Se suman testimonios a la increíble historia del físico que no desapareció

“Río Negro” trató de reconstruir cómo, si estaba vivo, Antonio Gentile llegó a integrar una lista de desaparecidos por la dictadura. El testimonio de excompañeros.

La increíble historia del físico que no desapareció pero del que nada se sabía

Se suman testimonios a la increíble historia del físico que no desapareció

Antonio Gentile, de 85 años, vive en Manhattan. Es físico y tiene el privilegio de haberse formado con José Antonio Balseiro, una leyenda del mundo académico que le dejó grabado el apellido a la excelencia universitaria. Pero no ejerció nunca y dedicó pocos años a su formación de posgrado; se dedicó al comercio internacional y aunque desde hace casi una década en Bariloche lo daban por desaparecido, nunca hasta hace unos meses hizo nada para refutar su muerte.

La promoción de Gentile, la de 1959, fue la segunda del Instituto de Física de Bariloche (así la fundó Balseiro, que le legó el apellido tras su muerte). Se recibieron 12 jóvenes que después consolidaron carreras académicas y en el mundo de la investigación. La camada tenía un tímido pero trascendente cupo de mujeres: Beatriz Cetrángolo, Elia Obiol y María Elena Porta recibieron su diploma junto a Jorge Agudín, Alberto Bonfiglioli, José Miguel Cotignola, Angel Ferrari, Manuel Mondino, Walter Mulhall, Oscar Vilches, Pedro Thieberger y Gentile.

Algunos murieron, muchos se retiraron, pero otros, como Thieberger o Vilches siguen trabajando. Hace nueve años el Balseiro los convocó para celebrar el medio siglo de la graduación. Acudieron Cetrángolo, Mondino, Porta, Vilches y Thieberger. Se excusaron de asistir Bonfiglioli, Ferrari y Obiol. A Mulhall no pudieron encontrarlo.

Para ese entonces dos de ellos habían muerto: Cotignola y Agudín. Tampoco asistió Gentile, “quien estaba desarrollando sus actividades profesionales en el exterior cuando desapareció durante una visita a su familia residente en Argentina, en la época del gobierno militar”, dijo el Instituto Balseiro.

¿De dónde surgió esa información?, ¿quién lo chequeó?, ¿Gentile no lo leyó?, ¿nadie le avisó?, ¿cómo puede ser que hasta principios de este año el físico dado por secuestrado por la represión de la dictadura, honrado en placas, recordado en charlas, estuviera vivo y actuara como un fantasma?

“Río Negro” habló por teléfono con Thieberger. Desde su oficina de Long Island, cerca de Manhattan, contó que se comunicó con él cuando, a principios de este año, la comunidad del Balseiro se enteró de que no estaba, como presumían, desaparecido.

La versión de que María Estela Gentile es una hermana que también está desaparecida no es cierta por varios motivos. El propio Antonio le dijo a Thieberger que no era así y en el listado oficial no hay una víctima con ese nombre: sólo están Estela Susana Gentile, asesinada en Lanús en 1977, y Laura Diana Gentile, también asesinada en 1975 en Rosario.

En todo caso, reveló Thieberger, una cuñada suya atravesó una situación complicada en la dictadura, pero logró exiliarse y vive, como él, en Nueva York.

Para su compañera de promoción María Elena Porta, saber que está vivo es un alivio. Lo recuerda como “un buen compañero que a veces tenía salidas extraordinarias que nos hacían reír”. “Lo último que supe es que tenía empleo en una universidad de Estados Unidos”, contó a “Río Negro” esta doctora en Física que vive en Bariloche; luego le dijeron que estaba desaparecido.

El caso de Gentile es para otro de sus compañeros, Oscar Vilches, “de lo más extraño”.

Vilches sigue trabajando en la Universidad de Washington (Seattle, Estados Unidos). A través del teléfono lo recordó como “un tipo macanudo”, aunque “un poco cerrado. Las imágenes del Instituto Balseiro de ese tiempo muestran una comunidad muy pequeña con una gran cofradía.

Una de las grandes habilidades de Gentile era la pelota. Vilches recuerda como un gran jugador.

“Estaba desarrollando sus actividades en el exterior cuando desapareció durante una visita a su familia residente”.

Información que dio en el 2009 el Instituto Balseiro.

Una vida

Después de que se recibieron, en general la camada de Gentile mantuvo contactos por cuestiones laborales o académicas, pero no con él.

No me dio muchos detalles. Gentile estaba sorprendido de que lo consideraran desaparecido. Me dijo que había una confusión con la física que desapareció, que no es su hermana”.

Peter Thieberger, radicado en Nueva York, estudió con Gentile en el Instituto Balseiro

Datos

“Estaba desarrollando sus actividades en el exterior cuando desapareció durante una visita a su familia residente”.
1959
fue el año en que Gentile y otros once jóvenes se graduaron en Bariloche.
Después de que se recibieron, en general la camada de Gentile mantuvo contactos por cuestiones laborales o académicas, pero no con él.

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