La Ley de Bosques no alcanza para frenar la deforestación

Manuel Jaramillo*


Vida Silvestre señaló que 1.237.415.000 pesos que el proyecto de Presupuesto 2021 destina a la protección de los bosques nativos aún representan menos del 5% de lo que fija la Ley 26331.


Los permisos de tala se dan por diversos motivos y en el último tiempo se multiplicaron.

El pasado 2 de octubre recordamos en el país el Día del Árbol, que se ha constituido, desde 1900, por el Consejo Nacional de Educación como una fecha destacada a fin de tomar conciencia acerca de la importancia de los árboles para el planeta y la necesidad de protegerlos y conservarlos.

Los árboles y bosques nativos son esenciales para preservar la vida humana y de distintas especies. Ayudan a la mitigación y adaptación al cambio climático, purifican el aire, protegen los suelos, previenen inundaciones, dan sustento a la vida de las comunidades locales y contribuyen a la seguridad alimentaria y el desarrollo económico. Además, concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre -ya que albergan aves, insectos, reptiles y mamíferos- y son fuente de alimentos, agua potable, recursos medicinales y materias primas como madera, leña, carbón y fibras.

En Argentina, desde hace casi 13 años, está vigente la Ley 26331 de Bosques Nativos, una herramienta imprescindible para planificar el uso de estos ecosistemas permitiendo equilibrar producción y conservación de la naturaleza.

El avance de la deforestación y conversión de los ambientes naturales para las actividades humanas ocasiona graves consecuencias sociales, ambientales y económicas, muchas veces irreversibles.

La Ley de Bosques -fuertemente promovida desde la sociedad civil- modificó el escenario nacional de protección de bosques nativos y visibilizó la problemática y la importancia de la conservación de estos ecosistemas. Además, fomentó una disminución progresiva en la tasa anual de deforestación en la Argentina, estabilizándose en los últimos años.

Sin embargo, a pesar de contar con esta ley, los bosques nativos de Argentina vienen sufriendo grandes modificaciones producto del cambio de uso del suelo para actividades agropecuarias, urbanísticas y viales. Desde el 2007, en Argentina se perdieron 3.500.000 hectáreas de bosques nativos y con ellos todos los beneficios asociados. El ritmo promedio ha sido de aproximadamente 300.000 hectáreas deforestadas por año: el equivalente a la superficie de CABA por mes.

El 60% de los bosques nativos argentinos se encuentran en la región chaqueña, que ocupa 11 de las 23 provincias de nuestro país. El Gran Chaco es la ecorregión boscosa más grande de Latinoamérica después del Amazonas y ocupa también parte de Paraguay y Bolivia. Su riqueza e importancia radican tanto en su biodiversidad, su potencial productivo, como en las culturas que lo habitan y los servicios ecosistémicos que los bosques proveen a las poblaciones locales y del país. Pero, debido al avance de la deforestación y conversión de sus ambientes naturales, hoy se encuentra entre los 11 lugares más deforestados del planeta. En Argentina ya hemos perdido el 30% de los bosques chaqueños.

El avance de la deforestación y conversión de los ambientes naturales para las actividades humanas ocasiona graves consecuencias sociales, ambientales y económicas, muchas veces irreversibles. Necesitamos frenar la deforestación, ya que mientras continúe seguiremos perdiendo árboles, bosques, culturas, biodiversidad, servicios ambientales y oportunidades de un real desarrollo sustentable.

Reforzamos la necesidad de proteger los bosques y ecosistemas naturales, para protegernos también a nosotros mismos: conservarlos es esencial para preservar nuestra salud y nuestro bienestar. La implementación plena de la Ley de Bosques es una ventana de oportunidad para toda la sociedad, pero muy especialmente para los que viven en y de los bosques. Tenemos que estar a la altura de las circunstancias de la crisis ambiental y social mundial que estamos atravesando y tenemos los instrumentos legales, administrativos y financieros para ello. No podemos dejar pasar la oportunidad de consolidar la conservación y uso sustentable de nuestros bosques nativos como una real política de Estado que trascienda las gestiones de los gobiernos.

*Director general de Fundación Vida Silvestre Argentina

Hay 11 provincias muy complicadas con los incendios

La zona del centro y norte del país está desde hace dos meses castigada por los incendios forestales, que afectan a trece provincias, con los focos más graves en la provincia de Córdoba.

El titular de Defensa Civil de esta última, Diego Concha, señaló que en 2009 y 2013 se generaron graves incendios en Córdoba pero nunca presenció focos tan devastadores como los actuales.

La Justicia investiga si los incendios fueron intencionales. Su propagación en las últimas semanas se ha propiciado por la sequía que sufre Córdoba este año, considerado el de menos lluvias desde 1955.

“La zona que se está quemando está entre los 10 lugares del mundo de mayor dificultad con el fuego, al nivel de California, España, Portugal, Australia, por citar algunos, que tienen realmente incendios muy complicados también”, afirmó el funcionario.

Según el último informe del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, además de Córdoba -donde desde principios de año se destruyeron cerca de 50.000 hectáreas a causa de distintos focos ígneos- otras 10 provincias donde las lluvias han escaseado son afectadas por incendios activos o controlados parcialmente, entre ellas Santa Fe, Entre Ríos, San Luis, Salta, Tucumán, Corrientes, Misiones, La Rioja, Chaco y Catamarca.


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