La leyenda de amor y tragedia que esconde la Isla Corazón

El brazo Tronador del lago Mascardi esconde esta belleza, que puede verse tras una caminata entre bosques y flores. Su forma perfecta encierra además una historia de romance, de familias enfrentadas y de muerte.

En el brazo Tronador del lago Mascardi, sobresale una isla con forma de corazón rodeada de aguas de un profundo color turquesa que se funde con uno más verde y azul.

La isla se puede observar desde la ruta que conduce al cerro Tronador. Pero también desde un mirador que requiere una caminata que puede variar de 3 a 5 horas de ida (según las condiciones físicas), con varias “paradas turísticas” que valen el esfuerzo, cada una de ellas.


El paseo comienza en el Camping Relmulafken (que significa, en mapuzungun, Lago de los siete colores), que administra la comunidad mapuche Lof Wiritray, ubicado a unos 3 kilómetros de la ruta nacional 40. El camino es de ripio y hay que conducir con mucha paciencia.

En un primer momento, se cruza el arroyo Fresco; luego, se bordea la costa del lago Mascardi hasta que el camino indica que se debe ingresar a un sendero boscoso, con poco desnivel.


Luego de caminar alrededor de 4 kilómetros por un bosque lleno de flores amancay y caña colihue, se llega a Playa Leones que ofrece la combinación perfecta de arena y aguas tibias.


Después del mediodía, gran cantidad de lanchas se acercan hasta la costa y comienzan a poblar la playa. Los chicos se arrojan al lago desde una de las rocas ubicadas a los costados. Un manzano cobija a quienes buscan un poco sombra.


Al fondo de Playa Leones, detrás del letrero que informa la prohibición de acampar y hacer fuego, sale una picada de 2,8 kilómetros aproximadamente hasta Laguna Llum, rodeada de juncos.

Desde ese sector, siguiendo un sendero algo más cerrado por la vegetación, se accede a un sector pedregoso luego de caminar poco más de una hora. Al subir, el Mirador de la Isla Corazón ofrece una panorámica maravillosa del lago y del cerro Tronador.

La historia de la isla


Una leyenda habla de una historia de amor en torno a la isla Corazón. La historia gira en torno a dos comunidades indígenas enemistadas aunque los hijos de los dos caciques se enamoran y deciden escapar.

Luego de una intensa búsqueda, sus padres logran dar con ellos, los acorralan en cercanías del lago Mascardi y la pareja comienza a nadar, intentando llegar a la otra orilla. A medio camino, las flechas lanzadas por quienes los persiguen, los alcanza y los jóvenes se hunden, abrazados en el lago. De esta forma, cuenta la leyenda, surgió la isla “Piuké Huapi”, con forma de corazón.


Sin embargo, la huerquen Clarisa Montenegro, de la Lof Wiritray, echa por tierra esa historia. La mujer reveló que el verdadero nombre de la isla no es Corazón sino Chalía, en homenaje a una niña que nació en el lugar hace muchos años atrás.

Parques rebautizó la isla porque es un perfecto corazón. Pero el verdadero nombre no es ese, sino Chalía. También tiene que ver con el amor porque en esa isla, nació una beba llamada Rosalía”, contó la mujer.

“Somos muy respetuosos de la historia que nos contaron nuestros antepasados que vivieron en este lugar –agregó Montenegro-. Julio Gallardo, Clarisa y Ester Treuque, Lucia y Ester Rauque, Victoriano, Juan Inalef y Cipriano Inalef eran los familiares de esa mujer que nació en la isla”.

Montenegro definió ese camino como “un desprendimiento del camino de los Furilofche, por eso lo resguardamos tanto. Por ahí, cruzaba nuestra gente desde Pampa Linda que venía del otro lado de Chile hacia Bariloche por el comercio. Hay una historia rica en el lugar. Nuestra gente vivió toda la vida ahí. No por ser mapuches inventamos”.


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