La erosión hídrica compite con la producción en la Patagonia

El agua y el suelo son dos factores esenciales de la economía regional. Optimizar la interacción entre ambos es clave para obtener buenos resultados.

La producción en regiones semiáridas y áridas de la Patagonia nos enfrenta al desafío de lograr forraje y sostener indicadores productivos en un contexto de incertidumbre sobre la disponibilidad de agua.

El agua es una de las mayores fuerzas que definen atributos estructurales y funcionales de los paisajes. Sin embargo, es responsable de la erosión hídrica al favorecer el desprendimiento, transporte y depósito de material.

La erosión geológica del suelo es un proceso natural, formador de paisajes, controlado principalmente por el relieve y el clima. No obstante, puede ser acelerada por formas de uso de la tierra capaces de impactar negativamente sobre la cobertura del suelo y sus propiedades.

En la actualidad la tasa de erosión del suelo excede su tasa de formación en extensas áreas del mundo. Según estadísticas recientes, en Argentina 64,6 millones de hectáreas se encuentran afectadas por erosión hídrica, y tal proceso está en avance.

¿Cuáles son los factores determinantes de erosión hídrica?

La redistribución espacial de materiales (hojarasca, restos orgánicos y partículas de suelo) por acción del viento y el agua es regulada por dos factores: el relieve y la vegetación. Ambos tienen gran influencia en la transferencia de recursos y operan en forma sinérgica en la mayoría de los paisajes.

En cuanto al relieve, la pendiente del terreno condiciona la capacidad de transporte de las corrientes. Su reducción repentina puede causar el aquietamiento y embalse del agua, y consecuentemente la deposición de materiales. Mientras que con un aumento de la pendiente el material se moviliza y junto con el agua, ganan energía cinética.

La vegetación también influye en la movilización de materiales a través de los paisajes. Cuando el escurrimiento encuentra una mata de pasto o un parche de vegetación, su línea de flujo se vuelve más tortuosa, quedando los sedimentos atrapados y separados del agua. Así, la velocidad del agua disminuye por el parche, tiene más tiempo para infiltrar, y el flujo de humedad descendente dentro del suelo se vuelve más profundo.

En la Patagonia extra-andina la precipitación media anual es de 100/300 mm. Sin embargo, en los últimos años se observan tormentas que originan importantes flujos erosivos. Las predicciones climáticas de modelos a largo plazo, indican tendencias a la disminución de precipitaciones y mayor variabilidad hidrológica, es decir mayores períodos de sequías y precipitaciones concentradas en cortos lapsos de tiempo.

Tormentas más frecuentes e intensas, así como la pérdida de vegetación por sobrepastoreo, sequías o fuego, incrementan el escurrimiento superficial favoreciendo la erosión.

¿Qué podemos hacer?

Existen formas de planificar el uso de los recursos y lograr actividades productivas con una lógica acorde al mejoramiento y conservación de la naturaleza y los paisajes. Una de ellas es el Diseño Hidrológico de la Tierra por el método Keyline design, en español “Diseño en Línea Clave”.

Este método permite planificar inversiones en infraestructura a largo plazo, ordenar secuencias de trabajo y priorizar gastos. La técnica surge a partir de la necesidad de captar y almacenar el agua de lluvia en el suelo, por lo que es especialmente atractiva para zonas de escasa precipitación permitiendo su uso posterior en agricultura y ganadería. Así se pueden evitar conflictos típicos en el desarrollo de un campo, como por ejemplo el “Cuadro seco”, el “puesto sin agua”, las cárcavas en los caminos.

Ganado y pastizales

La ganadería extensiva es la principal actividad agropecuaria en las áreas de secano en el norte de la Patagonia, sustentada en los pastizales naturales que ocupan una enorme diversidad de ambientes. El estudio de los procesos de degradación de suelo y en particular de la erosión hídrica necesariamente debe incorporar estos factores.

El Área de Recursos Naturales del INTA Bariloche, trabaja en el análisis de la hidrología en una cuenca sometida a pastoreo con ganado doméstico durante el último siglo. Al modificar, por ejemplo, la disponibilidad de agua en el suelo, se desencadenan cambios en los ciclos de carbono y otros nutrientes, la biodiversidad y muchas otras funciones en los pastizales. Comprender mejor los procesos naturales, permite el desarrollo de alternativas de planificación del uso de la tierra con fines de conservación y regeneración, sin perder de vista los objetivos de producción.

La complejidad de los sistemas productivos de la región exige un enfoque holístico e invita a seguir construyendo tecnologías para optimizar el aprovechamiento de los recursos naturales.

“El cambio en la disponibilidad de agua en el suelo genera cambios en los ciclos de carbono, nutrientes, y biodiversidad”.
Valeria Aramayo, ingeniera agrónoma INTA EEA Bariloche

Existen formas de planificar las actividades productivas con una lógica acorde al mejoramiento y conservación de la naturaleza.

La complejidad de los distintos sectores que conviven en el suelo de la Patagonia requiere optimizar la tecnología para aprovechar los recursos naturales.

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Existen formas de planificar las actividades productivas con una lógica acorde al mejoramiento y conservación de la naturaleza.
La complejidad de los distintos sectores que conviven en el suelo de la Patagonia requiere optimizar la tecnología para aprovechar los recursos naturales.
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Los millones de hectáreas que se encuentran afectadas en Argentina por erosión hídrica, y tal proceso está en avance.

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