Kirchner dio un giro en la estrategia

El presidente Néstor Kirchner viró ayer su estrategia de campaña y centró su discurso en los logros de su gestión, luego de haber embestido fuertemente contra el duhaldismo.

En una visita a Campana, que marcó una nueva incursión por el territorio bonaerense, Kirchner reflotó la idea de «desendeudamiento» con el Fondo Monetario Internacional al asegurar que «queremos tener políticas independientes» de las impuestas por ese organismo de crédito a su deudores.

Acompañado por su esposa y primera candidata a senadora por Buenos Aires a través del Frente por la Victoria, Kirchner también resaltó su política en favor de juzgar a los responsables de violaciones a los derechos humanos, la implementación de políticas sociales, los planes de obra pública y los resultados en materia de negociación de deuda externa que la presentó como inédita en la historia.

El contenido del discurso fue diametralmente diferente al que venía implementado en los últimos actos públicos y a cuyo punto máximo llegó ayer con acusaciones a la gestión de Eduardo Duhalde y a afirmaciones de su esposa, Chiche.

La única referencia elíptica a su antecesor fue cuando remarcó que cuando asumió en 2003 recibió «las llaves de un despacho en una Argentina de aguas bravías», aunque recordó que «veníamos de la situación durísima del 2001, donde la indigencia, la pobreza, el desempleo y las manos ca¡das eran moneda cotidiana».

No obstante, Kirchner se mostró¢ nuevamente con Cristina en un acto, esta vez en el club Ciudad de Campana, en cuyas calles adyacentes se describía una guerra de carteles.

«Cristina senadora», se leía en los pasacalles. «Queremos a Chiche», en otros carteles. Junto al matrimonio estuvieron los ministros, del Interior, Aníbal Fernández, de Defensa, José‚ Pampuro, y de Planificación Federal, Julio D Vido. A ellos se sumaron el gobernador Felipe Solá y el kirchnerista intendente local, Jorge Varela, además de algunos integrantes del gabinete de la administración bonaerense y jefes comunales alineados al Frente de la Victoria. También el jefe del Estado reclamó nuevamente el apoyo de los argentinos en las próximas elecciones legislativas de octubre para «consolidar lo que hemos logrado hasta ahora con tanto esfuerzo y seguir cambiando el país».

El cambio de la estrategia discursiva fue celebrada por el ministro de Defensa y segundo en la lista de candidatos a senadores por el kirchnerismo, José Pampuro, quien dijo que prefería más el discurso con contenido de gestión que el acusatorio al duhaldismo.

«A mí este discurso me gusta más», confesó ante la prensa Pampuro, quien fue ministro de Salud y secretario privado y de la Presidencia de Eduardo Duhalde. Durante el acto, el condimento netamente político lo puso el gobernador bonaerense, Felipe Solá. «Cristina y Pampuro van a ser senadores por la provincia porque vamos a ganar el 23 de octubre», aseguró.

Nueva conducción del bloque

El kirchnerismo se apresta ahora a consolidar su triunfo en el Congreso la semana próxima, cuando logre instalar una conducción posiblemente colegiada afín en el bloque de diputados del justicialismo, tras la salida de José María Díaz Bancalari.

Los kirchneristas quedaron satisfechos con el paso al costado de Díaz Bancalari -algo que se veía venir-, aunque ‚éste haya disfrazado su decisión con un pedido de licencia para dedicarse a la campaña electoral, ya que acompañará a Chiche Duhalde como candidato a senador nacional en las boletas del PJ bonaerense. Para el hombre de San Nicolás, «es injusto» que los kirchneristas lo señalen como opositor y ayer volvió a reclamar la unidad del PJ.

Duhalde le dijo «no» a Carlos Menem

BUENOS AIRES (ABA).- Eduardo Duhalde rechazó las propuestas hechas por Carlos Menem, para juntarse en contra del presidente Néstor Kirchner, reveló anoche a «Río Negro» una fuente fidedigna vinculada con el dirigente justicialista de la provincia de Buenos Aires.

Este diario ha venido informando sobre la posibilidad de una alianza entre ambos para las elecciones legislativas del 23 de octubre, pero ayer pudo saber que la esposa de Duhalde, Hilda «Chiche» González, candidata a senadora y rival de Cristina Kirchner, se interpuso en el medio de las conversaciones reservadas y cortó de cuajo las pretensiones del riojano.

«Chiche» siempre hizo público su desprecio por Menem y al enterarse de los tanteos le manifestó a su marido que no le perdonaría un acuerdo oportunista. Ya en anteriores oportunidades, cuando estuvieron a punto de pactar, ella se encargó de dinamitar los puentes de acercamiento.

«Es cierto, no sólo Menem no nos aporta nada, sino que más bien nos sacaría», habría aceptado Duhalde, horas después de que el presidente del PJ de Buenos Aires, el vapuleado José María Díaz Bancalari (quien tuvo que abandonar la jefatura del bloque de diputados nacionales, presionado por el kirchnerismo), descartó de plano un acuerdo que promovían laderos del ex presidente, como Alberto Kohan.

Según pudo averiguar este diario, el duhaldismo insistirá en presentarse como el «peronismo puro» en los comicios que se realizarán dentro de tres meses. Buscará alcanzar un porcentaje que le permita constituirse en garantía de que «el justicialismo no muere, sino que está más vivo que nunca».

En esta dinámica de pensamiento, el matrimonio Duhalde está evaluando seriamente el rechazo al convite del ex comisario Luis Patti, del PAUFE porque podría espantarles votos.

El kirchnerismo apuesta a que el duhaldismo no sume más del 15 por ciento, pero este sector sostiene que puede arañar el 30 por ciento lo que le permitiría, aún escoltando a Cristina, conseguir unos 10 diputados nacionales.

En el comando «chichista», según pudo comprobar este diario, impera un muy buen humor. «Y si el Presidente sigue haciendo campaña en favor nuestro, por ahí damos el batacazo», reflexionó uno de los miembros del matrimonio.

Es que Duhalde es de la idea de que los furibundos ataques que Kirchner viene lanzando en su contra, lejos de ayudar al gobierno, le quitan puntos a Cristina.