Kinesiólogos: pieza clave en el tratamiento de pacientes con coronavirus

Hoy es el Día del Kinesiólogo. Ellos son quienes manejan los respiradores y la recuperación posterior de los pacientes, por ende son piezas esenciales para el tratamiento del Covid-19.

Darío Abreu se levanta todas las mañanas y sabe que le esperan 12 horas de guardia. En medio de ellas, tal vez, tenga que salvar vidas; y más en medio de la pandemia del coronavirus. Él es kinesiologo intensivista, y ellos son los encargados de operar los respiradores, entre otras funciones en pacientes con problemas respiratorios.

El 13 de Abril se celebra en nuestro país el Día del Kinesiólogo en conmemoración a la creación, en 1937, de la primera escuela de kinesiologia en el ámbito universitario.

Aunque la mayoría de los kinesiólogos se dedican a la recuperación traumatológica, hay quienes elijen quedarse con la adrenalina que se vive en las terapias intesivas, donde no hay tiempo y las soluciones tienen que ser ya.

«Nosotros somos personal de primera línea en el tratamiento de este tipo de pacientes (con Covid-19). Cuando nosotros tenemos un paciente que ingresa a terapia intensiva que se considera grave y necesita intubarlo y conectarlo a ventilación mecánica, nosotros somos los que estamos colaborando con el médico en la intubación y después nos encargamos de todo lo que es ventilación mecánica invasiva, y en lo que es el testeo y monitoreo de la ventilación mecánica», explicó Abreu sobre una responsabilidades de los kinesiólogos en una terapia intensiva pensando en la atención de pacientes con coronavirus.

Él es fanático de su trabajo, lo eligió al comienzo de su carrera, empezó a formarse solo y hace unos siete años que terminó la especialidad en kinesiología cardio respiratoria. Además es terapeuta respiratorio certificado. Él es uno de los 20 kinesiologos intensivistas que hay en la zona.

«Al principio hice consultorio pero después vi todo este panorama de terapia y me crucé directamente porque es lo más lindo que hay. Los que hacemos terapia intensiva somos medio fanáticos. Somos los más ansiosos de la kinesiología porque las cosas se arreglan o no se arreglan, o lo solucionamos enseguida o no lo solucionamos«, confió él sobre la actividad que lleva a cabo en dos clínicas privadas de Neuquén.

Además de manejar los respiradores, los kinesiologos son también los encargados de hacer la toma de muestra de secreciones respiratorias una vez que el paciente se encuentra con respiración mecánica. Esas tomas pueden contener el virus y sirven para confirmar o rechazar el diagnóstico de Covid-19.

«Esos son los momentos más críticos que tenemos ante estos pacientes, porque son los momentos en los que uno está más expuesto al virus, por eso es importante el tema del equipo de protección personal, para no contagiarse y quedar fuera de batalla 14 días», aseguró Abreu que ya estuvo el frente de batalla de la pandemia de H1N1.

Según afirmó el profesional, por ahora los casos graves de coronavirus en la ciudad de Neuquén no han sido demasiados. De todas formas, en vistas al probable pico que se espera, los profesionales de salud tiene armados planes de contingencia para la atención masiva de pacientes graves de coronavirus.

«Dentro del plan de contingencia de una de las clínicas donde trabajo, la idea es hacer grupos de kinesiólogos especialistas en terapia intensiva que van a tratar solamente este tipo de pacientes. Vamos a ser seis kinesiólogos que vamos a trabajar exclusivamente con estos pacientes, vamos a implementar guardias nocturnas también porque no sabés en que momentos pueden llegar estos pacientes», confió el licenciado en kinesiología y fisioterapia.

Pero además, Abreu, aseguró que para contener la pandemia es necesario que se cuenten con recursos técnicos y humanos. «El insumo técnico necesita recurso humano que lo sepa manejar correctamente, no sirve de nada 2000 ventiladores si no tenés profesionales que sepan utilizarlo realmente. Es importante la capacitación de gente para resolver estas situaciones de la mejor manera posible», aseguró el kinesiologo que además es profesor de la extensión áulica de Cipolletti que tiene la Universidad de Mendoza.

«Al principio fue una sensación de incertidumbre porque más que miedo de enfermarse uno, uno tiene miedo de llevarlo a la familia, yo tengo un hijo chiquito, los abuelos, eso te genera miedo», confió el profesional sobre lo que siente al estar en la primera línea de batalla contra el virus. Pero aclaró: «La mejor manera de no tener miedo es con  información correcta».


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