La movilidad docente sigue siendo un disparate

Maestros de Viedma viajan a Guardia Mitre para dar clases y perciben elevadas sumas. Los docentes locales no pueden ejercer allí porque todos los cargos están ocupados.

VIEDMA (AV).- Las contradicciones con la movilidad docente están al orden del día a partir de quejas discriminatorias planteadas por docentes rionegrinos radicados en Guardia Mitre.

El Ministerio de Educación tenía como ejemplo del descontrol en los pagos a quienes viajaban a dar clases allí desde esta capital, incluso pidió una revisión a la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, sin embargo la situación continúa, al quedar inconclusas todas las averiguaciones en ese órgano de control.

El tema cobró vigencia tras una presentación formulada a la cartera por un grupo de maestros que desarrollan tareas educativas en esta ciudad hacia donde viajan mediante una compensación de 0,28 pesos por kilómetro sobre 200 kilómetros.

Denuncian que sus colegas llegan masivamente a la pequeña localidad percibiendo 0,35 pesos con una base de 210 kilómetros.

Un total de 15 docentes guardiamitrenses no tienen espacios en sus escuelas porque los que van de Viedma se quedan con todos los cargos titulares, y pende sobre sus cabezas el riesgo de emigrar para seguir progresando aunque el Estado les haya entregado viviendas para arraigarse allí.

La ley provincial 4059 que regula el pago por este concepto preve en su artículo segundo, inciso 1, que debe facilitarse el traslado de docentes para garantizar la prestación en establecimientos que no cuenten con recursos humanos.

Los maestros exigieron una revisión de lo actuado, desestimando, al entender que se cuenta con un plantel acorde a los requerimientos del alumnado de las dos escuelas que funcionan, tanto la primaria como la secundaria.

«Esto es muy gracioso porque en Viedma nos hacen sentir que no nos necesitan, pero mandan docentes a nuestra localidad. El día que no funciona la balsa los cruzan en lancha y a nosotros no nos justifican más de una falta cuando se interrumpe el servicio», contó a «Río Negro» la docente Liliana Pérez. También se preguntó «cómo puede ser que nos manden de Viedma a la secundaria hasta preceptores cuando contamos con aspirantes».

Su colega, Gastón Luna, pidió la aplicación del criterio de excepcionalidad dentro de la reglamentación para que se les permita tomar un doble turno en su lugar de radicación, ya que inicialmente se promovieron concursos en los que no tuvieron posibilidades.

«Nos queremos quedar a vivir en Guardia Mitre donde el Estado nos dio una casa, pero si seguimos así nos tendremos que ir», afirmó.

La desigualdad fue planteada a las coordinadoras regionales, Natalia Mazzei y Claudia Collado. Aún así, los docentes testimoniaron que en una segunda reunión «hubo frialdad» bajo el argumento de que «tiene 7.000 casos para estudiar en toda la provincia», según les dijeron.

El caso tomó estado parlamentario cuando el intendente Miguel Demasi trasladó la preocupación al legislador del circuito Pedro Pesatti, en virtud de que existen falta de garantías para desempeñarse en esa actividad en esa centenaria localidad que reúne apenas 1.000 habitantes.

Pesatti -mientras evalúa una presentación al ministerio- prefirió cargar contra el descontrol del Estado y de cierta perversidad en un sistema de pagos en razón de que a su entender, «se usa para desprestigiar a los docentes, y encima con el riesgo de que los maestros no trabajen más».

Observó que «no existe un sentido común» porque se incentiva un «proceso de despoblamiento de pequeños centros urbanos como el caso de Guardia Mitre que puede perder profesionales con determinada formación» educativa.


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