Trata en Añelo: desacuerdo con la decisión de no acusar a los imputados

Los encargados de un pool fueron sometidos a proceso y esta semana el fiscal José Nebbia retiró la acusación. La fiscal encargada de la investigación expresó su disconformidad.

La fiscal federal Cristina Beute expresó su desacuerdo con la postura de su colega José Nebbia, quien retiró la acusación contra dos personas sospechadas de trata de personas que regenteaban un pool en Añelo, la ciudad cabecera de Vaca Muerta.

«La fiscalía de juicio no hizo su trabajo, que es precisamente hacer el juicio, producir la prueba en esa instancia», dijo Beute a Río Negro.

Añadió que «de los 63 testigos convocados a declarar solamente escuchó a 3 y dijo que con eso era suficiente para no sostener la acusación. Creo que no hizo su trabajo».

En efecto, en la audiencia realizada ante el juez del Tribunal Oral Federal Alejandro Cabral, el fiscal Nebbia escuchó la declaración de tres miembros de Prefectura y de una psicóloga del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a Víctimas de Trata.

Uno de los prefectos no había participado de la investigación, pero los otros dos relataron cuál había sido su trabajo: visitar el pool simulando ser clientes para verificar una denuncia anónima que consignaba que allí explotaban sexualmente a tres menores de edad. Ese dato no se comprobó.

Entrevistas


La psicóloga en tanto entrevistó a cinco mujeres de nacionalidad dominicana. Una sola de ellas fue localizada para prestar declaración en sede judicial; del resto se perdió todo rastro. Como señaló la especialista en la audiencia, «las rotan todo el tiempo por todo el país».

En base a esas pocas declaraciones que escuchó en el juicio, que en realidad fue una audiencia de anticipo jurisdiccional de prueba, y por el tiempo transcurrido -cinco años desde la denuncia-, el fiscal Nebbia retiró la acusación.

En su carácter de fiscal que tuvo a su cargo la investigación, Beute dijo a este medio que «mi tarea fue suficiente y completa en la etapa que me tocó trabajar a mí».

Comparación con Fuentealba II


«No me parece virtuoso que las causas demoren tanto tiempo, pero muchas veces no está en nuestras manos. Por ejemplo con las víctimas de trata se pierde mucho tiempo buscándolas, o para examinar un teléfono secuestrado los organismos correspondientes piden plazos de 8 meses», agregó.

Dijo que de todos modos, «no es impedimento para llegar a una condena«. Puso como ejemplo que el jueves «se dictó sentencia en el caso Fuentealba II luego de 16 años, un trámite que demandó diez años más» que el caso de presunta trata en Añelo.


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