La emblemática VW Kombi se despide para siempre
La única fábrica que la producía actualmente en Brasil dejará de hacerlo, ya que no puede adaptarla a las nuevas exigencias de seguridad. Fue el símbolo de la libertad en la década del 60.
Fue el estandarte de la movida hippie durante la década de los sesenta, llevó a surfistas en busca de olas asesinas en los interminables veranos estadounidenses y sirve como vehículo de supervivencia en el mundo en vías de desarrollo. Ahora, el largo, extraño y muy exitoso viaje de la furgoneta Volkswagen está a punto de terminar, debido a que adecuarla a las nuevas exigencias en materia de seguridad será demasiado oneroso para la firma automotriz encargada de su construcción. Actualmente, la planta de San Bernardo del Campo, en Brasil, es el último lugar del mundo en donde se sigue produciendo este emblemático vehículo, o furgoneta como la conocen sus fanáticos, pero Volkswagen dice que dejará de fabricarla a partir del 31 de diciembre de 2014. Por lo pronto, hace algún tiempo atrás la firma alemana anunció una edición limitada de 600 unidades, de color celeste y blanco, con cubiertas de cara blanca, que marcarán la despedida de “la van más famosa del mundo” tras 56 años de fabricación ininterrumpida en la fábrica brasileña. Cada una de estas unidades saldrá al mercado con un valor de 27.000 euros y pondrá el broche de oro a la construcción de una de las combis más emblemáticas del planeta, que fue y es adorada por muchos y defenestrada por otros, pero que nunca pasó desapercibida frente a los ojos de los amantes de los automotores. El origen del fin El fin de la Kombi, como se la conoce en Brasil, surge a partir de las nuevas normas de seguridad en materia automotriz que comenzarán a ser exigibles a partir del último día del año entrante. Estas exigen que cualquier vehículo que se manufacture en el país, a partir de entonces, deberá incluir bolsas de aire y sistemas de frenos antibloqueo. Volkswagen dice que no puede cambiar su sistema de producción para cumplir con la nueva ley. Aunque la producción en Brasil se detendrá, aún quedarán un montón de furgonetas Volkswagen que seguirán rodando por las calles de varios países, ya que una de sus virtudes era su durabilidad. De las entrañas de San Bernardo del Campo salieron desde 1957, año en que comenzó con la fabricación de la Kombi, más de 1,5 millones de unidades. “La camioneta representa la libertad “, dijo el estadounidense Damon Ristau, director del documental “The Bus’’, que sigue a los fanáticos del vehículo. “Tiene una magia y un encanto del que carecen otros vehículos. Se trata de viajar por las autopistas, de que genera sonrisas en las caras de las personas cuando ven a una vieja furgoneta Volkswagen andando por ahí’’. Quizás ningún vehículo motorizado haya representado tanto a la cultura pop estadounidense y europea como esta furgoneta, conocida tanto por su durabilidad como por su tendencia a quedarse tirada al costado del camino. Aunque incluso esta situación es vista con beneplácito por sus fanáticos quienes sostienen que sus fallas son parte de su encanto, pues el motor es tan sencillo, tan fácil de arreglar, que ello refuerza el sentido de propiedad sobre el vehículo. La camioneta apareció en la carátula de discos de Bob Dylan y de los Beach Boys, aunque su vínculo musical más estrecho en Estados Unidos es con el grupo Grateful Dead y su legión de fanáticos que siguieron a la agrupación durante sus giras en Estados Unidos viajando en la furgoneta. También fue protagonista en películas como “Pequeña Miss Sunshine”, o en series animadas como Scooby-Doo. En Brasil la Kombi es utilizada por el correo, por el ejército, o por funerarias. También sirve como bus escolar, taxi colectivo o para la entrega de materiales de construcción. “La Kombi forma parte del paisaje cultural y emocional de Brasil’’, dijo uno de sus usuarios. “Y eso explica el fuerte afecto que la mayoría de la gente siente por ella’’, finalizó.
Fue el estandarte de la movida hippie durante la década de los sesenta, llevó a surfistas en busca de olas asesinas en los interminables veranos estadounidenses y sirve como vehículo de supervivencia en el mundo en vías de desarrollo. Ahora, el largo, extraño y muy exitoso viaje de la furgoneta Volkswagen está a punto de terminar, debido a que adecuarla a las nuevas exigencias en materia de seguridad será demasiado oneroso para la firma automotriz encargada de su construcción. Actualmente, la planta de San Bernardo del Campo, en Brasil, es el último lugar del mundo en donde se sigue produciendo este emblemático vehículo, o furgoneta como la conocen sus fanáticos, pero Volkswagen dice que dejará de fabricarla a partir del 31 de diciembre de 2014. Por lo pronto, hace algún tiempo atrás la firma alemana anunció una edición limitada de 600 unidades, de color celeste y blanco, con cubiertas de cara blanca, que marcarán la despedida de “la van más famosa del mundo” tras 56 años de fabricación ininterrumpida en la fábrica brasileña. Cada una de estas unidades saldrá al mercado con un valor de 27.000 euros y pondrá el broche de oro a la construcción de una de las combis más emblemáticas del planeta, que fue y es adorada por muchos y defenestrada por otros, pero que nunca pasó desapercibida frente a los ojos de los amantes de los automotores. El origen del fin El fin de la Kombi, como se la conoce en Brasil, surge a partir de las nuevas normas de seguridad en materia automotriz que comenzarán a ser exigibles a partir del último día del año entrante. Estas exigen que cualquier vehículo que se manufacture en el país, a partir de entonces, deberá incluir bolsas de aire y sistemas de frenos antibloqueo. Volkswagen dice que no puede cambiar su sistema de producción para cumplir con la nueva ley. Aunque la producción en Brasil se detendrá, aún quedarán un montón de furgonetas Volkswagen que seguirán rodando por las calles de varios países, ya que una de sus virtudes era su durabilidad. De las entrañas de San Bernardo del Campo salieron desde 1957, año en que comenzó con la fabricación de la Kombi, más de 1,5 millones de unidades. “La camioneta representa la libertad “, dijo el estadounidense Damon Ristau, director del documental “The Bus’’, que sigue a los fanáticos del vehículo. “Tiene una magia y un encanto del que carecen otros vehículos. Se trata de viajar por las autopistas, de que genera sonrisas en las caras de las personas cuando ven a una vieja furgoneta Volkswagen andando por ahí’’. Quizás ningún vehículo motorizado haya representado tanto a la cultura pop estadounidense y europea como esta furgoneta, conocida tanto por su durabilidad como por su tendencia a quedarse tirada al costado del camino. Aunque incluso esta situación es vista con beneplácito por sus fanáticos quienes sostienen que sus fallas son parte de su encanto, pues el motor es tan sencillo, tan fácil de arreglar, que ello refuerza el sentido de propiedad sobre el vehículo. La camioneta apareció en la carátula de discos de Bob Dylan y de los Beach Boys, aunque su vínculo musical más estrecho en Estados Unidos es con el grupo Grateful Dead y su legión de fanáticos que siguieron a la agrupación durante sus giras en Estados Unidos viajando en la furgoneta. También fue protagonista en películas como “Pequeña Miss Sunshine”, o en series animadas como Scooby-Doo. En Brasil la Kombi es utilizada por el correo, por el ejército, o por funerarias. También sirve como bus escolar, taxi colectivo o para la entrega de materiales de construcción. “La Kombi forma parte del paisaje cultural y emocional de Brasil’’, dijo uno de sus usuarios. “Y eso explica el fuerte afecto que la mayoría de la gente siente por ella’’, finalizó.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios