La Academia de Hollywood hizo historia al premiar a dos actores negros

El 24 de marzo entró en la historia del Oscar como el día en que por primera vez dos actores negros fueron premiados y la única en que una actriz afroamericana lo recibió por su labor protagónica. Así Halle Berry y Denzel Washington eclipsaron el triunfo de "Una mente brillante".

La lista completa de ganadores

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Los Angeles (EE. UU.), (EFE).- Los Oscar a los intérpretes negros Denzel Washington y Halle Berry, como mejor actor y actriz, respectivamente, marcaron el domingo un hito en la historia de los mayores galardones del cine, al ocurrir por primera vez en sus 74 ediciones.

Esta fue la primera estatuilla para una actriz negra en un papel protagonista y, en el caso de Washington, su trabajo en «Día de entrenamiento» supone la segunda estatuilla en la historia para un actor negro en un papel principal.

«Es algo mucho más personal que todo eso. Mucho hablar de razas pero lo que es, es un premio muy personal», afirmó Washington, quien en su carrera ha aspirado a cinco estatuillas y ya había ganado una como mejor actor secundario por «Días de gloria».

Berry no pudo ser tan precisa en sus declaraciones, aún sobresaltada por la emoción, la alegría y el peso de la estatuilla conseguida gracias a su trabajo por «Monster's Ball».

«Es una noche que nunca creí posible», declaró aún emocionada y deseosa de que su victoria sea un recordatorio a otras mujeres negras que estuvieron delante de ella, abriendo camino en Hollywood para las minorías.

Su emoción fue contagiosa y tanto Sidney Poitier como Robert Redford, ganadores del Oscar de honor por toda su carrera, recibieron los premios de Berry y Washington como si fueran propios.

La victoria de estos actores eclipsó al resto de los ganadores en esta 74 edición de los Oscar, en la que «Una mente brillante» se alzó con el premio a la Mejor Película, Mejor Director para Ron Howard, Mejor Actriz Secundaria para Jennifer Connelly y Mejor Guión para Akiva Goldman.

La película logró esos cuatro premios principales pese a toda una «guerra sucia» desatada en su contra por un supuesto alejamiento de la realidad en la vida de John Nash, Premio Nobel de Economía. Así, dentro de la tradición de Hollywood, se premió una historia biográfica de superación personal y de corte clásico, en la que se narra la vida del premio Nobel de matemáticas y su lucha contra la esquizofrenia.

«Me siento como si fuera a hacer gimnasia esta noche», afirmó un sonriente Howard con sus dos estatuillas en la mano, una como director y otra como productor. «Se trata de un sueño que siempre he tenido», añadió este «hijo de Hollywood», quien nunca había ganado el reconocimiento de la Academia pese a comenzar de niño su carrera como actor y realizar algunas de las cintas más taquilleras de esta industria.

El mismo número de Oscar recibió el filme que tenía el mayor número de candidaturas, «El señor de los anillos – La comunidad del anillo» (trece), pero su importancia fue mucho menor, pues sumó los premios a la Mejor Fotografía, Mejor Banda Sonora, Mejor Maquillaje y Mejores Efectos Visuales.

El Oscar al mejor actor secundario recayó, sorprendentemente, en el británico Jim Broadbent por «Iris», cuando se esperaba que el mago Gandalf en «El señor de los anillos», interpretado por Ian McKellen, se hiciese con ese premio.

Otras dos películas, el musical «Moulin Rouge» y «La caída del Halcón Negro», ganaron dos Oscar, aunque la primera de ellas no pudo ver a su protagonista, Nicole Kidman, lograr el premio a la mejor interpretación femenina en el año en que su carrera ha explotado definitivamente.

«Moulin Rouge» ganó los premios al Mejor Vestuario y Mejor Dirección Artística, mientras que «La caída del Halcón Negro», dirigida por el británico Ridley Scott, se hizo con los Oscar al mejor montaje y al mejor sonido.

Randy Newman rompió una racha de 15 intentos para lograr, en su decimosexta candidatura, el Oscar a la mejor canción por «Monsters Inc». «Shrek», por su parte, consiguió el primer Oscar a un filme de animación.

«En el dormitorio» salió con las manos vacías después de haber aspirado a un total de cinco candidaturas.

La 74 edición de los Oscar se convirtió desde su arranque en una celebración del mundo del cine y un recordatorio al valor del entretenimiento, en especial tras los atentados terroristas del pasado 11 de setiembre.

«Mi principal deseo siempre es entretener a la audiencia y si no consigues esto, no tienes nada al final», destacó Woody Allen, quien por primera vez en su carrera asistió a una ceremonia de los Oscar, para presentar un montaje sobre la presencia de Nueva York en el cine.

Washington y Berry, la pareja de oro

El Oscar a Mejor Actor a Denzel Washington hizo que los actores negros fueran los protagonistas de la noche minutos después de que llorando y aplaudida de pie Halle Berry pusiera su nombre en la historia de la Academia como la primera actriz afroamericana en ganar el premio a la mejor interpretación como protagonista por su trabajo en «Monster»s Ball».

Abrazado a la estatuilla, Washington dijo que cuando era pequeño repetía ante sus compañeros que quería ser el mejor actor del mundo y que todos lo miraban como si estuviera loco.

En «Día de entrenamiento», Washington, de 47 años, interpreta por primera ocasión un personaje al otro lado de la ley, ya que hasta ahora se ha especializado en una filmografía de papeles cargados de honor. Sin embargo, como el corrupto detective de narcóticos Alonzo Harris de «Día de entrenamiento», Washington se ha convertido en el «anti-Serpico» del cine.

El papel también le dio su quinta candidatura al Oscar, la tercera como mejor actor después de sus intentos con «Malcolm X» y «El Huracán», y dos como mejor secundario por «Cry Freedom» y «Días de gloria», que le consiguió su anterior estatuilla como actor de reparto.

Con esta victoria, es la primera vez en 38 años que un intérprete negro se alza con el Oscar al mejor actor, galardón que consiguió Sidney Portier con «Campo de lilas».

Agarrada a su premio como si se le fuera a caer y llorando sin parar, Halle Berry comentó que este reconocimiento supone que «se ha abierto la puerta del Oscar a las actrices negras».

«Este momento tan grande se lo dedico a Dorothy Dandridge», una líder negra que luchó contra la segregación racial y sobre la que filmó una película, además de «a todas las mujeres que han estado a mi lado», apuntó Berry.

También agradeció al director Spike Lee, con quien rodó su primera película; a Oprah Winfrey, por ser su mejor modelo; y a Warren Beatty, por ser su mentor.

Sin embargo, la actriz estadounidense de 35 años tuvo problemas a la hora de conseguir el papel de viuda de un condenado a muerte que tras perder a su hijo se enamora del hombre que ejecutó a su marido.

«Lo más difícil en mi carrera es superar mi aspecto, porque en muchas ocasiones incluso me dicen que no soy lo suficientemente negra», declaró la actriz. «Ese no fue este caso (de «Monster»s Ball»), donde simplemente todas querían el papel», agregó la actriz. (EFE/AR).


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