La construcción cayó 3,2% durante el 2012 y 1,9% en enero pasado
Los 411.306 puestos de trabajo, en promedio, en relación de dependencia del cuarto trimestre del año último significaron una disminución de 27.264 (6,2%) respecto de igual lapso anterior.
Resultó afectada principalmente por el cepo cambiario, el dólar “blue” y la inflación
La construcción fue uno de los sectores más afectados por el cepo cambiario, las oscilaciones del dólar “blue” y la inflación: cayó 3,2% en el 2012 respecto del 2011 –la más pronunciada desde el 2002– y en enero pasado tuvo una disminución interanual del 1,9%, si hay que creer en los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Las ventas de insumos consideradas para la elaboración del indicador sintético de la actividad (Isac), en el primer mes del año, en comparación con el mismo anterior, fueron negativas: pisos y revestimientos cerámicos, -24,9%; asfalto, -7,4%; hierro redondo para hormigón armado, -6,7%; ladrillos huecos, – 0,7 y cemento, -0,7%. Las pinturas crecieron el 6,5%.
El Índice Construya (IC), calculado desde el 2002 tomando como referencia los niveles de ventas de empresas representativas como Loma Negra, FV, Klaukol, Cerro Negro, Aluar, Plavicon y Ferrum, entre otras, también mostró una evolución negativa.
Para el Isac la contracción del año último fue la mayor de la última década, aunque en el 2009 bajó 2%. En cambio, en el IC, la caída del 10,8% en el 2009 fue la más severa.
Los puestos de trabajo en relación de dependencia, de acuerdo con las declaraciones juradas de las empresas al Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (Sijp), en el cuarto trimestre del 2012 fueron 411.306, en promedio, o sea que se redujeron en 27.264, un 6,2% en relación con idéntico anterior, cuando hubo 438.570. La ejecución de viviendas bajó el 1,1% durante el 2012; la petrolera, -12,4%; las de obras viales, -3,3%; la de edificios para otros destinos, -1,7%, y las de infraestructura, -1,3%.
La superficie a construir, por los permisos para obras privadas en una nómina representativa de 42 municipios (incluye Neuquén y Viedma) tuvo una contracción interanual en enero del 3,6% –quizás porque hubo municipios que no captaron los datos por los recesos administrativos del verano– y del -24,1% frente a diciembre del 2012, la décima caída consecutiva.
Entre las empresas de obras privadas atribuyeron la menor actividad a la inestabilidad de los precios (-30%); al encarecimiento del crédito (-20,1%); a la difícil situación económica (-19,9%) y a la falta de inversiones (-19,9%).
En firmas dedicadas a las obras públicas estimaron que la disminución se debió a la ausencia de este tipo de proyectos (-33,4%); la menor actividad económica (-20,8%) y la inestabilidad de los precios (-15,8%), entre otras causas. Se aguardan las realizaciones de las represas “Presidente Dr. Néstor Carlos Kirchner” y “Gobernador Jorge Cepernic”, en Santa Cruz, cuyo convenio marco se firmó el 20 de abril del año pasado y que ocuparían a más de 5.000 personas y generarían 1.740 megavatios.
La crisis de la construcción se explicó por:
• La recesión de carácter global. Los crecimientos nominales se debieron a la inflación y no a las actividades. No obstante, en la construcción se la estimó reducida en el 2012, en comparación con la evolución del mercado inmobiliario, por la inercia que generó el récord de actividad del 2011. Durante el año pasado el nivel de actividad se sostuvo más de lo esperado porque la duración promedio de los proyectos supera los 18 meses desde que se inician las obras. Desarrolladores e inversores no paralizaron las tareas, aun con los cambios en las reglas de juego, la caída del valor del metro cuadrado y la menor rentabilidad esperada, pero semejantes factores afectarían la puesta en marcha de nuevas obras.
• La incertidumbre que generó la intervención cambiaria desde mayo del 2012, cuando quedó vedado el acceso al mercado de divisas para las operaciones inmobiliarias, por lo que se recurrió a las pesificadas tratando de cubrirse.
• Las crisis de los gobiernos provinciales y municipales, que redujeron las recaudaciones y aumentaron los gastos en valores nominales, siendo las obras públicas las primeras afectadas.
Más allá de lo expuesto, durante la clausura de la convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), el 19 de noviembre pasado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) sostuvo que el crecimiento exponencial de la construcción fue una de las claves de la propuesta kirchnerista.
En la mencionada oportunidad, CFK subrayó que la construcción creó 300.000 puestos de trabajo –dato que no coincidía siquiera con los del Indec– y creció el 300%. Argumentó, además, que la federalización de las obras públicas permitió que las provincias convocaran a licitaciones y que ellas mismas las adjudicaran y la Nación girara los recursos… Esto permitió, asimismo, que surgieran “cientos de pequeñas y medianas empresas (pymes)”.
La construcción es para CFK “una de las pocas actividades de claro contenido patriótico nacional. No solamente por lo que impacta como madre de actividades, sino porque casi todos los insumos que necesita se producen en el país y se pagan en pesos. Aseveró que el sector inmobiliario tenía registrados 87.889 trabajadores en el tercer trimestre del 2010 y 87.302 en el segundo trimestre del 2012, o sea una reducción de 587, del 0,7%, por lo que “sin dejar de reconocer que se trata de 587 familias”, proporciona “una adecuada y acertada visión del impacto de las medidas que dicen han sido catastróficas y que haremos todo lo posible por aumentar”.
Respecto del Programa de Crédito Argentino (Procrear), CFK explicó en qué consiste (ver aparte) y prometió que se incrementarán las obras públicas, las escuelas y las viviendas y que se invitará a las empresas a “intercambiar opiniones acerca de percepciones y visiones para no equivocarnos una vez más” y hasta los bancos, que “han tenido excelentes ganancias”.
Gustavo Weiss, posteriormente elegido presidente de la CAC –de las 22.000 empresas que agrupa, el 90% son pymes–, pronosticó que la actividad no sólo se recuperará, sino que terminará el 2013 con un crecimiento del 7% al 9%. Para revertir la caída, propuso “trabajar de manera complementaria con el Estado” y expresó que tiene “especial esperanza” en el Procrear y en las viviendas sociales. Destacó que las construcciones privadas en pozo se pesificaron casi en su totalidad y las ejecuciones de viviendas unifamiliares y las refacciones.
La mano de obra ocupada disminuyó –para la CAC– un 5% durante el último año, perdiéndose 35.000 puestos, pero se vislumbró un rebote que, si se acentuara, permitiría una recuperación del 6% o el 7%.
En la misma entidad estimaron que las inversiones en obras públicas tendrían que representar el 9% del Producto Bruto Interno (PBI) para crecer al 5% anual en la próxima década, lo que implicaría duplicar las actuales.
Weiss está convencido de que hay fuentes alternativas de financiamiento al Tesoro y los bancos multilaterales de crédito como, por ejemplo, el plan de vivienda para la clase media que está por salir.
La CAC propuso la emisión de un bono actualizable con el coeficiente de variación salarial (que es un dato del gobierno), que se vendería a inversores institucionales o personales, sin que le cueste nada al gobierno. Si esta propuesta se concretara, complementaría el plan de vivienda social de la Secretaría de Obras Públicas y el Procrear. También se plantearon ideas para utilizar los fondos que las aseguradoras mantienen en plazos fijos o los del Banco Central (BCRA) que, de acuerdo con lo determinado en su actual carta orgánica, permitirían financiar infraestructuras.
El déficit habitacional en la Argentina continúa siendo de casi tres millones de viviendas y afecta a más del 20% de los hogares, como demostró el último Censo Nacional de Población y Vivienda 2010.
La encuesta efectuada después por D’Alessio-Irol para la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) reflejó que en 6 de cada 10 hogares sus habitantes desearían adquirir una primera vivienda o cambiarla. Si a esto se agrega que la precariedad de las mismas afecta al 30% más pobre de la población (500.000 viviendas serían irrecuperables), la conclusión es que más de la mitad de los hogares argentinos poseen algún problema.
Y por si lo señalado no fuera suficiente, un estudio de la Universidad Católica Argentina (UCA) indicó que el 12,6% de la población urbana no tiene acceso al agua corriente; el 35,5% no está conectado a la red cloacal; el 25% no recibe suministro de gas por red; el 43,5% carece de desagües pluviales y el 15,7% está en calles sin pavimentar.
Miguel Ángel Fuks – miguelangelfuks@yahoo.com.ar
Resultó afectada principalmente por el cepo cambiario, el dólar “blue” y la inflación
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