentro de los plazos previstos y negarle la tutela judicial efectiva es otra, y también la perpetraron. Se escudaron en el derecho de defensa en juicio de su asistido, que es sagrado, pero que en ningún momento estuvo en riesgo.

Saben, pero parece no importarles, que embarrar procesos por esta clase de delitos puede provocar desaliento en otras mujeres que están atravesando situaciones similares. Más allá de su rol de defensores, tienen una responsabilidad social. El Colegio de Abogados mira para otro lado en estos asuntos.

La falsa cena


Álvarez está acusado -entre otros delitos- de prender fuego la vivienda de su expareja, una mujer de 31 años con la que convivió en Plottier y en Bariloche en diferentes etapas. En la audiencia de ayer, un matrimonio aseguró que a la hora del incendio, el imputado estuvo cenando con ellos en su casa. «Canelones», precisaron. No se pusieron de acuerdo respecto de a cuántas cuadras está el domicilio de la víctima: 7 dijo él, 15 dijo ella.

El detalle carece de importancia. Un subcomisario de Homicidios analizó los movimientos del teléfono celular de Álvarez esa noche en base a las antenas de telefonía celular de Plottier, y detectó que a la hora en que comenzaron las llamas estaba en el radio donde se ubica la vivienda de su expareja. El matrimonio, ahora divorciado, sería acusado de falso testimonio.

La noche en el pub


Otro papelón fue el aporte de un exsubcomisario llamado Víctor Díaz, quien hizo una investigación a pedido de la anterior defensa de Álvarez, el abogado y también expolicía Nahuel Urra.

Díaz analizó los videos del pub Neón, en el cual estuvieron el imputado y la víctima hasta la madrugada del 10 de septiembre del 2011. Dijo que no observó ninguna situación de violencia.

También investigó el domicilio de Álvarez, donde ocurrió la tentativa de femicidio inmediatamente después. Según el fiscal, Álvarez tiró a la víctima desde el techo, que mide 3 metros de altura, lo que le provocó triple fractura de pelvis. Luego la violó. Todo fue corroborado por los médicos que la atendieron. Tardó 8 meses en recuperar por completo la salud.

El fiscal jefe García pulverizó al testigo en el contrainterrogatorio.

-Usted estuvo 30 años en la policía pero llegó sólo a subcomisario. Otros policías de su camada (se los nombró) llegaron a la máxima jerarquía, y a superintendente -empezó el fiscal.

-No tanto, a director.

-¿Usted a lo largo de su carrera tuvo 216 días de arresto?

-No, más que eso -respondió Díaz con una sonrisa.

-¿Y en 2014 tuvo una sanción por una falta ética gravísima, por prestar falso testimonio?

-Sí.

Lo que no vio en los videos


Después de barrer con la credibilidad del testigo, el fiscal se concentró en los videos.

-¿Cuántos tipos de violencia hacia la mujer conoce? -le preguntó el fiscal.

-Física… sexual… económica… -respondió desorientado Díaz.

-¿Revisarle el celular a la mujer lo considera violencia?

-Sí, por supuesto.

A continuación, el fiscal García le exhibió los mismos videos del pub Neón que el exsubcomisario había estado supuestamente analizando, y en los que -dijo- no había observado situaciones de violencia.

Vistos con detenimiento, se puede apreciar que: Álvarez le saca el celular a la víctima y se lo revisa; la atrae por la fuerza para besarla; y le saca dinero de la billetera para pagar la cuenta antes de irse.

-¿Usted no vio todo eso? -le preguntó García.

-Yo no veo nada -sonrió el testigo frente a la pantalla del televisor.

El baño, protagonista


También declaró ayer la madre del imputado. Pidió que no estuviera presente la víctima en la sala («esa chica que le arruinó la vida a mi hijo», la aludió) pero el juez Gustavo Ravizzoli no le hizo lugar. Entonces la mujer simuló una descompostura y dijo que de solo verla le daban ganas de vomitar, y se retiró.

El defensor Gómez informó al rato que la mujer estaba vomitando en el baño. Tras una larga espera, se recompuso y volvió al estrado para declarar pero no respondió preguntas de la fiscalía.

El baño se ha convertido en un lugar importante en los juicios por jurados, desde que aparecieron amenazas que obligar a anular el de Agostina Gisfman. Por eso revisaron el que utilizó la mujer y no encontraron señales de vómito. Bueno, es la madre.

Después el que se descompuso fue Álvarez, y hubo que esperar otro largo tiempo hasta que volviera a la sala.

La funcionaria de la Defensa Pública


Un bochorno más de la jornada estuvo a cargo de una funcionaria judicial, la coordinadora provincial de Gestión Penal del Ministerio Público de la Defensa Susana Sepúlveda.

Pese a su alto rango, no suspendió sus vacaciones para venir a testimoniar y declaró por Zoom desde el juzgado de Paz de Villa Pehuenia.

Contestó las preguntas de la defensa, se refirió todo el tiempo al imputado en tono familiar llamándolo «Julián», y cuando llegó el turno de responder el cuestionario de la fiscalía desapareció de la pantalla. El defensor Gómez explicó que habían cerrado el juzgado de Paz porque eran más de las 14, y la testigo se quedó sin un lugar desde el cual conectarse.

El fiscal García no la dejó pasar: «yo me opuse a que esta funcionaria declare por Zoom, y tenía mis motivos. Ahora pueden ver por qué».

Hubo muchas más actitudes deplorables de parte de la defensa que el jurado popular registró en detalle; las caras de fastidio durante la jornada fueron evidentes.

Parece claro también que desde hace rato ya tienen una decisión tomada, por lo que se espera que hoy la deliberación sea breve para llegar a un veredicto.


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